Capítulo 34

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Entre corriendo a la clase que me tocaba y me senté atrás de todo, Caleb y Yanet ya estaban en el aula, sentados en el banco que está justo enfrente mío, Derek y Esme estaban en otra clase, suelto un suspiro al saber que mis mejores amigos no me quieren hablar, no me quiero imaginar cómo van a reaccionar cuando se enteren que Eros se quedará a vivir en la manada, dejo mis pensamientos de lado al ver cómo ingresa el profesor, saco un cuadernillo junto a mi lapicera y comienzo a tomar apuntes de la materia.

Escucho el timbre sonar y veo como todo el aula, incluidos Yanet y Caleb, salían rápidamente por la puerta, rodé los ojos, guarde todas mis cosas en la mochila y salí del aula, ahora me tocaba Literatura, ama esa materia, lo malo es que la compartía con Derek y no tenía ganas de verlo a la cara, voy a mí casillero dónde dejó el libro de la materia que tuve anteriormente, la cierro y camino hacia el aulas de Literatura, al entrar veo como algunos asientos están ocupados, nuevamente me siento en la última fila y saco mí cuadernillo con mí lapicera y comienzo a hacer garabatos, siento el característico aroma a tierra mojada y chocolate llega a mí y me contengo para no levantar la vista del cuadernillo que estaba sobre mí mesa, lentamente el se va acercando hasta estás parado a un lado del asiento que está junto a mí.

-¿Me puedo sentar?- me pregunta, levanto la vista para mirarlo y asiento, el se sienta con una sonrisa, yo vuelvo la vista al garabato que estaba haciendo con anterioridad. -¿Podemos hablar?-

-Me encantaría pero acaba de entrar el profesor- le digo sin mirarlo, el aula estaba llena, delante nuestro estaban sentados Esme junto a Caleb, con un sentimiento de tristeza en mí interior mire al frente prestándole atención a la clase.

(...)

La hora del almuerzo había llegado por lo que al salir del aula me dirijo al comedor, allí decido comprar solo una manzana, en la mesa que siempre me siento se encontraba Yanet, Caleb, Esme y Derek, como mí Beta y mí Delta no me hablan y no quiero hablar con Derek salí del comedor para ir al patio donde me siento debajo de un árbol, saco el libro que estuve leyendo ayer y busco la parte donde me quedé, nuevamente el aroma a tierra mojada y chocolate llega a mí nariz haciendo que me hunda más en el libro.

-Leela- escucho que me llama Derek, suelto un suspiro y levanto mí vista para clavarla en su rostro. -¿Podemos hablar?- me pregunta nuevamente y yo asiento, le doy un mordisco a la manzana y cierro el libro, el se sienta enfrente mío y yo espero a que hable. -Primero, quiero saber cómo estás, me enteré que fuiste a recuperar a Lana y por lo que sentí es doloroso- dice algo preocupado.

-Estoy bien, no dolió mucho- le dedicó una pequeña sonrisa y el asiente algo aliviado.

-Lo segundo es sobre Brittany- al decir ese nombre una puntada en mí pecho aparece. -No sé si recuerdas el día que yo fui a un bar en mi manada con Matías y David, ese día estábamos tomando, luego de un rato ellos se fueron con unas chicas y yo me quedé en la barra, Brittany confesó que metió una droga en mi vaso, no sé que pasó después, lo único que recuerdo es despertar en mi cama, desorientado, sin saber cómo llegue allí- me cuenta, sabía que decía la verdad, dejo de mirarlo y una lágrima cae por mi mejilla, siento como Derek toma mi barbilla y hace que lo mire, con su pulgar limpia mi lágrima sin dejar de mirarme a los ojos. -Necesito que confíes en mí y me creas-

-¿Cómo queres que confíe en vos? Vas a tener un hijo con una mujer que no soy yo, tu mate- le digo alejándome de el, tomo mis cosas y me levanto con lágrimas en los ojos. -Te creo, pero no puedo confiar en vos después de esto- le digo soltando varias lágrimas más, el se levanta tratando de decir algo pero lo impido. -No digas nada, yo...debo irme- me doy la vuelta y camino lejos de él, no quería ir a clases, las últimas dos clases las compartía con Derek así que decidí ir a la cancha de fútbol y me subí a las gradas, podía sentir el dolor en el pecho de Derek ante mi rechazo, también sentía su tristeza, desesperación y enojo.

No podía controlar las lágrimas y los sollozos, el dolor era cada vez peor.

-Alfa ¿Está bien?- escucho como Julian uno de los guardias de mi manada me habla desde lo bajo de las gradas, limpió las lágrimas de mis mejillas y lo miro.

-Estoy bien, solo volveré a la manada- digo levantándome de dónde estaba, le dedicó una sonrisa mientras bajo las escaleras.

-¿Quiere que la acompañe Majestad?- pregunta caminando a mi lado.

-No hace falta, llamaré a mi hermano- digo y me conecto por el link familiar con Eros.

-Eros, puedes venir si quieres, yo iré a la manada ahora- le digo y espero a que conteste, miro al guardia que está a mi lado y escucho la campana sonar.

-Debo ir a clases, nos vemos luego Alfa- dice y se retira haciendo una reverencia, yo le dedicó una sonrisa y camino hacia la entrada a esperar a mi hermano.

-Leela- escucho que me llaman detrás de mí cuando yo ya estaba parada al borde de la calle esperando a Eros, me giro y me encuentro a Caleb y Yanet. -Derek nos contó todo lo que paso, ¿Estás bien?- me habla Caleb.

-No les voy a decir que estoy bien porque no es así, puedo sentir el dolor de el por mi rechazo y eso me pone mal- les digo y mis ojos se llenan de lágrimas pero no suelto ninguna.

-¿Y que haces acá? ¿Quieres que te llevemos al reino vampiro?- pregunta esta vez Yanet, yo niego y les dedico una sonrisa.

-No hace falta, estoy por ir a la manada y respecto a que hago acá estoy esperando a mi transporte- digo esto y un auto completamente negro con los vidrios polarizados se estaciona frente a mí. -Ya llegó- digo y Eros baja la ventana.

-¿Él te llevará a la manada?- pregunta Caleb y por el tono de voz que uso pude notar que estaba medio cabreado.

-Si, mi hermano me llevará a la manada- le digo en el mismo tono.

-¿Después de todo lo que pasaste por su culpa lo dejaras entrar en tu vida como si nada?- pregunta más cabreado que antes.

-Si Caleb, después de todo lo que pase lo voy a dejar entrar a mí vida y ¿Sabes porque?- le digo y el niega. -Porque es mí hermano gemelo, porque compartimos un vínculo y si te molesta eres bienvenido a abandonar MI manada- me doy la vuelta, camino hasta la puerta del copiloto y me subo. -Vamos- le digo a Eros, el mira hacia donde están Caleb y Yanet y comienza a manejar hacia nuestra manada.

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