Capitulo 25. Tocando el cielo

758 33 6
                                    

Y por fin llegó el viernes. Después de una semana de locura, entre el trabajo y los preparativos del viaje, por fin íbamos a disfrutar de un fin de semana tranquilo en la playa, por el cumpleaños de mi mejor amiga.
Íbamos el grupo entero, y yo no podía estar más feliz, sobre todo por uno de ellos. Si, este fin de semana, a parte de celebrar los veintiuno de Nat, iba a pasar el resto del tiempo con Aron. Durante la semana nos habíamos visto un par de veces, ya que él tenía que trabajar al igual que yo, y no teníamos mucho tiempo. A pesar de todo, habíamos disfrutado el miércoles de una agradable cena en mi casa, con su madre, según el antiguo de mi padre "Para formalizar la relación".

Estaba en mi habitación, intentando cerrar la maleta, junto a Nat y Amber que parecían bastante entretenidas hablando de su grupo de música favorito: Imagine dragons

-Pues yo prefiero a Dan sin barba, Nat. Es mucho más atractivo.

-¿Pero que dices, Amber? Los hombres con barba me parecen muchos más atractivos, y Dan con barba, es otro nivel -se mordió el labio-

-Si tú lo dices -se encogió de hombros y se tiró en la cama- ¿Te queda mucho, Meg?

La miré por encima del hombro, con los labios apretados y una mirada asesina.

-Quizás si me ayudarais, tardaría menos -dije intentado cerrar la gran maleta-

-Quizás si no llevaras tantas cosas para un solo fin de semana, no tendrías este problema.

-¿¡Se puede saber que os queda!?

Logan abrió la puerta de tal manera, que todas las fotos que tenía en el corcho que colgaba de la pared, se cayeron al suelo.
Cerré los ojos y me tiré sobre la cama.

-Los chicos se están enfadando.

-Es Megan, no puede cerrar la maleta de la de cosas que lleva -Amber rodó los ojos-

-Llevo lo necesario -me excusé-

Mi mejor amiga se acercó a la maleta, y con el ceño fruncido, comenzó a sacar ropa de ella.

-¿Un polar, enserio, Megan? ¿Crees que a treinta y cinco grados a la sombra, te va a hacer falta esto? -levantó la prenda-

-me encogí de hombros- Por las noches puede hacer frío.

-Ya se encargará tu novio de que no tengas frio. Venga vamos.

-¡Logan!

-¿Qué? No te hagas la santa, Megan -rió y me tiró del pelo-

Amber y Nat, se rieron, y junto con Logan, salieron de mi habitación con sus equipajes para dirigirse al coche. Me quedé observando la maleta con los brazos cruzados. No tenía ni idea de que deshacerme. Para mí, todo era necesario, pero no había forma de cerrarla, así que con todo el dolor de mi corazón, tuve que sacar mis zapatillas del Rey león y los cuatro cuadernos que me había regalado mi abuelo Patrick para escribir.
Cuando ya por fin pude cerrarla, me sentí como si hubiera ganado las olimpiadas, y con una amplia sonrisa, me di la vuelta para marcharme, no sin antes, encontrarme con mi chico y sus increíbles ojos cafés mirándome. Me sobresalte, dando un pequeño grito y dando un paso hacia atrás, me tropecé con mi mochila y caí de culo.

-¿Meg, estas bien? -se acercó y ayudó a levantarme-

-Aron, la próxima vez avisas de que estás aquí, podrías haberme matado de un infarto.

-puso los brazos alrededor de mi cuello y me besó- Perdón, pero es que me encanta observarte en silencio.

-sonreí- ¿Qué haces aquí? Pensaba que estabas con la furgoneta en marcha.

VAS A QUEDARTE. Terminada (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora