Capítulo 36

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-No puedo creer que hayas hecho eso para separarme de mi mate- el tono de Alfa de Derek hace que Brittany tiemble ante el miedo. -Ni tampoco puedo creer que hayas hecho todo esto, pudiste poner en peligro a mi hijo- me dice a mi y yo lo miro indignada.

-Claro, ¿Ahora yo soy la mala de la historia?- pregunto con ironía en la voz. -Hice todo esto por vos, porque sabía lo que estabas sintiendo ante mi rechazo y a fin de cuentas era todo falso- digo rodando los ojos mientras me cruzaba de brazos.

-Después vamos a hablar nosotros dos- me dice a mí, yo nuevamente ruedo los ojos, se gira hacia Brittany y la mira fijamente. -Tú, serás puesta bajo arresto hasta que los reyes decidan cuál será tu condena por mentir y por la utilización de magia negra- le dice y una sonrisa aparece en mi rostro ya que los reyes eran mis padre pero ahora soy yo y próximamente Derek será rey junto a mí. -GUARDIAS- grita Derek y segundos después aparecen dos guardias de su manada. -Llevenla a las celdas- les dice, ellos se acercan a Brittany, la toman de los brazos y se la llevan, Derek nos mira a nosotros y suspira. -A mi oficina- me dice a mi pero obviamente Eros va a ir conmigo, Derek sale de la habitación y detrás salimos nosotros, bajamos las escaleras, al llegar a la oficina Derek abre la puerta y hace que yo entre primero, el pasa detrás de mi y cierra la puerta sin dejar que entre Eros.

-Pero ¿Que se supone que haces?- le digo enojada. -Deja que mi hermano entre- digo señalando con la mano abierta hacia la puerta a la cual Derek le puso llave.

-Necesito hablar a solas con vos- me dice y yo me cruzo de brazos mirándolo enojada.

-Sabes que eso no impide que Eros pase, ¿no?-le digo y asiente. -Bien- hago un hechizo para cerrar la puerta y que Eros no pueda entrar. -¿Sobre qué quieres hablar?-

-Sobre todo lo que paso- dice acercándose a donde yo estoy pero yo doy un paso hacia atrás para mantener distancia. -Queria pedirte perdón por absolutamente todo, se que perdí tu confianza, aunque era todo mentira pero quiero decirte que te quiero Leela- me dice haciendo que yo sonría a medias.

-Mira Derek, todo quedó perdonado- le digo haciendo que sonría. -A fin de cuentas no tenes la culpa de que esa perra sea una mentirosa- digo algo enojada ya que intento y casi logro separarnos.

-Entonces está todo en el pasado- dice y se acerca, esta vez si dejo que se acerque, me toma de la cintura mientras sonreía, yo coloco mis brazos alrededor de su cuello haciendo que nuestros cuerpos queden completamente pegados. -Te quiero Leela- vuelve a repetir juntando nuestras frentes.

-Yo también te quiero Derek- le digo cerrando mis ojos, podía sentir como nuestros alientos de mezclaban debido a lo cerca que estábamos, nuestras narices rozaban entre si haciéndome sonreír, abro mis ojos unos segundo para notar como el miraba mis labios, note que estaba indeciso así que decidí ser yo la que lo bese y así lo hice, junte nuestros labios en un suave y tierno beso, golpes en la puerta hace que nos separemos, lo miro a los ojos con una sonrisa y veo como el también tiene una sonrisa en su rostro.

-¿Quien es?- pregunta Derek girando su cabeza hacia la puerta.

-Derek, tenemos que hablar- se escucha la voz de Daniel, el padre de Derek, el suelta un suspiro y me mira, abro la puerta y me separó de él.

-Yo los dejo solos, debo llevar a mi hermano a la manada- digo, le doy un pequeño beso en los labios a Derek, saludo a su padre y salgo de la oficina cerrando la puerta detrás de mí, me dirijo a la sala y me encuentro a Eros con Alissa y los gemelos. -Vamos Eros- le digo, el se gira a verme y asiente, se levanta, nos despedimos de Alissa y salimos de la casa, subimos al auto de Eros y vamos rumbo a mi manada sin decir nada.

Al llegar los guardias nos abren las puertas de entrada, Eros maneja hasta la casa central, llegamos, bajamos del auto y caminamos hasta la puerta de entrada, estaba por abrir la puerta cuando Eros me sostiene del brazo, yo lo miro y le sonrió, se le notaba nervioso y era más que obvio, estaba por vivir con su familia por primera vez en muchos años.

-Tranquilo, ellos van a estar más que encantados de que vivas con nosotros- le digo sin dejar de sonreír, el me devuelve la sonrisa y asiente, abro la puerta y entramos. -MAMÁ, PAPÁ- grito esperando a que vengan, minutos después veo a mis padres bajar las escaleras con Ariadna en brazos.

-¿Que sucede Leela?- pregunta mi padre, yo me acerco a mi madre y tomo a Ari haciéndola sonreír, mis padres fijan la mirada en la puerta de entrada una vez notan a Eros.

-Eros tiene que contarles algo- digo hacia mis padres, ellos no sacan la vista de Eros, yo lo miro y le sonrió mientras entretenía a Ari.

-Luego de toda la charla que tuvimos Léela y yo, decidí venir a vivir acá, con mi verdadera familia- dice mirando a nuestros padres, yo igualmente lo hago y puedo notar como nuestra madre tenía los ojos llenos de lágrimas, se acerca a Eros y lo abraza fuertemente soltando varias lágrimas.

-Me alegra que decidas eso hijo- le digo y Eros sonríe, mi padre se les une al abrazo, un grito por parte de Ariadna hace que todos la miremos y ella mantenía sus brazos extendidos hacia donde ellos se abrazaban.

-¿Y nosotras?- pregunto entendiendo a lo que se refería Ari, mis padres sonríen y abren sus brazos hacia nosotras, me acerco a ellos y nos fundimos en un abrazo familiar.

Finalmente la familia está completa.

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