Hibrida

Capítulos 14

Narra Leela

Mientras mis padres hablaban con los padres de Derek nosotros nos quedamos en la sala con Thiago y Trina, yo con Trina en mis brazos y Derek lo tenia a Thiago.

-¿Es necesario que mañana vayamos a la escuela?- me pregunta Derek elevando a Thiago sobre su cabeza, mientras Trina dormía entre mis brazos.

-Lamentablemente si es necesario- le digo mirándolo, Thiago comienza a llorar, el se levanta y se va a la cocina con el en sus brazos, acomodo a Trina en el sofá con almohadas a su alrededor para que no se caiga, lo sigo a Derek hasta la cocina y observo como le prepara una mamadera a Thiago, con una sonrisa me acerco a el y tomo al bebe, que aun lloraba, entre mis brazos.

-Serias genial como padre- le digo acariciando la mejilla del bebe para que se tranquilice, Derek termina de hacer la mamadera y se acerca para dársela a bebe que seguía entre mis brazos, tomo la mamadera y se la doy yo. Derek se coloca detrás mio y me toma de la cintura colocando su barbilla en mi hombro.

-Tu serias genial como madre- me dice dejando un leve beso en mi cuello, yo lo miro por sobre mi hombro y le doy un pequeño beso en los labios, escuchamos voces en la sala por lo que vamos hacia allí, nuestros padres ya habían terminado la repentina reunión.

-Leela, ya debemos irnos- me dice mi padre, yo asiento y le paso el bebe a Derek, dejo un beso en sus labios y me despido de Thiago con un beso en su frente.

Salimos de la casa de Derek y vamos hasta nuestra manada, al llegar me despido de mis papas y voy directo a mi habitación, me cambio la ropa que tenia puesta por mi pijama, apago todo y me acuesto a dormir. A la mañana siguiente me despierto y lo primero que hago es ir al baño, me doy una ducha, al salir me pongo un short de jean, con una camiseta bordo, unas botitas negras con un poquito de taco, me seco el pelo y me hago rulos en las puntas, tomo mi mochila, mi celular y salgo de la habitación, bajo las escaleras saludando a los guardias igual que siempre, llego a la sala y veo mi desayuno en la mesa, mi padre no estaba y mi madre estaba sentada desayunando, me acerco a donde esta ella y beso su mejilla, me siento en mi lugar y comienzo a comer.

-¿Y papa?- pregunto tomando un poco de juego recién exprimido de naranja.

-Hubo ataques en la frontera norte, fue a ver que sucede- me dice y yo la miro incrédula.

-Pero yo soy la alfa ahora, ¿porque no me aviso a mi?- pregunto algo enojada, no puedo creer que no confié en mi para resolver simples problemas como un ataque de rogers.

-No quería molestarte y aparte aun eres su chiquita y eso lo sabes- me dice y yo asiento, mi padre aun me sostiene en guante de oro creyendo que sigo siendo pequeña, pero lo que no entiende es que ya estoy grande, si me puso al mando de una manada por algo fue, no simplemente porque soy su hija, aunque eso influye mucho, el que quiera puede tomar el poder de la manada, si lucha contra el actual Alfa y logra ganarle se queda con el trono, aunque los alfas de sangre pura por lo general ganan ya que nacen con instintos de líder.

Una vez termine de desayunar salgo de la casa después de despedirme de mi mama y me encuentro con Yanet, comenzamos a caminar ambas hacia la escuela, hoy era Jueves, ayer no tuvimos clases por una fuga en el laboratorio, este es mi primer día en la escuela desde que soy Alfa, mentiría si digo que no estoy nerviosa, al llegar a la escuela lo primero que hago es esconder mi aroma de Alfa, no me gustaba presumir y no lo iba a hacer. Todas las miradas se dirigen a donde estamos nosotras, con Yanet las ignoramos e ingresamos directo a nuestros casilleros.

-Esto es más incómodo que antes-me dijo encogiéndose de hombros haciendo que yo ría.

-Debemos acostumbrarnos, después de todo somos importantes-le digo sonriendo y ella hace lo mismo, unas manos se sitúan en mi cintura y un pequeño beso se sitúa en mi cuello, me giro con una sonrisa al sentir su aroma y le doy un beso en los labios.

-Hola mi reina- me dice Derek luego de separarnos.

-Hola mi Alfa-le digo con una sonrisa, un carraspeó se escucha detrás mío y veo como Caleb, Yanet y Esme nos observan con una sonrisa en sus rostros.

-¿Terminaron su escena romantica?- pregunta Esme y los demás ríen.

-Sabes Derek, no me estaría gustando que toques y beses tanto a Leela, ella es como una hermana para mí y yo soy como su hermano sobreprotector hasta que su verdadero hermano nazca y se una a mi-le dice Caleb y yo sonrío.

-Mejor cállate que yo no digo nada cuando andas besando y tocando a mi pequeña hermana- dice Derek haciendo que Esme ruede los ojos, que Caleb se ponga un poco pálido y que Yanet y yo riamos.

-Si ya terminaron sus escenas de celos debemos ir a clases- digo ya con mis libros en la mano y cerrando mi casillero, Yanet imita mi acción, miro a Derek y le doy un pequeño beso de despedida. -Buscame después de clases- le digo y comienzo a caminar junto a Esme y Yanet a la clase de matemáticas.

(...)

Luego de una hora aburrida de matemáticas y de que todas las miradas estén puestas en nosotras tres, salimos del aula para esperar a los chicos, los cuales nunca llegaron por lo que decidimos ir a la cafetería donde no agarramos nada para comer y nos sentamos en nuestra mesa de siempre, hablamos unos minutos y Yanet decidió ir por su comida y la de Esme ya que yo lo quería comer, una vez volvieron se sentaron en frente mío.

-¿No creen que es raro que los chicos no estén acá?- pregunta Esme y yo asiento sacándole una papá a Yanet llevándola a mi boca.

-Por allí está Caleb- dice Yanet señalando la fila para pedir comida.