Definitivamente, amaba Malta y es que no había nada que pudiese compararse al mar mediterráneo con sus aguas cálidas y cristalinas. Durante el tiempo que estuvimos en la isla disfruté enormemente de sus playas y de su espléndida gastronomía que tanto me recordaba a la italiana. No en vano, Sicilia estaba a unos noventa kilómetros y me sentí en casa de nuevo.
-¿Echas de menos Italia?.
-En parte sí aunque no me puedo quejar. Fue decisión mía quedarme en Qatar y la verdad es que no me arrepiento de ello. De lo contrario, no te hubiese conocido.
-No se porque esperaba que me dijeses que echabas de menos la comida.
-También pero eso ya era de suponer, ¿no?.
-A todas luces tratándose de Zoe Seacrest.
Cuando se acabó nuestra última semana de vacaciones, una lagrimita se me escapó al subirme en el avión de vuelta a Doha.
-Volveremos pronto, Zoe. Te lo prometo.
Faisal había cambiado tanto. De querer putearme cuando lo conocí a estar siempre pendiente de mi bienestar. Supongo que nuestras absurdas separaciones nos habían enseñado a saber amarnos sin ninguna clase de condición.
Fue estando ya en Doha cuando recibí una llamada de mi antigua compañera de trabajo. Por lo visto se había separado de su marido y necesitaba una noche de chicas. Realmente, no me apetecía ni lo más mínimo. Me había tranquilizado bastante en lo referente a las fiestas pero ella me había apoyado cuando la necesitaba así que quedamos para ir a the pearl esa misma noche.
-Te voy a echar de menos, algodoncito.
-¿Algodoncito?
-Sí, eres mi dulce algodoncito de azúcar.
Le dí un beso en la nariz y después me fuí de casa no sin antes prometerle que no me bebería hasta el agua de los charcos.
Tras darle el encuentro a mi amiga y consolarla por su divorcio, fuímos directas a the pearl a bebernos un buen copazo.
-¿Qué tal todo, Zoe?. Yo me veo hecha una mierda pero tú tienes una luz en los ojos que deslumbraría a cualquiera.
-He conocido a alguien.
-¿Ah si?. Perdoname por meterme donde no me llaman pero siempre supe que lo tuyo con Ibrahim no iba a ninguna parte.
-Todos lo sabían menos yo pero eso ya es agua pasada.
-¿Y quièn es el afortunado?.
-En teoría, pocos saben de nuestra relación pero se trata de mi profesor de literatura.
-¿Tu profesor de literatura?. ¡Oh, Zoe!. Eres tan fan de lo prohibido.
-No prohibido. Después de enero dejarà de ser mi profesor así que podremos celebrar nuestra unión sin que nadie nos juzge por ello.
-¿Ese anillo que reluce más que tu mirada significa lo que yo creo?.
Asentí sonriente y después me abrazó para felicitarme.
-Te deseo de corazón que tu futuro marido sea mejor que el mío, aunque no es muy difícil y seáis siempre felices. ¿Lo celebramos con un baile?.
-Por supuesto.
Bailamos y bebimos como locas haciendo hueco de vez en cuando para apartar a los moscones que había a nuestro alrededor hasta que una repentina gana de vomitar vino a mí y me excusé rápidamente para ir al baño. Algo me debía de haber sentado mal, quizás el volver a tomar cantidades ingentes de especies después de la semana de relax mediterráneo.
Me mojé la cara con agua fría en el lavamanos y un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando en el reflejo del espejo vi a un hombre cuyos ojos yo recordaba alegres y que ahora me miraban con odio.
Antes de poder reaccionar, de preguntarle qué quería o de poder pronunciar siquiera su nombre, pasaron una serie de cosas que no hubiese esperado ni en mis peores pesadillas.
Primero un golpe fuerte que me desestabilizó, después el frío suelo y sangre caliente recorrer mi cara y por último, un desmayo que creo mi propio cuerpo provocó para protegerme del dolor tan intenso que estaba sufriendo.
A partir de ahí, ya tan sólo puedo recordar la noche con la que el letargo del sueño me cubrió. ¿Seguiría viva?.
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Desierto De Amor (Zoe Seacrest) (COMPLETO)
Romance💕ATENCIÓN💕 ❤ESTA ES LA CONTINUACIÓN DE "AMOR SIN CLAÚSULAS". NO OS AVENTURÉIS A LEER ESTA ANTES SINO QUERÉIS SABER EL FINAL ANTES DE TIEMPO ❤ Cuando la hermana de Zoe se ve obligada a irse de Qatar, ella decide quedarse a estudiar en el país árabe...