Hibrida

Capítulo 50 (parte 1)

Finalmente el día había llegado, hoy era el eclipse de luna, dónde nuestros poderes de hechiceros y nuestras partes lobos quedaban dormidas pero los vampiros se volvían seres sedientos de sangre por lo que debíamos encerrar a todos los vampiros del reino en el sótano del castillo. En este momento estoy ayudando a Eros a que todos los vampiros queden seguros en el sótano, mientras mi Delta distribuye a varios guardias de la manada por el reino vampiro para que lo protejan mientras los vampiros estamos encerrados.

-Leela- escucho que me llama Caleb, me doy la vuelta y me acerco a él. -Alguien quiere hablar con Eros- me dice y señala al límite del reino, miro hacia ahí y había dos guardias impidiendo el paso de Jane.

-Dejenla pasar- digo y les hago una seña a los guardias, estos se hacen a un lado, ella se acerca a donde estoy yo y hace una reverencia. -No hace falta que hagas eso, somos familia-

-Es un placer conocerla reina- me dice y yo le sonrió.

-Eres mi cuñada, llamame Leela, solo te pido que no se den cuenta de que eres una demonio- digo y ella asiente comprendiendo el porque, le hago una seña de que me siga y así lo hace. -Eros esta terminando de ayudar a la gente para que se acomoden- digo y  ella asiente. -Eros- le llamo y el se da la vuelta y luego sonríe.

-Jade- dice mi hermano acercándose a su mate, la abraza y deja un beso en sus labios. -Gracias por acompañarla-

-De nada, iré a la manada, vuelvo más tarde- digo y me transformo por última vez en lobo. Corro hasta mi manada disfrutando del aire en mi rostro, al llegar a la manada camino hasta mi casa e ingresó.

-Te estábamos esperando- dice mi padre bajando las escaleras. -Debemos encadenarlas en el sótano, ya es hora- me dice y mi madre sale de la cocina con una canasta en las manos, mi padre camina hacia el sótano mientras nosotras lo seguimos, bajamos las escaleras con cuidado, vamos hasta el fondo del sotano donde se encuentran unas cadenas amuradas, miro con algo de miedo las cadenas ya que la ultima vez que estuve encadenada la pase realmente mal, mi madre nota mi miedo y apoya su mano en mi hombro.

-Sabes que estas cadenas no te harán daño- me dice seria y yo asiento suspirando, mi padre encadena a mi madre y luego me mira, yo me acerco con algo de miedo, coloca las cadenas en mis pies y después la de mis manos, por un momento me desespero e intento soltarme.

-No, no, no, no quiero- digo tirando de las cadenas.

-Leela, tranquila- dice mi padre tomándome de la cara para que lo mire a los ojos, eso hago con la respiración agitada. -No te pasara nada, nadie te va a hacer daño- me dice y asiento levemente. -Me quedare hasta que comience el eclipse- dice y se sienta en una silla vieja que había a un lado.

-¿Y Eros?- pregunto junto cuando escucho la puerta del sotano ser abierta.

-Llegue, los abuelos se quedaron cuidando a los vampiros- dice Eros acercándose a mi padre, mi hermano ve mi cara de miedo y se acerca. -¿Te sientes bien?- pregunta con su mano en mi mejilla, yo lo miro a los ojos y asiento.

-Ahora me siento mejor- le digo con una leve sonrisa.

-Lamento todo lo que paso- me dice algo tímido y me dedica una pequeña sonrisa.

-No te preocupes, esta todo bien- digo y se acerca dejando un beso en mi frente.

-Eros- dice mi padre sujetando las cadenas para mi hermano, él me dedica una ultima sonrisa y se acerca a donde esta mi padre y lo encadena como a mi madre y a mí.

Muevo un poco mi cuerpo con incomodidad al sentir algo raro dentro de mí, noto como mi hermano realiza la misma acción y mi padre nos mira, mi madre estaba completamente tranquila.

-Esta comenzando el eclipse- dice mi padre y se levanta de donde estaba sentado. -Debo irme- dice, dejaban beso en los labios de mi madre y sale del sótano cerrando bien la puerta.

Por un pequeña ventana con barrotes noto como lentamente la luna es tapada, iniciando el eclipse, nuevamente me remuevo incomoda pero esta vez mis ojos se ponen rojos y mis colmillos salen.

-Deben respirar y mantener la calma- dice mi madre y yo miro a Eros el cual esta igual que yo.

Escucho a Eros tirar de las cadenas intentando soltarse, yo estoy tirada hacia adelante con la cabeza gacha mientras intento respirar para calmarme pero sucede algo que hace que levante la vista al igual que mi hermano y hace que mi madre nos mire a ambos. Sangre, olía mucho a sangre, comienzo a tirar de las cadenas para romperlas lastimando mis muñecas, pero eso no me importaba.

-Deben calmarse- escucho a mi padre hablar por el link. -Es solo el nacimiento de un cachorro, mantengan la calma- nos dice pero igualmente quería sangre.

Gruñidos salían desde lo más profundo de nuestras gargantas mientras intentabamos soltarnos, mi madre suelta una de sus manos y alcanza la canasta que había traído y nos da una bolsa con sangre a cada uno, tomo la sangre de dicha bolsa hasta dejarla completamente seca.

-¿Están mejor?- pregunta mi madre y ambos asentimos mientras respiramos agitadamente.

(...)

El eclipse se estaba terminando luego de una hora, mi madre se suelta por completo de las cadenas y se nos queda mirando a ambos.

-Los voy a soltar pero todavía no podemos salir del sotano, debemos esperan 30 minutos más- dice y ambos asentimos, primero me suelta a mi, rápidamente me alejo de las cadenas mientras frotó mis muñecas, evitando ver hacia donde están mi hermano y mi madre, le tengo mucho miedo a que me encadenen desde que paso lo que paso con los cazadores. Escucho las cadenas de mi hermano caer al suelo, el se acerca a donde estoy y me abraza, yo le devuelvo el abrazo cerrando mis ojos.

-Ya se termino Leela, ahora debemos concentrarnos en la guerra contra nuestra tía- me dice Eros separándose del abrazo para mirarme a los ojos, asiento y me mentalizo en ganar la guerra.