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Septiembre 15, 1810.
Tenía un mal presentimiento, pero era realmente malo.
Aunque nunca estuvo muy confiada y siempre creyó que todo aquello era una completa locura, siempre siguió adelante con sus ideales, teniendo como único apoyo a su prima (quien fue prácticamente quien la puso en esa situación) y el esposo de esta.
Pero esta mañana, al despertar incluso antes que todos aquellos gallos que servían como fieles alarmas cantaran, supo que algo iba a suceder, y que no sería muy grato para ella, y probablemente para nadie que la rodeara.
Y el hecho de que su esposo no se presentara a dormir aquella noche, le confirmo sus sospechas.
Ya había pasado con dos organizaciones anteriores, los criollos de la ciudad y la conjura de Valladolid habían sido descubiertos, y por ende todos terminaron más que muertos.
Aquella joven, que a los ojos de muchos no era más que una niña, era tan valiente y tenaz, y tenía más valor que muchos hombres para levantar la voz ante las injusticias.
Ella tuvo la suerte de nacer en Nueva España pero ser hija de legítimos españoles, por lo tanto aquello la volvía criolla.
Y gracias a ello, tenía muchas ventajas en aquel lugar, una vida cómoda y digna.
Tras desposar a Mauricio Rey, un español nato enviado a trabajar como corregidor a Nueva España, la comodidad dejo de serlo para pasar a la excentricidad, y a lujos innecesarios.
Y aquello no hizo más que a su corta edad fuera capaz de ver las injusticias, y la desigualdad sobre los nativos de aquellas tierras.
Nueva España era un lugar que tenía todos los recursos y facultades para el sustento, conservación y felicidad de sus habitantes, por lo tanto podría independizarse sin problema alguno.
Y eso no sólo lo decía ella, todos los conspiradores de Queretaro estaban de acuerdo con ello, sin contar que fray Melchor de Talamantes fue quién comenzó a circular aquella idea, y tras las diferentes revoluciones que se habían realizado al rededor del mundo, provoco que esta idea se fuera extendiendo por cada rincón de Nueva España.
Ella estaba más que involucrada en esto, sabía que su cabeza estaba en juego, sin embargo ya no había retorno, no podía simplemente lavarse las manos y dar marcha atrás.
La joven fue a asearse lo más temprano posible, no tenía motivo para seguir dando vueltas por la cama, así que si tenía el presentimiento de que sería un mal día, era mejor preparase desde temprano.
La mujer dio un suspiro al terminar y ver su reflejo en el espejo.
Su piel era blanca, con un cierto toque amarillento, estaba demasiado delgada, sus pómulos se marcaban demasiado. Tenía su cabello largo, completamente liso y de un color chocolate algo cenizo. Sus labios eran pequeños, algo delgados y de un color pálido.
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Midnigth ✓ → [Edward Cullen]
FanfictionYa era demasiado tarde, ya no había vuelta atrás y de eso estaba segura. Siempre, ha tenido la valentía de afrentar las situaciones difíciles con la cabeza bien en alto. Sin embargo, en esta ocasión era totalmente diferente, porque la situación esta...