No me voy a presentar como la típica chica rara a la que todos miran mal o por encima del hombro por ser diferente. Soy así, todo lo contrario a las chicas de mi edad que buscan ser populares y destacar en la universidad, pero no por eso dejando de tener una buena reputación entre los que me rodean.
Ser Megan Goxwell tiene muchas ventajas. Entre ellas, saber que tienes el respeto de todo aquel que conoce a Luke y John, y la satisfacción de no ser lo que los demás ven o esperan de ti. Porque si, aquí los populares son mis hermanos mayores pero eso no quita que yo brille por mi misma.
¿Lo malo de todo esto? La envidia de las cuatro envidiosas que sabes que no destacan si no es apagando a otros. A mi me ha pasado. Conmigo lo han intentado, pero no es que me importe mucho que la gente busque entretenimiento con mis complejos.
¡Al revés! Incluso si quieren, les puedo ampliar la lista.
Volviendo al tema de mis hermanos. Luke y John son mayores que yo. Luke tres años y John uno. Este último aún sigue viviendo en casa con mis padres y conmigo porque no eligió moverse de la ciudad para ir a la universidad, y Luke...Bueno, digamos que Luke se fue a vivir solo cuando se peleó con mi padre por temas de estudios y ahora trabaja en un taller propio en el que no le va nada mal.
Son dos de las personas más importantes de mi vida. Literalmente no sabría que hacer si no estuvieran, y a veces pienso que soy demasiado dependiente pero creo que tienen la culpa porque me sobreprotegen demasiado, además mola ser la consentida de dos de los chicos más populares de Seattle.
La casa en la que vivo ahora era la de mis abuelos. Nosotros vivíamos mas alejados de la ciudad, y cuando ellos decidieron mudarse a una más pequeña, mi abuelo Patrick arregló todo para que nos pudiéramos venir a vivir a esta y así estar más cerca de ellos.
Es bastante más grande que la otra: Tiene tres plantas con unas vistas maravillosas y un jardín envidiable, habitaciones vacías por todos lados y un ático que si convenzo a mamá, se convertirá en mi habitación de aquí a unos meses.
Al principio pensé que me costaría mucho más adaptarme, e incluso peleé con mis padres por que no me quería ir de la otra, pero mediante fue pasando el tiempo, me di cuenta que no había sido tan mala idea, y que al fin y al cabo era la casa de mis abuelos y prácticamente había pasado muchos momentos felices de mi infancia allí.
Momentos que no cambiaría por nada del mundo.
Ahora hablaré de mis mejores amigos porque merece la pena hablar de esos dos locos que llevan conmigo desde que tengo uso de razón. Nat y Logan.
Siempre les hablo de esa energía tan especial que fluye entre nosotros porque me parece maravillosa. Me complementan al máximo, ya que Nat es la típica chica loca a la que le importa todo una mierda y Logan es el típico chico tímido y misterioso que después te sorprende con la soltura que tiene a la hora de relacionarse. En resumidas cuentas, son de las mejores personas que han pasado por mi vida y pido por favor que no me suelten nunca de la mano porque jamás he tenido unos amigos tan fieles como ellos dos.
Aunque...
¿Aquí es donde inserto el suspiro y apoyo la cabeza en mi mano? ¿La parte interesante de la historia en la que todo el mundo pone mayor atención?
Si, creo que aquí es.
Hablar de Aron no es algo que me guste mucho teniendo en cuenta todo lo que provoca en mi tan solo escuchar su nombre, pero es un punto importante de mi vida porque a pesar de todo, es una de las personas en las que más confío y aprecio, básicamente porque lo conozco de toda la vida, es parte de mi familia y...
El chico del que llevo enamorada toda mi vida.
Es el mejor amigo de John desde que era pequeño y el ahijado de mis padres. Su relación conmigo es prácticamente igual a la mía con John, con la diferencia de que en realidad no nos tocamos nada y yo estoy coladita por sus huesos desde que usaba chupete.
Cabría destacar muchas cosas de él, pero creo que gana por goleada esos ojos color café que me dejan temblando cada vez que me miran o esa sonrisa sincera que siempre acaba con una mordida en el labio.
Si dejara volar la imaginación como tengo las hormonas últimamente, sería una auténtica pervertida.
Es jodido, pero me encanta que tengamos esa relación tan íntima y llena de confianza, aunque sepa el numero de chicas que han pasado por su cama en el último mes. Y es que puedo decir que Aron me cuenta absolutamente todo y yo a él mas de lo mismo, sin pasarnos nada por alto y destrozando mi pequeño corazón en el camino, pero no puedo hacer otra cosa más que fingir que lo veo con los mismos ojos con los que él me ve a mí.
Joder, es que si tuviera que mostrar mis sentimientos, todo se iría a la mierda, y no quiero eso.
Me ayudó a arrancarme mi primer diente, me defendía de mis compañeros cuando se metían conmigo en el colegio y se daba de patadas con John cuando este me hacía alguna trastadas de las suyas.
¿Cómo voy a confesar lo que siento y tirar todo lo que tengo con él por la borda?
Imposible.
Viviré toda la vida enamorada de él en secreto, y aunque empieza a ser un problema, haré de todo para ocultar mis sentimientos y que así sigamos teniendo esto tan especial que tenemos.
Aunque...
No sé si eso solo puede depender de mí.
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VAS A QUEDARTE. Terminada (Editando)
Novela Juvenil"Tuve miedo porque nunca pude reemplazarte, por eso supe que a nuestra historia le hacía falta una segunda parte" El tiempo fue el único que sanó el corazón de Megan, un corazón que tras el rechazo de Aron, quedó destrozado. La distancia marcó sus...