Capítulo 20

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Salimos del hospital junto a Derek, mí padre se quedó con mí madre y Ariadna ya que las dejarían está noche en observación y mañana le darían el alta, nos dirigimos al auto donde nos subimos y Derek manejo hasta mí casa, al llegar bajamos, el me toma de la mano y caminamos hacia la puerta de mí casa.

-Puedes llevarte mí auto y mañana me vienes a buscar- le digo para que no vaya en su forma lobuna hasta su manada, no era muy lejos ya que nuestras manadas estaban pegadas pero ya se estaba haciendo de noche y podía ser peligroso.

-Bien, nos vemos mañana mí reina- me dice tomándome de la cintura y besándome pero nuestro beso es interrumpido al escuchar un grito.

-Alfa- me habla un guardia corriendo hacia donde nos encontrábamos. -Nos atacan- dice y comienza a caminar devuelta por dónde vino, Derek me mira y se transforma comenzando a correr detrás de mí guardia.

-Papá, nos están atacando, te mantendré informado, no dejes a Mamá y a Ariadna solas- le digo y sin esperar una respuesta de el me transformó yendo detrás de Derek y mí guardia, al llegar a la frontera Norte me encuentro con una gran grupo de Rogers y vampiros del otro bando atacando a mis guardias.

Al estar en mí forma lobuna no puedo usar mí magia por lo que me pongo a luchar cuerpo a cuerpo, un lobo se me tira haciendo que pierda un poco el equilibrio pero rápidamente me estabilizó y lo atacó intentando morder su cuello, así lo consigo no sin antes que un vampiro se me acerque y muerda mí pierna, gruño ante el dolor, obviamente no me haría nada ya que yo era vampira también, dejé el cuerpo inerte del lobo en el suelo y me giro para atacar al vampiro, logro matarlo y observo a mí ardedor encontrándome con el que parecía ser el líder del grupo.

Comienzo a correr hacia el mientras su mirada estaba fija en mí, cuando estaba llegando a dónde ese hombre salto abriendo mí hocico mostrando mis colmillos, estando a punto de llegar me quedo paralizada en el aire sin poder moverme, busco con la vista a la persona responsable de esto y me encuentro con un hombre escondido entre los arbustos haciendo el hechizo hacia mí, al notar que lo vi me lanza hacia un árbol haciendo que pierda el aire y lance un chillido de dolor, nuevamente me levantan en el aire pero está vez apretándome haciendo que el aire no entre a mis pulmones, debido a la falta de oxígeno mis fuerzas se van, haciendo que vuelva a mi forma humana.

-Ayuda- digo mediante el link hacia Derek y mí padre, cada vez se me dificultaba más mantener mis ojos abiertos y estar consciente.

-Leela ¿Donde estás?- escucho la vos de Derek en mí mente pero no tenía fuerza para contestas. -Leela- es lo último que escucho antes de quedar inconsciente.

(...)

Despierto abriendo mis ojos lentamente y lo único que veo es que estoy en una pequeña habitación donde no hay luz pero había una pequeña ventana por donde entraba la luz de la luna, estoy tumbada en el piso y en mis manos tengo como unos guantes de metal y cadenas de plata en las muñecas, era obvio que no querían que haga magia ni me transforme en loba. Me desespero un poco al no poder mover mis manos por lo que comienzo a tirar tratando de soltarme, el ruido que hacian las cadenas debieron alertar a los guardias ya que la puerta es abierta, por ella ingresan un hombre y una mujer que se ponen a casa lado de la puerta y luego ingresa otro hombre poniéndose en medio de los otros dos pero este me observa con odio.

Un aroma llega a mí haciendo que me ponga alerta, mis colmillos de vampiro crecen y mis ojos se ponen rojos, les muestro mis colmillos enojada pero ellos ni se inmutan. Malditos cazadores.

-No creas que con eso nos asustas pequeña reina- habla el hombre acercándose a mí pero manteniendo una distancia, me acerco lo más que puedo a ese hombro tirando de las cadenas y estirando al máximo mis brazos haciendo el mayor esfuerzo posible para morderlo pero no lo logro, el hombre levanta su mano y de un golpe en mí cabeza me lanza hacia atrás estampandome contra la pared, debido al golpe suelto el aire que estaban en mis pulmones y me cuesta reponerme. -No creo que sea conveniente que hagas estupideces- olvidé que los cazadores tienen más fuerza y velocidad que un humano común.

-¿Que es lo que quieren?- digo con un hilo de voz mientras recupero el aliento, levantó la cabeza y lo miro directo a los ojos, ya los colmillos y mis ojos rojos no estaban.

-Queremos tu manada, a la manada de tu Alfa y asesinar a todo ser querido que tengas, comenzando por tu padre- me dice acercándose cada vez más, me levanto del piso quedando de rodillas y solo lo observo mientras se acerca.

Una vez frente mío me toma del mentón y me mira con odio.

-Y créeme que lo lograremos- enojada hago aparecer mis colmillos nuevamente y lo muerdo en la muñeca haciendo que suelte un pequeño grito ante el dolor que siente cuando mí veneno ingresa en su organismo. -Mierda- dice y rápidamente se separa de mí, la chica que estaba a un lado de la puerta se le acerca con un paño y lo pone sobre su herida, yo sonrió escondiendo mis colmillos lamiendo su sangre de mis labios. -Inyectenle la plata y el oro líquido- dice con una mueca de dolor a la vez que mí sonrisa se borra apareciendo una expresión de terror.

Me pegó lo más que se podía a la pared mientras un guardia se acercaba a mí con una jeringa que contenía un líquido gris y otros dos me tomaban de los brazos, comencé a luchar para que me suelten pero no podía lograrlo, el chico que sostenía la jeringa me toma del cuello e inserta la aguja comenzando a introducir el líquido en mí organismo, un grito de dolor se me escapa al sentir mí cuerpo quemar, los tres me sueltan y se van de la habitación junto a su jefe que aún sangraba. Comienzo a revolcarme por todo el piso mientras tenía espasmos de dolor, sentía que todo mí cuerpo estaba en llamas, lo bueno es que fue una dosis para nada letal pero es buena forma de torturar a un lobo y a un vampiro, la plata es letal para los hombres lobos pero solo si ingresa al organismo, si no es así solo nos hace unas quemaduras que tardan en sanar y el oro es letal para los vampiros, al igual que los lobos, solo si ingresa al organismo. En cambio, el muérdago en letal para ambas especies, es por eso que no me sorprendería si me llegan a inyectar de eso también.

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