¿¿Zoe??

4.2K 520 4
                                    

Hacía meses que Gigi se había ido en viaje de trabajo a Madrid.  Un tiempo que me sirvió para darme cuenta de que no quería casarme con ella pues había decidido que a la única mujer que llevaría al altar sería a Zoe si ella me lo permitía.

Miré el anillo que había comprado para ella mientras esperaba a Gigi en el aeropuerto. Volvía a Qatar a pasar unas semanas de vacaciones y yo trataba de reunir fuerzas para decirle la verdad. Sabía que había postergado demasiado el asunto pero quería decírselo a la cara. Ella se lo merecía.

Cuando llegamos a su casa, me senté en un sillón a pensar mientras bebía un vaso de agua.

-Gigi, me gustaría hablar contigo un momento.

Se sentó a mi lado para cogerme la mano y mirarme a los ojos.

-Lo sé, Faisal.

-¿Qué sabes?.

-Que estás enamorado y no de mí.

-¿Cómo has sabido eso?.

-Tu humor ha cambiado. Eres una persona diferente.

-Lo siento en el alma, Gigi. Ha sido algo que no he podido controlar.

-¿Puede controlarse el amor, Faisal?. Es obvio que no pero no lo sientas por mí. Me alegra la noticia.

-¿Te alegra?.

-Éramos casi niños cuando nuestras familias pactaron nuestra boda,  Faisal. Ninguno de los dos ha conocido a otra persona y aunque tu corazón es bello, tú no me haces sentir como ella te hace sentir a tí.

-Debemos anunciar la ruptura, Gigi. Sólo espero que nuestros padres no pongan el grito en el cielo.

-Lo harán. Venimos de familias humildes y tradicionales pero sus hijos díscolos podrán lidiar con ello.

-Gracias por todo, Gigi.

La acerqué a mí para darle un abrazo fraternal pues eso era para mí ella, una hermana a la que siempre había cuidado.

Era ya tarde cuando llegué a casa de Zoe. Me sentía aliviado de poder amarla libremente sin la carga de un compromiso sin amor. Hacía al menos un año que Gigi y yo no compartíamos ni un beso. Aún así mi conciencia me pedía que se lo contase a Zoe considerando que debía saber la verdad sobre mí.

Llamé a su puerta varias veces pero no me abrió. Era raro para ella pero supuse que estaría dormida sobre los libros. Se estaba tomando muy en serio los estudios y acababa los días agotada.

Decidí irme a la mía desganado.Me hubiese gustado verla, besarla, hacerla mía como tanto deseaba . Aún  no habíamos hecho el amor juntos y no por ausencia de oportunidades. Había decidido que mientras  mi compromiso con Gigi siguiese en pie,  no la tocaría.

Al pasar por delante, me fijé en el buzón. ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que lo había abierto?.

Un montón de propaganda, cartas de universidades que pretendían reclutarme y una con la letra de Zoe que me sorprendió e ilusionó a partes iguales. No tanto su contenido. 

Un folio con una noticia impresa en ella. ¿Pero qué coño?. ¡Si es absolutamente falso!.

Corrí hacia su casa de nuevo intentando por todos medios que me abriese la puerta.

-¡¡Zoe, ábreme por favor!!. ¿¿¡¡Zoe!!??.

Quince minutos después aún seguía allí.Me senté delante de la puerta. Algún día tendría que entrar o salir de casa y yo estaría allí para aclararle el malentendido. ¿Y si no me creía?
Sólo pensar en ello hizo que una lágrima resbalara por mi mejilla. Hacía veinte años que no lloraba.

No me dejes,Zoe por favor.

Desierto De Amor (Zoe Seacrest) (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora