Capítulo 27. Los deseos para Nat

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Me había puesto un vestido rojo corto de raso, y no me había maquillado mucho porque era innecesario. La fiesta iba a ser en la playa, así que no tenía porque ir extremadamente arreglada.
Al final no ayudé a Nat a organizar nada porque la presión y la noticia de mi despido, había podido conmigo, y me encerré en mi cuarto a llorar y lamentarme por lo desastroso que estaba resultando todo, solo por el simple hecho de estar con la persona a la que quiero. Respecto a él, no lo había dejado entrar porque no quería que se enterase de nada, no hasta que por lo menos supiera que iba a hacer, pero no podía encerrarme en la habitación toda la noche, así que después de decidir que continuaría mi vida en Seattle, salí y le conté toda la verdad.
Pensé que todo iba a ser más fácil, que Aron iba a estar feliz dentro de lo que cabe de que yo me quedara aquí, pero en cambio no se lo tomó para nada bien. Después cuando llegamos a la fiesta, ni siquiera cruzó palabra alguna con los chicos. Se dedicó a preparar la carne y beber cerveza en silencio.
Los chicos habían montado unas mesas alrededor de la fogata, y  colgado cintas en una pequeña carpa donde habían puesto un montón de almohadas y mantas para tumbarnos. La noche estaba enterrada en estrellas y el mar en calma. De vez en cuando venía una brisa que nos hacía estremecer de frío, pero el fuego ayudaba. Nathalie, Amber, Logan y yo, estábamos sentados, bebiendo y hablando sobre lo que haríamos el resto del verano, mientras que los demás andaban en sus cosas.

-Deberíamos ir a algún festival –sugirió Amber-

-¿Sabes de alguno que esté bien?

-Vi algunos que se van a hacer en la playa en agosto, podríamos ir.

-Me satura tanta playa, chicas –contestó Logan- ¿Y si nos pillamos una casa rural?

-No puedo gastar tanto dinero –contesté- Podemos quedarnos en mi casa una semana entera.

-Nat frunció el ceño- Tu casa me la tengo demasiado vista, prefiero otro plan.

-Oye Meg ¿Qué le pasa a Aron? ¿Os habéis peleado? –Amber lo señaló-

Miré a mi novio, que estaba sentado alrededor de la mesa de la bebida mientras miraba a punto fijo. Su ceño estaba fruncido, y sabía que su cabeza estaba puesta en mí y en lo que habíamos hablado un rato antes. Suspiré y cerré los ojos.

-Estamos bien.

-¿Segura? –levantó una ceja-

- Venga va, cambiemos de tema –Nat dio una palmada- Voy a cumplir 21 años, chicos y mi cuerpo lo sabe. ¡Vamos a bailar!

-Logan sonrió- Me parece una idea genial.

Mis amigos se levantaron y comenzaron a bailar alrededor nuestra. Amber me miró con una sonrisa y me ofreció la mano. Nos levantamos de un salto y comenzamos a bailar. De repente empezó a sonar música proveniente de donde estaban los chicos y nos volvimos para ver que había sido mi hermano, que tras ver lo bien que nos lo estábamos pasando sin música, era mejor idea ponerla. Dimos vueltas, saltos, giros…Así canción tras canción, hasta que saltó a una que para mí era realmente especial, porque me hizo recordar a mi vida antes de marcharme a Argentina.
Recordé la sensación tan desagradable que tenía en el pecho por un corazón roto en mil pedazos. Mi vida era un desastre en aquel entonces. Lo de  Aron,  la muerte de Luke, y el miedo a lo desconocido, a no saber a que me iba a enfrentar con tan solo 18 años, fuera de mi ciudad.
My everything, de Ariana Grande. Había escuchado esa canción tanto, en un momento tan duro, que incluso después de empezar mi nueva vida, decidí dejar de escucharla. Pero una noche en la que bebí demás y los sentimientos se agolparon de nuevo en el pecho, fui a visitar a un amigo que hacía tatuajes, y me tatué el título de esa canción en el costado. Era bastante pequeño, pero podía verse perfectamente. Nadie me preguntó jamás porqué. Recuerdo a Nat, cuando lo vio a través de una pantalla, miró a Logan y sonrió, pero no  dijo nada, aunque supongo que lo sabía. A parte de mis amigos, en Seattle nadie más sabía de su existencia, a pesar de la evidencia, a pesar de que había estado en traje de baño delante de todos o desnuda frente a Aron. Creo en el fondo que todos conocían esa historia, todos sabían lo que representaba para mi esa canción, lo que significaba…Por eso si me lo habían visto, lo preferían ignorar.

VAS A QUEDARTE. Terminada (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora