Desierto De Amor (Zoe Seacrest) (COMPLETO)

Capítulo Diecisiete. ¿Cómo olvidarte?.

-Señorita Seacrest, creo que usted y yo teníamos una  cita en mi despacho. ¿Cree qué  puede llegar tarde y salir indemne?.

¡Joder, Faisal!. ¿Por qué te empeñas en ser mi sombra cuando sólo quiero rehuirte?.

Una vez más y por no hacer el tonto delante de Samara hice caso a Maalouf siguiendo sus pasos. No sabía qué es lo que tenía que decirme pero, sinceramente, me importaba una mierda. Ni siquiera le miré el culo. Estaba tan harta.

Me cedió el paso una vez llegamos a su despacho y, una vez allí, se limitó a darme un papel.

-Adelante. Léelo.

-¿Por qué habría de hacerlo?.

-Probablemente te preguntes toda tu vida qué es lo que hay escrito.

Te conoce demasiado bien, Zoe.

Lo se y me fastidia.

Leí el dichoso papelito rápidamente para no invertir demasiado tiempo en su presencia pero su contenido era demasiado revelador.

-¿Es un justificante?.

-Sí. No se si acudiste a la cita o no pero temía que, de haberlo hecho,no me creyeras cuando te dijese que ayer no pude estar a tiempo por culpa de una estúpida huelga de controladores. Se que te dije que te dejaría en paz pero....

Lo miré a los ojos y volví a ver en él a Faisal y no a Maalouf. Su preciosa mirada azul me indicaba que aún no me había olvidado y yo a él tampoco.

Avancé hacía él. Queria tocar su rostro, sentir que volvía a estar en frente de mí tan dulce como siempre.

-¿Por qué no llamaste?.

-Una larga historia, Zoe.

-Ya habrá tiempo para que me la cuentes.

Lo besé pues nada ansiaba más que eso. La pasión que contenían nuestros cuerpos era demasiada por lo que después de cerrar la puerta con llave, acabamos haciendo el amor encima de la mesa de su despacho.

Tiró de un sólo golpe todo lo que había sobre ella para después depositarme con cuidado encima. No duramos mucho con la ropa puesta.

-Zoe, eres más preciosa de lo que imaginaba.

Ambos estábamos demasiado excitados aunque entró dentro de mí con cuidado adaptándose poco a poco a mí. La sóla sensación de estar en su despacho haciéndolo como dos amantes secretos, me ponía los pelos de punta haciéndome enloquecer tanto que a punto estuve de gritar.

-Shhhh,Zoe. Aún eres mi alumna.

Me tapó la boca con un beso mientras yo gemía sintiendo el orgasmo cerca. Sus estocadas eran tan certeras que no pude dejar de revolverme sobre aquella mesa cuando un súbito calor recorrió mi cuerpo haciéndome temblar y sudar bajo él.

El contacto visual que manteníamos me ponía demasiado así que los orgasmos se sucedieron uno tras de otro hasta que no pude más y Faisal culminó.

Me abrazó después de hacer el amor. ¿Era o no era adorable?. ¡Y pensar que a punto había estado de separarme de él por pura cabezonería!.

-Te amo, Zoe. Nunca había echado tanto de menos a una persona como a tí.

-Te amo, Faisal. Yo también te he echado de menos.

-Pues dado que hoy empiezan las vacaciones de verano, ¿qué te parece si nos vamos por ahí a celebrar nuestro reencuentro?.

¡Mierda! Tengo que anular el vuelo a Bolonia.

-¿No te apetece?.

-Sí, tan sólo he recordado que debo anular un vuelo de vuelta a Bolonia.

-¿Pensabas irte?.

-Lo decidí ayer cuando fuí a tu casa y no estabas.

Me estrechó entre sus brazos y nuestras lágrimas se mezclaron mientras nos besábamos.

-Lo siento tanto, Zoe.

-He sido una idiota, Faisal. Creí a aquellos emails antes que a tí. Debí haberte dado una oportunidad pero mi ego y mi mala leche me jugaron una mala pasada que por poco no nos separa para siempre.

-Un momento, ¿emails?.

-Sí, recibí otro el otro día. Por suerte, Gigi me llevó a un digamos "informàtico" que me sacó de dudas.

-¿Gigi te llevó?. ¿Cuántas más cosas han pasado, Zoe?.

-Creo que a parte de estar sufriendo un complot para separarnos,no hay nada más de especial relevancia.

-Sospechaba que fuese un complot.

-Ya pero no te preocupes Abdul está investigando.

-Zoe, ¿qué más cosas ha hecho Gigi contigo?.

-Una manicura perfecta y una sesión de belleza. Nada del otro mundo.

Pasamos el resto del día juntos. En verdad me resultaba difícil creer que volvía a estar a su lado, que al fin habíamos vencido nuestras diferencias y que la vida se mostraba feliz ante nosotros.

Mientras cenábamos en mi casa, me hizo una confesión que me dejó fuera de mano.

-Zoe, todo este tiempo lejos de tí, me ha resultado demasiado duro. Apenas sabía por donde caminaba porque me faltabas tú. Tu sonrisa, tu carácter, tu forma de mirarme, tus besos y tus lindos ojos. Por eso he decidido que pase lo que pase, no quiero separarme nunca más de tí porque la vida sin Zoe Seacrest se me antoja austera, dura y oscura.

Se arrodilló en frente de mí dejándome totalmente flipada.

-Zoe, me hubiese gustado preguntártelo ayer pero el destino es caprichoso asi que te lo pregunto hoy. ¿Quieres casarte conmigo?.

¿Casarme?. ¿Con mi profesor?. Un día estábamos enfrentados y al día siguiente me pedía matrimonio. ¿No es esto cosa de locos?.