Capítulo 14. Cumpleaños ¿Feliz?

738 38 10
                                    

Quedaban un día para mi cumpleaños y no podía estar más emocionada.

 Mis amigos me ayudaron a organizarlo todo en casa y a comprar todo lo necesario para mis veintiuno. Primero pensé en celebrarlo en Squad,  pero después de darles varias vueltas a la cabeza, decidí hacerlo en casa para así no tener que gastar mucho más dinero en el local. Mi padre había decidido volver porque para él si era importante celebrar mi cumpleaños conmigo, pero Bruno tal y como me dijo, se iba aquedar una semana más en Buenos aires. Llevaba  tres días sin hablar con él y que no diera señales de vida me estaba literalmente matando de la ansiedad.

Respecto a Aron, lo veía de muy vez en cuando, y agradecía que así fuera porque necesitaba todavía asimilar lo que me había confesado en la noria el otro día. Que estuviera enamorado de mí no era un problema, la cosa es que ese sentimiento venía de antes, y podía haberme ahorrado mucho dolor si hubiera querido. En estos días no había querido salir mucho con mi hermano, pero a veces pasaba por casa a verlo o recogerlo aunque ni siquiera entraba, se quedaba fuera. John me había comentado que lo notaba raro, bueno en realidad que nos notaba raro a los dos, y me había insistido para que le contara que estaba pasando, pero me limité a negarle que entre nosotros las cosas iban mal. Habíamos coincidido un par de veces en Squad y Muddies, y a pesar de que por educación nos saludábamos, noté que quería mantener las distancias conmigo, y yo en el fondo también quería mantenerlas con él.

Estaba en mi habitación ojeando el guion. Desde que me lo enviaron me leía entre tres y cuatro páginas por día y lo poco que llevaba estudiado ya me había encantado. La sensación de protagonizar a alguien que tu misma habías creado era increíblemente satisfactoria. Leía cada frase con detenimiento para asimilar que aquello había salido de mí. Estaba emocionada, inquieta, asustada... Y necesitaba ya que la gente disfrutara tanto como yo de la historia que había creado durante las noches de soledad en Palermo. Me pasaba horas y horas frente a mi ordenador de mesa dando vida a cada personaje, y pronto mi creación se vería representada arriba de un escenario.

Llamaron a la puerta y dí paso. Nat y Logan llegaban cargados de gominolas y patatas de toda clase. 

-¿Qué hacías?- Preguntó mi amiga mientras se dejaba caer en la cama.

-Leía ¿Qué hacéis aquí?

-Logan ha insistido en venir y como tampoco estaba haciendo nada pues...- Se encogió de hombros.

-¿Tenías ganas de verme, pequeño saltamontes?- Sonreí y pasé la mano por el pelo de mi mejor amigo.

-Siempre tengo ganas de verte, amor- sonrió y me acerqué para que besara mi mejilla.

Nat frunció el ceño -¿Estáis tonteando?

Logan y yo nos miramos y soltamos una sonora carcajada.

-Creo que ya se porque ha querido venir Logan- Contesté divertida -¿Le vas a confesar eso?

-Me estáis asustando - Se incorporó y frunció el ceño -Espera un segundo...No...¡Logan no!

Mi mejor amigo la miró extrañado -¿Qué no que?

-A ver, yo te quiero mucho pero...Estoy enamorada de John y...

-Espera un segundo...- El rubio se incorporó y comenzó a reírse -¿Piensas que te voy a confesar que te quiero, Nathalie?

-¿No es eso?

Logan me miró y soltamos una carcajada -¡Claro que no!- Bufó -Te quiero más que a mi vida pero como amiga, lo que tengo para decirte es otra cosa. 

-Uff, menos mal- Se llevo una mano al pecho y suspiró aliviada.

-Estás loca- Me incorporé y le tiré mi almohada a la cabeza.

VAS A QUEDARTE. Terminada (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora