Hibrida

Capítulo 27

Maratón 3/4

-YASMIN- grita Derek una vez entramos a la casa, mí madre baja las escaleras con Ariadna en sus brazos y nos mira extrañados.

-¿Que sucede?- pregunta mí madre siguiéndonos ya que Derek me estaba arrastrando hasta mí despacho dónde estaba mí padre.

-Necesito tu ayuda- entramos al despacho y mí padre nos queda mirando, Derek me guía hacía un sillón, pone sus manos en mis hombros y hace que me siente, se dirije a un pequeño armario que estaba en el despacho y toma una remera que era de Caleb, me la das y yo me la pongo haciéndole un pequeño nudo ya que me quedaba enorme.

-¿Que sucede?- pregunta esta vez mi padre, mi madre levanta sus hombros dándole a entender que ella no sabe.

-Leela- me dice Derek esperando a que les diga, yo bufo y ruedo mis ojos.

-Fuí a entrenar un rato- comienzo a hablar y los ojos de mis padres se abren más de la cuenta. -Golpeando el saco de boxeo lastime mis nudillos y estos todavía no sanan- les muestro mis manos, mis padres se me acercan a ver mejor las heridas las cuales todavía tenían algo de sangre fresca, Derek se acerca a mi madre y toma a Ariadna en sus brazos. -Ademas hice lucha cuerpo a cuerpo con uno de nuestros mejores guardias y como podrán ver las heridas de mi rostro siguen estando y los moretones de mis costillas- levanto un poco mis brazos para que vean mejor los moretones.

-Sientate en el sofá que te curo y luego vemos porque no lo haces por tu cuenta- me dice mi madre, yo asiento y me dirijo al sofá, allí me siento, mi madre se para frente a mi y toma mis manos. -Cierra los ojos- hago lo que me dice y ella comienza con el hechizo hablando el latín, siento un pequeño ardor en mis heridas y los moretones. Luego de algunos minutos dejo de sentir ese ardor y las manos de mi madre se alejan, abro mis ojos y miro mis manos las cual ya estaban como nuevas.

-¿Porque crees que no sano por mi cuenta?- le pregunto a mi madre levantándome del sofá.

-Hay restos de muérdago en tu organismo haciendo que afecte a tu parte loba- me explica mi madre la cual está siendo abrazada por la espalda por mi padre. -¿Has hecho algún hechizo esta última semana?- pregunta y yo niego con la cabeza.

-¿Crees que este afectando también mi parte hechicera?- pregunto algo preocupada mientras juego nerviosa con mis manos, miro hacia donde está Derek y veo como mantiene entretenida a mi hermanita de dos meses.

-¿Quieres que veamos si te afectó la magia?- mi padre llama mi atención haciendo que lo mire, asiento levemente y mi madre se me acerca.

-Vayamos a la sala de entrenamientos a ver- dice mi madre y me toma de la mano dedicándome una pequeña sonrisa, vuelvo a asentir, mi padre toma de los brazos de Derek a Ari, toma la mano de mi madre y comienzan a caminar hacia la puerta, Derek se me acerca y me abraza.

-Todo estará bien ¿Si?- me dice sonriendo, le devuelvo la sonrisa y me da un beso en los labios, nos separamos, el toma mí mano y salimos de mí oficina detrás de mis padres rumbo a la sala de entrenamientos. Al llegar este estaba vacío, vamos a la sección en donde yo entrené hace años mí parte hechicera, mí padre se queda a un lado con Ari, Derek me dan un pequeño beso en la frente y va junto a mí padre, con mí madre nos paramos en el centro de la sala y mí madre crea una barrera protectora hacía mí padre, mí hermana y mí mate, miro a mí madre y ella toma mis manos.

-¿Lista?- me pregunta, yo suelto el aire de mis pulmones y asiento. -Bien, empecemos por algo sencillo- dice mí madre, se aleja unos pasos de mí y extiende sus brazos a los lados de su cuerpo. -Hazme flotar- yo asiento y cierro mis ojos concentrándome.

-Es tu momento Lucy- le digo haciéndola sonreír, muevo un poco mis manos y hago el hechizo, abro los ojos y lanzó el hechizo a mí madre haciendo que lentamente se levante del suelo, cuando está a una altura razonable mí magia hace una falla haciendo que trastabille un poco pero logro mantener estable a mí madre, la hago descender lentamente y cuando sus pies tocan el suelo suelto el aire que estaba aguantando en mis pulmones.

-Muy bien, ahora intenta controlar los elementos- al ser hechiceras y tener una fuerte confección con la tierra podemos controlar los 4 elementos, no todas las hechiceras pueden pero al pertenecer a la realeza podemos controlarlos a la perfección.

Me vuelvo a concentrar y pienso en el agua saliendo de mis manos, así sucede y comienzo a hacer figuras con ella, sonrió y hago que desaparezca el agua, ahora intento con el fuego, este sale de mis manos y comienzo a hacer algunas figuras, se me sale un poco de control pero mí madre logra ayudarme a controlarlo nuevamente, hago desaparecer el fuego y pruebo con el aire, el viento sale de mis manos y forma un remolino, hago que desaparezca y con fuerza piso el suelo haciendo que esté comience a quebrarse y salgan pequeñas flores.

-Los tienes bien controlados, al parecer tu parte hechicera está intacta- dice haciendo desaparecer la barrera protectora. -Intenta transformarte en lobo- me dice, yo asiento y respiro profundo.

-Layka es tu momento de salir- digo y siento a mi loba contenta, un dolor comienza a aparecer en todo mí cuerpo como la primera vez que me transforme, mis articulaciones comienzan a salirse de lugar y acomodarse nuevamente, abro mis ojos los cuales había cerrado por el dolor y veo mí pelaje blanco, feliz comienzo a saltar y correr por todo el lugar ganandome las risas de mis padres y Derek, me acerco a dónde están ellos y me vuelvo a transformar en humana.

-Bueno, al parecer está todo bien, en unos días estarás como nueva y sin rastros de muérdago- dice mí madre feliz, yo sonrió y Derek se me acerca abrazándome por la espalda. -Lo único que debes hacer ahora es ir al hospital a darte un antídoto para ver si los efectos del muérdago se van más rápido- yo asiento ante lo que dice.

-Te acompaño- me dice Derek, toma mí mano y comenzamos a caminar hacia la salida, salimos del lugar y caminamos tranquilamente hacía el hospital, todas las personas que nos ven nos sonríen y nos saludan, nosotros encantados les devolvemos el saludo. Llegamos al hospital y nos encontramos con el Doctor Daniels, el es colega de mí madre.

-Buen día Dr. Daniels- lo saludo cortésmente.

-Reina Leela, ¿Cómo se encuentra?- me pregunta y podía notar preocupación en su rostro, el ayudo a mí madre cuando me inyectaron el muérdago.

-Estoy bien Doctor, mí madre me mandó para que me inyecten antídoto- le digo, el asiente y nos guía hasta una habitación, allí yo me siento en la camilla a esperar, el doctor busca todo lo que necesita y se acerca, Derek se quedó apoyado en la pared cerca de la puerta con los brazos cruzados.

-Esto arderá bastante, así que lo recomendado es que usted la lleve devuelta a la mansión- dice mirando a Derek y el asiente, el doctor se acerca estira mí brazo, ata una cinta en mí brazo y con un algodón impregnado en alcohol limpia un poco más arriba del antebrazo, toma la jeringa, busca una vena y cuando la encuentran clava la aguja de la jeringa y libera el líquido, saca la aguja y coloca un algodón limpió en donde fue la inyección, suelta la cinta que estaba atada en mí brazo y comienzo a sentir como mí cuerpo comienza a arder, era doloroso pero soportable, hago una mueca de dolor por un segundo y luego me relajo. -Bien, ya está, puedes llevarla a la mansión- le dice a Derek, el se acerca a dónde estoy y me ayuda a levantarme de la camilla, nos despedimos del doctor y salimos del hospital directo a mí casa.