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Viernes 9 de Noviembre de 2018

*Narra Santiago*

Han pasado un par de días y no sé nada de Valentina, lo último que supe es que se fue a España y está totalmente incomunicada.

Por mí parte ya tenía todo listo, nuestro vuelo salía en unas horas, así que mi jet ya estaba listo, solo teníamos que abordar.

Casi no lo usaba, porque se me hacía un gasto innecesario, fácilmente pagaba asientos en clase ejecutiva o en primera clase, por lo que no recurría a él de forma contante, pero creo que está vez era necesario. La cosa tenía que ser más privada.

El chófer ya había llevado todas mis maletas al aeropuerto, junto con las de Valeria y su amiga.

Era un vuelo relativamente corto, pues íbamos a ir a Nueva York, y no es tanto tiempo desde Las Vegas.

Bajé al primer piso de mi casa, ahí estaba Alessandra.

- ¿Lista, sorella?

- Lista. - suspiró - ¿Estás seguro de esto?

- Muy seguro, si no hacemos esto, nunca terminará este infierno y quiénes también pagan las consecuencias son Valeria, Valentina y sus familiares.

- Está bien, vamos. - tomó algunas cosas de la barra.

Ambos caminamos al jardín donde el chófer ya nos estaba esperando. Di las indicaciones.

- Déjame llamar a Valeria para saber si ya está lista. - informé a mi hermana, ella solo asintió.

Marqué al nuevo número que le había dado. Todos nuestros números aparecían como anónimos.

- Hola.

- Hola, Valeria. Soy Santiago.

- Ah, Santiago. ¿Qué pasa?

- ¿Ya están listas? Alessandra y yo ya vamos en camino.

- Sí, ya estamos listas, te esperamos en el primer piso.

- Me parece perfecto. Ahorita nos vemos.

- Okey, adiós. - colgó.

*Narra Valentina*

Chris y yo estábamos listas, yo ya le había contado todo para que entendiera porque hacíamos ésto; ella lo tomó de buena manera.

- Chris, Santiago ya viene para acá, vamos a esperarlo abajo. - ella asintió.

Suspiré.

- ¿Estás bien, Valentina? - me miró.

- No lo sé, solo quiero que todo esto termine ya. - dije con nostalgia.

Ella me abrazó, yo le correspondí. Nos quedamos así por unos segundos, nos separamos.

- Tranquila, verás que sí. Ya haciendo la denuncia están un paso más cerca de ser libres de todo esto.

- Eso espero, porque no sé hasta dónde es capaz de llegar ese infeliz para conseguir lo que quiere.

- Val, piensa. Si llega a tener cómplices, ¿Crees que ellos van a querer seguir haciendo el trabajo sucio sabiendo que a él ya lo metieron a la cárcel? Por supuesto que no, es más, estoy segura que enterándose de que está preso, se van a esfumar como vil humo.

- Creo que en eso tienes un poco de razón, y de verdad espero que sea así, porque regularmente suele pasar todo lo contrario, agarran más odio hacia las personas y mandan órdenes a sus cómplices.

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