Desierto De Amor (Zoe Seacrest) (COMPLETO)

Capítulo Quince. Gigi

Me sonreía mientras yo estaba horrorizada. ¡Me había reconocido!. Y yo tan sólo quería convertirme en una hormiguita y salir huyendo de allí sin que se apreciase.

-No quiero importunarte, Zoe pero, ¿te apetece tomar un café y charlar un rato?.

¡Mierda! ¿Y ahora qué hago?.

-Sé que puede sonarte brusco y te entiendo pero hay una serie de cosas que me gustaría tratar contigo.

-¿Por qué motivo?.

-Porque se lo debo a mi mejor amigo.

Touché. ¿Cómo decirle ahora que no?.

-Está bien.

-¡Perfecto entonces!. Amina, empaqueta el vestido rosa para Zoe y el verde para mí.

-Como usted quiera, señorita Gigi.

Una vez pagados los vestidos, nos fuímos a una cafetería sita en el mismo centro comercial. El camino fue silencioso, no sabía que hablar con aquella mujer y ella pareció darme un margen para no agobiarme.

Fue cuando nos sirvieron los cafés cuando empezó a hablar.Para eso habíamos ido, ¿no?.

-Zoe, quizás te resulte extraño que quiera hablar contigo pero resulta que quiero a Faisal como si fuese un hermano y mi moral no me permite verle sufrir. Te voy a contar una historia, quizás sea un poco larga pero, si te aburres o crees que divago, tan sólo tienes que decírmelo, ¿de acuerdo?.

-Está bien.

Guapa, empática, agradable, inteligente....¡Esta mujer lo tenía todo!.

-Verás. Faisal y yo crecimos en un pueblo no muy lejos de Doha. Nuestras familias, aunque bellas personas, eran gentes de costumbres arraigadas y creencias férreas que no dudaron en comprometernos a Faisal y a mí a la edad de doce años. Lógicamente, éramos demasiado pequeños para hacerlo pero casarnos de modo que  convenieron que lo hiciésemos no mucho más tarde de alcanzar la mayoría de edad. Por suerte para nosotros, Faisal se vino a trabajar a la ciudad y se pagó el primer año de estudios con el sudor de su frente, durmiendo en pisos compartidos y comiendo una vez al día para ahorrar lo suficiente.

-Pobre, Faisal.....

-Así es. Sufrió mucho el primer año pero era tan buen estudiante que consiguió una beca al segundo y así pudo mejorar su vida y medrar hasta convertirse en lo que es hoy. Con el sueldo de su primer trabajo como profesor, fue a buscarme al pueblo. Sabía que yo ansiaba salir de allí, trabajar en una gran empresa y poder ganarme la vida independientemente así que me pagó un curso en una escuela de negocios que me sirvió para conseguir un puesto de nivel.

Te preguntarás porque te cuento esto  pero todo guarda su relación. Cuando nuestras familias insistían con la boda, nosotros siempre alegábamos estar demasiado ocupados, que por casarnos no significaba que nos quisiésemos más....pero en verdad eran excusas pues ni yo le amaba a él ni él a mí. Fue hace casi un año cuando nos dieron un ultimátum y la fecha se fijó para octubre de este año.

¿Sabes qué pense?. En huir a donde nadie pudiese buscarme, en plantar cara a mi familia, en romper el compromiso....pero no tenía valor para ninguna de esas cosas. De lo malo, mi marido era un gran hombre, con el que me llevaba bien y podía hablar aunque no tuviésemos ningún contacto físico que no fuesen abrazos de cariño o los exigidos en las reuniones y eventos.

Pero entonces apareciste tú, Zoe y el carácter de Faisal cambió. Me di cuenta de que estaba enamorado antes de que me lo dijese a pesar de estar yo trabajando en Madrid. Se le notaba demasiado alegre y jovial. Fue un alivio para mí, saber que rompería el compromiso por amor.

Me quedé pensando largo rato cuando Gigi terminó de narrar su historia y es que si lo que contaba era cierto, yo había sido una completa idiota pero, había algo más. ¿Qué pasaba con la foto que me habían enviado al correo electrónico?.

-Gigi, hay una cosa más que debes explicarme.

-Lo que quieras, Zoe.

-Hace un par de meses,me llegó un correo electrónico donde aparecía la noticia de Faisal recogiendo un premio a tu lado.

-Lo sé. Faisal me la enseñó y te puedo confirmar que es absolutamente falso. Aquel día, Faisal fue a buscarme al aeropuerto, después me llevó a casa donde me anuncio que estaba enamorado de tí y después se fue contento hasta tu casa con la intención de contártelo todo. Nada de fiestas ni premios.

-¿Entones por qué me enviaron el email?.

-Alguien que no os quiere bien desea que no estéis juntos. Por más que pienso es la única explicación que encuentro.

-Dime que no me he comportado como una gilipollas, Gigi.

-Por supuesto que no, Zoe. ¿Quién no hubiese desconfiado?. Es más que lógico hacerlo.

Me cogió de las manos con gesto amable. Gigi era una mujer excepcional que me estaba empezando a caer muy bien.

-Zoe, no seré yo quien te diga qué debes hacer pero darle una oportunidad a Faisal no es tan descabellado como piensas. Ha dado muchas cosas por tí que yo jamás creí que haría por nadie.

-¿Qué cosas?.

-Su familia montó en cólera al enterarte de que había quebrado el trato conmigo. No es que seamos gente millonaria, Zoe pero su familia es un bien muy preciado para él y lo han desterrado de su casa para siempre. No puede volver a menos que desee la peor de las muertes.

-¿Cómo?.

-Así es la vida tribal a veces, Zoe. Me defendió para que yo pareciese la víctima y asi poder volver a ver a mis padres sin temer a la furia de los suyos.

Y la mayor cagada del año es para:

(redoble de tambores)

¡¡Zoe Seacrest!! Por haber sido tan gilipollas de no ceder el turno de palabra a su ex y forzar una situación penosa.

-Me siento egoísta. Si tan sólo le hubiese dado una oportunidad para escucharlo, ahora estaría aquí y no en Barcelona.

-Yo le sugerí que se fuese. No soy experta en amor pero sé que las mujeres necesitamos nuestro tiempo para asimilar cuando nos hacen daño.  Puedes odiarme, Zoe pero sé que Faisal tiene más ganas que nunca de volver a verte.

Antes de que pudiese responder, un pitido me alertó de que un nuevo email había sido recibido en mi correo. Pensando que eran notas de la universidad, me disculpe un segundo para revisar pero lo que ví me llenó de dudas de nuevo. Una foto de Faisal intentando besar a un chica en una discoteca.

-¿Qué pasa, Zoe?.

-Mira las ganas de verme que tiene Faisal.

-¡Oh, vamos!. Zoe, eres más cabezota de lo que Faisal me había dicho. Termina tu café. Nos vamos.

-¿A dónde?

-Pronto lo sabrás.

¡Ay, Zoe! Cuando creías que volverías de nuevo a los brazos de Faisal, aparece un nuevo email y las echa por tierra y lo peor, estás siendo llevada por la mano de la ex de tu ex por un centro comercial. ¡Qué alguien me explique qué pasa!