Epílogo

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Viernes 12 de Febrero de 2021

*Narra Valentina*

Poco a poco mi vida había mejorado considerablemente. Santiago y yo ya llevábamos casi dos años de noviazgo, éramos los más felices del mundo.

Santiago insistió en rentar un departamento para mí padre, el pagó el depósito y los primeros meses de alquiler en lo que mi padre conseguía trabajo.

Por mi parte, él y yo ya vivíamos juntos desde prácticamente cuando empezamos a salir formalmente como novios.

Seguía bailando, pero ahora lo hacía por gusto y no por compromiso, además de que clausuraron el club por problemas judiciales de William. Ahora bailaba solo para el casino de Joe.

Christina se había juntado con un chico que era un amor de persona y vivía muy cerca de la casa de Santiago. Por otro lado, Alessandra decidió vivir en Estados Unidos por un tiempo, así que compró la casa de a lado de Santiago.

Todos los días agradecía a la vida por haberme puesto en mi camino a Santiago Coscarelli. Mi ángel.

[...]

Quedé de verme con Alessandra y Christina para hablar de algo importante, quedamos en la casa de Aless.

Toqué la puerta, las dos ya estaban ahí. Me daba gusto que se lleven muy bien.

Nos sentamos en el sillón.

- ¿Qué pasa, Valentina? ¿Por qué nos citaste en mi casa? - preguntó Aless.

- Seré directa... Creo que estoy embarazada. - las miré.

- Estás jugando. - me miró Chris.

Al ver qué no me reía, lo tomaron en serio. Ambas gritaron de emoción, yo lo hice también pero de los nervios.

- ¿Ya sabe mi hermano? - me miró Aless.

- No, además, ni siquiera estoy segura, y quiero estarlo, no quiero darle falsas ilusiones y yo tampoco me las quiero hacer. - Chris concordó conmigo.

- ¿Qué te ha hecho pensar que tal vez estás embarazada? - me miró.

- Lo típico, por las mañanas tengo unas náuseas tremendas, tengo mareos, ya no soporto muchos olores.

- ¿Y mi hermano no se ha dado cuenta de laa veces que vuelves el estómago?

- Por lo regular me pasa cuando despierto, y es cuando Santiago ya se va a la empresa o si es fin de semana, el sigue dormido. - expliqué - Además, tengo una semana de retraso y sabes perfectamente que yo soy super regular. - miré a Chris.

- Esperen. - sacó su celular y se fue del salón principal.

Chris y yo nos miramos sin saber qué estaba pasando, después reímos. Aless volvió y sonrió.

- Listo. - se sentó en el sofá, nosotras la miramos raro - Esperen un poco.

[...]

Después de casi una hora, tocaron el timbre, vigilancia dió el informe de quién era y Alessandra dió la orden que que entrarán.

Ni Chris ni yo sabíamos que estaba pasando. Aless se levantó de su lugar y abrió la puerta. Eran Millie y Zarah. Por Alessandra había hecho una buena amistad con ellas. Desde antes de la boda religiosa de Millie.

- Hemos llegado. - anunció Zarah.

- ¿Trajeron lo que les pedí? - habló Aless.

- Sí. - buscó en su bolso algo - Ten. - le extendió unas cajas pequeñas y rectangulares.

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