Desierto De Amor (Zoe Seacrest) (COMPLETO)

¿Dónde estás?

No quería ser celoso y mucho menos prohibirle a Zoe que saliese con sus amigas. Evidentemente, tenía una vida anterior a mí y cuidar su círculo de amistades era algo más que comprensible pero cuando la vi marcharse de su casa, la casa que ahora ambos compartíamos, me dió um vuelvo el corazón porque lo que realmente me apetecía era pasar el tiempo con ella.

Traté de distraerme corrigiendo algunos exámenes pero no me llevó mucho tiempo. Excepto el de Zoe que volvía a tener una matrícula, el resto estaban bastante desprovistos de respuestas.

Encendí la tele después para hacer sueño antes de irme a la cama pero el sonido del timbre me impidió incluso llegar a sentarme. Abrí la puerta de mala gana. ¡Las doce de la noche no eran horas de venir a molestar!.

-¿Gigi?.

Estaba bastante acalorada, como si hubiese venido corriendo y supe en ese instante que algo no estaba yendo tan bien como debiera.

-Faisal,  siento venir a molestarte a estas horas pero tengo algo importante que decirte.

-¿De qué se trata?.

-Ya sabemos quien está detrás de los emails que Zoe y tú recibistéis.

-¿Quién?.

-Isam Alabi.

-¿Isam Alabi?.

-¿Lo conoces?.

-Era un antiguo alumno mío. Desapareció del campus un día después de que casi le rompiese la cara por intentar propasarse con Zoe.

-Tiene su sentido. Puede que haya sido el despecho el que lo haya instado a actuar. De todos modos, eso no es lo que me preocupa.

-¿Y qué es entonces, Gigi?.

-Al parecer tiene una lista bastante importante de pequeños delitos como robos en tiendas de ropa pero hay uno que sobresale por encima de todos. La policía le puso una orden de alejamiento de su ex novia. No se tomó muy bien que lo dejase y trató de violarla.

-¿Qué dices, Gigi?.

-Sí, a mi también me preocupó por eso vine a avisaros. No debes perder de vista a Zoe, Faisal.

Bajo la atenta mirada de Gigi, cogí las llaves de mi coche y después tiré de ella.

-¿Qué pasa, Faisal?.

-He de ir a the pearl.

-¿A qué?.

-Zoe está allí y yo tengo un mal presentimiento.

-Te acompaño.

Conduje a toda prisa hasta la dichosa discoteca donde Gigi y yo empezamos a buscarla por todos lados sin demasiado éxito.

-¿Sabes con quién ha venido?.

-Con una amiga pero no tengo ni idea de quien es.

-No cunda el pánico. Dime el número de teléfono de Zoe.

-¿Vas a llamarla?.

-No, voy a localizar su móvil.

-Se te están pegando cosas muy raras desde que te juntas con tus amigos delincuentes.

-Yo las llamaría prácticas, Faisal.

Introdujo el número en una aplicación móvil y con el alma en vilo, esperé a que aquella cargara.

-Ya está. Según esto, está en la discoteca. Sigue mirando por aquí yo iré al baño de chicas.

Continué oteando en la oscuridad de la sala tratando de encontrar a Zoe entre toda aquella gente. Sinceramente, no sabía como podía gustarle aquel antro de música atronadora. Poco después de confundirla con una chica, Gigi me asaltó y me llevó de la mano hasta el baño.

-Faisal, me temo que tus sospechas eran acertadas. Algo no muy bueno ha pasado.

-¿Cómo?.

En el suelo del baño yacía el bolso de Zoe junto a un pequeño charco de sangre.

¡Oh, Isam! Más te vale no haberle hecho daño a Zoe porque de lo contrario juro que te mataré.

Empezaron a picarme los ojos y unas lágrimas brotaron de ellos. ¿Qué haría sin Zoe?.

-Faisal, debes mantener la calma.

-¿Cómo, Gigi?. ¿Sabes lo importante que es para mí?.

-Lo se, Faisal. Te enfrentaste a tu familia por ella. Ese pequeño detalle habla por sí solo pero debemos hacer las cosas por orden, ¿de acuerdo?. Llamaremos a la policía y después conseguiremos el número de teléfono de Isam.

-¿Y sí es demasiado tarde?.

¿Y si ese malnacido estaba haciéndole a mi dulce Zoe algo tan malo que ella no fuese capaz de olvidar nunca?.