Capítulo Veintiuno. Frialdad.

4.1K 508 21
                                    

Desperté en una estancia fría y oscura con un terrible dolor de cabeza y las manos atadas. Mi primera acción fue gritar pero no obtuve ninguna respuesta.

-Nadie te va a escuchar, Zoe. Me he asegurado muy bien de ello.

-¿Qué es lo que quieres, Isam?.

-Amarte.

-¿Darme un golpe, secuestrarme y atarme es para tí amar?.

-Intenté ponerte las cosas fáciles pero el idiota de Maalouf se interpuso entre nosotros y por más que quise separarte de él, os empeñastéis en seguir juntos.

-¿Fuíste tú quién mandaste los emails?.

-¿Quién si no?. Nadie te ama tanto para separarte de él. Está claro que no te conviene.

-¿Sabes lo qué he sufrido, maldito majadero?.

-No debes enfadarte, preciosa Zoe. Te cuidaré bien y seremos muy felices.

Se acercó a mí para toquetearme y sentí tanto asco que a punto estuve de vomitar de nuevo.

-Eres preciosa, Zoe.

Me besó y yo traté de defenderme mordiéndole el labio hasta hacerle sangrar. No fue buena idea porque me tiró al suelo y empezó a darme patadas en el estómago tan fuertes que me encogieron de dolor.

-¡No hagas más eso!. Te enseñaré a portarte bien.

Me subió el vestido y tras quitarse los pantalones trató de forzarme. Podría morir en el intento pero no iba a ponerle las cosas fáciles. Lo mordí, pateé e incluso escupí pero no era suficiente. Lloré de impotencia y en un momento de suerte logré darle una patada en sus partes y después salí corriendo sin saber a donde. Había un largo pasillo y rezaba para que Isam tardase mucho en levantarse y no me alcanzase. Al doblar la esquina, me llamó y cuando creía que iba a alcanzarme de nuevo y matarme, me dí de bruces con un policía. Tras él venían Gigi y Faisal.

-¡Faisal!-grité-.

-¡Zoe!. ¿Qué han hecho contigo?.

De un solo salto acabé en sus brazos y después volví a desmayarme. Esperaba que fuese un sueño y que al despertar, la imagen de Isam violándome no hubiese sido más que una pesadilla.

Tiempo después.....

-Lo mismo te digo, Zoe. Me alegra ver que tienes una casa acogedora y, sobretodo, limpia y ordenada.

Mi hermana me hablaba mientras yo me asomé al carrito de mi sobrina para conocerla al fin. No me había encontrado con suficientes fuerzas de ir a visitarla antes. No después de lo que había pasado con Isam.

-Y a mí que tengas una niña tan preciosa.¿Puedo cogerla?.

-Por supuesto que sí. Es tu sobrina.

-Es clavada a Hakim, Rose. Te confieso que me sorprendió al principio pero me alegro enormemente de vuestra felicidad.

-Gracias, Zoe. ¿ Qué tal te encuentras en Doha?.

-Fue duro al principio el tema de la Universidad. Para ser una de las que más mujeres tienen como estudiantes, a mí me tocó una clase plagada de hombres. Ya sabes como es la puntería de tu hermana.

-De todos modos, tus notas son excelentes.

-Lo sé pero todo a cambio de demasiada constancia y horas de estudio.

Hablar con Rose me ponía nerviosa. Hacía mucho tiempo que no la veía pero sabía que, tarde o temprano, tendría que darle explicaciones sobre mi ausencia el día de su boda y sabía que la verdad le dolería más a ella que a mí.

Cambié de tema rápidamente. Hacía tiempo que no sabía de Ibrahim. Las últimas noticias que había tenido sobre él, eran que su novia, amiga o amante no lo trataba del todo bien.

-¿Que hay de Ibrahim?. ¿Ha vuelto contigo?.

-Se ha quedado en Bolonia. Ahora es el subdirector de las aerolíneas y lleva la sede italiana.

-¿Algo más?.

-Vive con una chica.

-Ya veo.

Mi rostro cambió de expresión. Sentía compasión por Ibrahim.

-Encontrarás a alguien, Zoe.

-Es algo que quería contarte pero aún no había encontrado el momento.

-¿Qué?.

Justo en ese momento, Faisal entró en el salón donde estábamos sentadas tomando un té.

-Buenas tardes. Tú debes de ser Rose.

Se acercó a ella para darle la mano y vi la cara de Rose cambiar de tono en menos de un segundo. Había llegado el momento asi que aspiré aire y hablé.

-Te presento a Faisal. Mi prometido.

-¿Cómo?

-Encantado de conocerte, Rose. Zoe, me ha hablado mucho de tí.

-¿Es por esto qué no has ido a mi boda?.

-Han ocurrido ciertas cosas que debo contarte, Rose pero hacerlo por teléfono no me pareció adecuado es por eso que te dije que debía recuperar varias asignaturas.

-¿Os dejo solas?. Puedo llevarme a la pequeña Rose y salir a buscar algo para comer.

Mi hermana lo miró como si estuviera loco o no fuese de fiar.

-Me parece perfecto, Faisal quizás Rose sea pequeña pero no me agrada comentar esto delante de ella.

-¿Hamburguesas?.

-Eso estaría perfecto, Faisal.

Me dió un beso para despedirse y me dejó con Rose quien me miraba con cara de "no te vas a librar de tu bronca de hermana mayor".

-¿Tenías pensado decirme algún día que te ibas a casar con semejante pivón?.

-Tenía previsto deciroslo en Grecia pero las cosas se torcieron demasiado.

-¿Cómo se torcieron?. Empieza por el principio, ¿quién ese?. ¿Dónde lo has conocido?.

-Es Faisal Maalouf, catedrático de Literatura árabe en la universidad de Doha, lo conocí llegando tarde a sus clases y después de odiarnos, decidimos amarnos y empezar una vida juntos.

-¿Tu profesor?. ¡Zoe!

-No estás en condiciones de darme una lección, Rose.

-Supongo que no, que los Seacrest somos susceptibles de ser protagonistas de novelas de género romántico. ¿Entonces decidistéis amaros este verano y pasar de la boda de tu hermanita?.

-No exactamente. No se como explicarte esto, Rose pero te pido por favor que no salga de aquí.

-Me estás asustando, Zoe.

-Y no es para menos. Un compañero de clase obsesionado conmigo me secuestró, torturó y casi violó y si no es por Faisal y su eficiente ex novia, a estas alturas estaría muerta.

-¿¿Qué??.

-Y aún hay más. Me dió tantos golpes en la barriga que me hizo perder a mi hijo.

-¿Estabas embarazada?.

-Sí pero aún no lo sabía. Apenas estaba de unas pocas semanas

-Cuánto lo siento,Zoe. No te preocupes.  Seguro que Faisal y tú podréis concebir de nuevo pronto.

-Esa es la peor parte.

Me lancé a sus brazos y lloré mientras me acariciaba el pelo como cuando éramos pequeñas.

-No podré volver a quedarme embarazada, Rose.

Y esa era la verdad que más me dolía de todas.

Desierto De Amor (Zoe Seacrest) (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora