Hibrida

Capítulo 32

Narra Leela

Todo el camino devuelta a mi manada me la pasé pensando que hacer y llegué a un pensamiento final, voy a ir al reino de mi madre junto a mis abuelos, recupérare mi parte vampira y volveré cuando sea seguro.

Al llegar a mi manada bajo a mi hermanita, la dejo con la niñera ya que mis padres no llegaron aún, subo a mi habitación donde tomo una mochila con algunas ropas, no muchas ya que en el reino vampiro tengo ropa y también tomo las cosas de la escuela ya que no pensaba seguir faltando, guardo todo y salgo de la casa subiendo me nuevamente a mi auto.

-Papá, necesito que le digas a Caleb y a Yanet que quedan a  cargo de la manada por unas semanas, yo iré al reino vampiro a recuperar a Lana y necesito pensar un par de cosas- le digo a mi padre mediante el link y luego me conecto al link con mi mamá.

-Mamá, ¿Podrías ayudar a Derek en lo que necesite?- le pregunto y al ratito recibo su respuesta.

-Claro que si hija ¿Que paso?- me pregunta preocupada.

-Una chica apareció diciendo que estaba embarazada y que el bebé era de él- una pequeña lágrima se me escapa y rápidamente suelto el volante para limpiarla.

-Tranquila Leela, yo me encargo- dice y yo sonrió.

Sigo manejando hasta llegar a los límites del reino vampiro, freno y espero a que aparezca algún guardia, al hacerlo me observa con una sonrisa.

-Buenas tardes señorita- me dice y yo le dedicó una sonrisa, hace una seña al guardia de la reja y este lo abre para que pase.

-Muchas gracias- arranco el auto y manejo por el pueblo hasta llegar al castillo de mis abuelos, estaciono el auto y bajo con mí mochila colgada del hombro, me dirijo a la puerta y esta es abierta por un guardia.

-Sus abuelos están en el salón del trono en una reunión- me dice el mayordomo apenas me ve entrar. -Si desea princesa podemos escoltarla a su habitación o puede esperar a sus abuelos en la sala.

-Ire a mí habitación y que alguien vaya a avisarme cuando ellos termine su reunión- le digo y el asiente, camino hasta mí habitación e ingreso tirando mí mochila a la cama, me dirijo a mí armario y cambio mí ropa por un vestido negro de encaje, una regla que tengo para quedarme en el reino vampiro por ser la princesa debo usar vestidos, lo cual no me disgusta pero tampoco lo amo, coloco unos pequeños tacos también negros en mis pies y arreglo mí pelo, escucha la puerta ser golpeada mientras coloco mí pequeña corona. -Adelante-

-Princesa, sus abuelos la esperan en el salón del trono- me dice una de las mucamas, asiento y le dedicó una sonrisa, ella se me acerca y acomoda mejor la corona. -Así está mejor.

-Muchas gracias- digo y salgo de la habitación, bajo las escaleras que son eternas hasta llegar a la planta baja y voy a la sala del trono, entro y veo a mis abuelos en sus tronos correspondientes, mí abuela al verme se levanta y se acerca a abrazarme.

-Mi niña, tanto tiempo- dice dándome un beso en la mejilla sin soltarme aún.

-Hola abuela- le digo y ella me suelta, mí abuelo se acerca y también me abraza.

-¿Cómo te encuentras Leela?- pregunta mí abuelo con una sonrisa y yo se la devuelvo.

-Estoy bien abuelo, ¿Ustedes cómo están?- pregunto y comenzamos a caminar hacia una de las salas del castillo.

-Estamos bien Leela, dinos ¿Que te trae por acá?- pregunta mí abuela sentándose en el sofá grande junto a mí abuelo mientras yo me siento en un sofá individual.

-Como ya sabrán mí parte vampira no sobrevivió al muérdago- digo y ellos asienten. -Bueno, a lo que vine, es a recuperar esa parte vampira- les digo mirándolos seriamente. -Necesito que el abuelo me muerda-

-¿Sabes lo que conlleva la mordida no es así Leela?- pregunta mí abuela preocupada, yo suspiro y asiento.

-Lo se abuela, no es una decisión que tome a la ligera, lo estuve pensando mucho tiempo pero si existe la posibilidad de volver a tener a Lana la quiero- digo y esta vez ambos asienten.

-¿Cuando quieres que pase?- pregunta mí abuelo con una sonrisa.

-Si les parece puede ser ahora- digo y ambos asienten, nos levantamos de dónde estamos y vamos a las celdas en el sótano del castillo, allí caminamos hasta una de las celdas vacías, allí me siento en una silla y soy atada a esta por cadenas de oro, esto es debido a que las primeras 24 horas después de la mordida no se puede controlar la sed de sangre humana, después de ese lapso ya puedo ser llevada a mí habitación donde me mantiene encerrada otras 24 horas dándome sangre animal y luego ya puedo ser libre.

Mí abuela se me acerca, toma mí corona y corre todo mí cabello hacía un lado dejando mí cuello libre, yo inclinó la cabeza hacia un lado y suelto un suspiro por los nervios, mí abuelo se coloca detrás mío, me toma de los hombros y acerca su rostro a mí cuello, sus colmillos salen y son clavados en mí cuello, un gemido de dolor sale de lo más profundo de mí garganta, él succiona algo de sangre a la vez que inyecta el veneno, cuando cree que ya es suficiente se separa de mí.

Mí respiración era lenta y no tenía fuerza para mantener la cabeza recta, sentía como mí cuerpo ardía ante el veneno que ahora recorría mí sistema nuevamente, en un momento la adrenalina en mí sistema se dispara y comienzo a intentar liberarme de los agarres que me sostenían a la silla de metal, mis ojos eran rojos carmesí y mis colmillos estaban fuera, sentía mucha alegría al saber que volvía a ser vampira, veo como mis abuelos salen de la celda y la cierran para luego irse y dejarme sola luchando contra las cadenas y la sed de sangre.

A partir de este capítulo intentaré actualizar todos los lunes hasta terminar la historia.

Sofi.