Capítulo 21

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Narra Derek

La perdí. Es lo único que pienso desde que nos atacaron, mientras luchabamos de un momento a otro los enemigos dejaron de hacerlo y comenzaron a irse, busque a Leela luego de que pidiera ayuda y no la encontré, intenté seguir su rastro pero llegaba hasta los límites de la manada y luego desaparecía.

-Derek ¿Que sucedió? ¿Donde está mí hija?- me pregunta Joshua al verme tan decaído mientras caminaba devuelta a su casa, lo miro un momento y le hago una seña de que me siga, caminamos a la oficina de Leela, al estar suelto un suspiro y vuelvo a mirarlo a los ojos.

-Se la llevaron- digo en un susurro, Joshua me queda mirando para luego salir de la oficina, salgo detrás de él y noto que se va para la zona de entrenamiento de los Deltas, osea los guardias, al llegar estaban todos los guardias terminando de sanar sus heridas, a un lado se observa a Caleb y a Yanet ayudando a varios de ellos.

-Atención todos- dice Joshua con su voz de Alfa. -Quiero que preparen 4 equipos de 20 con los mejores guardias para buscar y rescatar a mí hija, su reina y Alfa, los demás se quedarán a proteger la manada y a su Luna. Caleb, Yanet los quiero en la oficina de Leela- dicho esto sale de la zona de entrenamientos yendo nuevamente a su casa, Caleb y Yanet me miran con miedo y yo solo niego, los tres comenzamos a caminar hacia la casa, entramos y vamos directo a la oficina, llegar Joshua estaba detrás del escritorio y sobre este había muchos mapas de diferentes manadas y territorios de vampiros. -Bien, dividamonos los territorios y cada uno tendrá un equipo con el cual buscaremos a Leela- dice y nos comenzamos a dividir los territorios para comenzar con la búsqueda, una vez terminamos nos fuimos a dormir ya que al amanecer Joshua iría por Yasmin y Ariadna al hospital y luego las dejaría a cuidado de su Beta, yo dormí en la habitación de Leela ya que no me pensaba ir a mí manada, mis padres ya estaban avisados al igual que lo Beta y Delta los cuales se quedaron al cuidado de mí manada.

A la mañana siguiente eran las 10 de la mañana y ya estábamos listos para salir, Joshua nos hace una señal y salimos rumbo a los territorios que nos tocaba en busca de Leela.

(...)

Un mes y medio llevamos buscando a Leela y no hay ningún rastro, recorrimos 100 manada y no hay nada. En este momento estamos todos reunidos en la casa de los Black, más específicos en la oficina de Leela, esperando que llegue Caleb de la última manada, cuando el llegue Joshua y Yasmin irán a recorrer clanes de vampiros mientras Caleb, Yanet y yo vamos a ir a vigilar clanes de cazadores, mientras Ariadna se quedará con mis padres en mí manada. Salgo de la oficina y voy a la sala donde está Yasmin junto con Ariadna.

-Hola- le digo a Yasmin sentándome a su lado en el sofá, Ariadna estaba durmiendo en su portabebé sobre la mesita de centro.

-Hola Derek- me saluda con una sonrisa triste, ya que una de sus hijas está desaparecida y ahora deberá abandonar a la otra. -¿Ya la llevarás?- me pregunta y yo asiento, ella suspira y se para, la sigo, toma una pañalera, me la entrega y yo la cuelgo en mí hombro, se acerca a dónde Ari está durmiendo y toma el portabebé, le susurra algo y luego le dan un pequeño beso en la frente para finalmente entregarmela. -Dile a tus padres que gracias por esto y que la cuiden con su vida- me dice, yo asiento y tomo el portabebé con Ariadna, comienzo a caminar hacia la puerta, salgo y voy directo a mí auto, coloco el portabebé con Ari en los asientos traseros y yo me subo en el asiento de piloto dejando la pañales en el asiento de copiloto, comienzo a manejar y salgo de la manada rumbo a la mía.

Minutos después llego a mí casa apagando el auto, tomo la pañalera y salgo del auto, voy a la parte trasera y tomo a Ariadna, la cual seguía durmiendo, camino hasta la puerta de mí casa y entro dejando la pañalera y el portabebé a un lado, tomo a Ari en brazos y me dirijo a la cocina donde escuché voces.

-Hola primito- me saluda mí prima con una sonrisa, Candela Parker, Delta de la manada WhiteMoon, hija de mí tía materna. Ella se acerca y me abraza, con cuidado ya que tenía a la bebé en brazos. -Dime que no es tu hija- me dice viendo a Ari.

-En realidad, ella es mí cuñadita, mí mate está desaparecida así que mis padres la cuidarán mientras la buscamos- le explicó mientras mí madre se me acerca y la toma en brazos. -Yasmin quiere que te diga que agradece que hagas esto por ellos y que la cuides con tu vida-

-Eso haré- dice mirando a la bebé en sus brazos, escucho mí celular sonar, lo saco de mí bolsillo y atiendo.

Comienzo de llamada.

-Hola-

-Derek, hay movimientos en la frontera norte, necesitamos que vengas rápido- me habla Caleb.

-Bien, voy tan rápido como pueda- digo y cortó la llamada.

Fin de llamada

-Bueno, debo irme, cuidenla y nos vemos luego- digo y rápidamente salgo de mí casa hacía mí auto, subo, arranco y salgo a toda velocidad de mí manada, conduzco hasta la manada de Leela y al llegar me dejan pasar, llego a la casa de los Black y bajo del auto, Joshua y Yasmin estaban ahí esperándome. -¿Que sucede?- pregunto.

-Uno de nuestros guardias alertó movimientos en la frontera, Caleb y Yanet ya están allá, solo estábamos esperando a que llegues- me cuenta Yasmin, yo asiento y comenzamos a correr hacia la frontera, al llegar nos posicionamos frente de todos los guerreros que estaban allí hasta llegar a dónde estaban Caleb y Yanet.

-Vaya pero si llego el alma de la fiesta- dice el cazador que estaba a unos metros de nosotros mientras me miraba. -Creo que tengo algo que ustedes quieren- dice y otro cazador aparece arrastrando a una muy débil Leela y tenía una jeringa en una de sus manos, sostenía a Leela con un brazo al rededor de su cuello ejerciendo presión mientras que la otra mano sujetaba la jeringa clavando la aguja en su cuello pero sin soltar el líquido, ella tenía sus manos sobre el brazo de él y su mirada fija en mí. -Se las devolveré pero deben contarle toda la verdad, sino volveré pero por su otra hija- una vez dicho esto el cazador que sostenía a Leela le inyectó el líquido y luego la soltó y se alejo, ella cae al piso comenzando a gritar, nos acercamos corriendo y en ese momento Leela dejo de moverse.




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