Capítulo 5. ¿Me pasan cosas?

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Aron.

Tenía un dolor de cabeza terrible  y las ojeras ya se hacían notar.

No dormía nada por la noche porque me solía mantener despierto hasta que mi madre llegaba del bar: Borracha. Después solía darle una ducha fría y la metía en la cama.  

Desde que mi padre murió, no supo afrontar su perdida de otra manera, y tampoco quería ningún tipo de ayuda, así que solo me quedaba aguantar y seguir insistiendo para que no acabara igual de mal que mi padre.

Yo no tenía porque llevar esta mierda solo, y aunque Annie y mis amigos estaban ahí siempre, necesitaba que mi hermana Victoria pusiera de su parte, pero se había marchado a vivir lejos y según ella, no podía volver porque no soportaba ver que mi padre ya no estaba con nosotros.

Estaba en mi habitación, sentado en la cama, repasando el último tema que me quedaba por estudiar para el examen, cuando mi móvil comenzó a sonar y fui corriendo hasta el salón para cogerlo.

-¿Si?

-¡Hey! -Max gritó y aparté el móvil de la oreja -¿Donde te metes? ¿Es que acaso no lees los mensajes?

-La verdad es que no. Tenía el móvil en el salón y no me he enterado de nada.

-Ah, bueno. Te llamaba para avisarte de que esta noche es la fiesta de despedida de Amber ¿Te recojo en tu casa?

-Paso, he quedado con Mara.

-¿Enserio? ¿Tu también con esa mierda? Amber es nuestra jodida mejor amiga. Hasta John va a ir con Nat.

-Lo sé, pero ya me despedí de Amber ayer, además,  la casa de mi novia está sola.

-Siempre con lo mismo, sois un par de pesados.

Solté una carcajada -Aprovecha esta noche a ver si pillas algo.

-No me van los compromisos, ya lo sabes.

-Cierto, que eras un alma libre.

-Exacto.

Negué con la cabeza -Pásatelo bien. Mañana me cuentas.

-¡Aron espera! -me frenó.

-¿Qué pasa?

-A lo mejor ya no te interesa pero... -hizo una pausa -Algo pasó con Megan.

Suspiré pesadamente y cerré los ojos con fuerza . Llevaba sin hablar con Megan desde que se fue y sabia que hacían lo imposible para no hablar de ella delante mía y eso me molestaba mucho.

Siempre habíamos sido como hermanos, y la noche que discutimos, no quise hacerle daño a pesar de que ella pensara lo contrario.

Había estado muy jodido desde que se fue, porque la echaba de menos. Echaba de menos compartir ratos de charla y que me contara sus cosas. Verla sonreír y jugar con su pelo. O simplemente estar horas y horas tumbados en su cama jugando a algún estúpido juego. Realmente era alguien importante en mi vida y toda esta situación me dolía.

-¿Qué le ha pasado a Megan? -pregunté preocupado.

-Pensaba que eso, John te lo había dicho. No es cualquier cosa.

-John no me cuenta nada de su hermana. Es un tema que no tocamos ¿Qué le pasa a Megan, Max?

-Pues es que...No vuelve, Aron. Se queda en Buenos aires a vivir.

-¿Cómo? -tragué saliva y llevé una mano a mi pecho.

-Lo que oyes. Megan ha decidido no volver a vivir en Seattle.

VAS A QUEDARTE. Terminada (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora