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—La cantidad que quieras, sin dudar, ponla sobre la mesa. - Se escuchó con claridad la voz de Emmett, quien iba bajando las escaleras junto con los demás. —Pero en verdad, quiero tu coche.
—Mira cachorro. - Ahora fue Lucifer. —Dinero tengo, por montones, una cuenta infinita en bancos de países diferentes. - explico. —A parte, aún eres muy joven para manejar un bebé cómo este, ni debes de saber sacar el clutch.
Romina y Rose bajaron tras de ellos, era un nuevo amanecer así que un día estaba comenzando, todos estaban cambiados, sin embargo lo que alertó a los que estaban en la sala, fue que Romina no llevaba su ropa de trabajo.
—¿No irás a la veterinaria? - Cuestionó con tranquilidad Esme.
La mirada dorada de la joven rápidamente se torno de color ónix, al tiempo en que una extraña mueca se dibujaba en su rostro. —Hoy es martes. - Específico con amargura, recordando la última vez que dijo aquello, "el día de la tragedia" como ella le llamaba.
—Pensé que ya no te tomabas el día. - Comentó Alice, quien se veía bastante nerviosa, más por la penetrante mirada escarlata que estaba sobre ella.
—Voy a descansar hoy, y mañana también. - Hablo con firmeza la castaña. —Porque ayer presente mi renuncia.
—¿Pero por qué? - Cuestionó alarmado Edward quien no pudo evitar ponerse de pie al escuchar aquello. —Romina, tú amas a los animales. - Le recordó.
—¿Por qué ella tendría que dar explicaciones? - Preguntó con jugueteo el demonio que estaba bastante intrigado con la situación. —Alexandra no tiene porqué responder tantas interrogantes, ni que fuera una niña pequeña o un preso domiciliario...
—¿Por qué hablas por ella? - Rugió el cobrizo bastante molesto con la situación. —Romina tiene su propia voz. - No pudo evitar enfatizar el primer nombre de está.
—Alex parece no...~
—Romina es de nuestra familia. - La voz tranquila y apacible del rubio interrumpió al diablo, calmando así con levedad los ánimos, al tiempo en que Jasper sobre explotaba su don para evitar conflictos entre ambos. —Es normal estar preocupados por ella.
—Gracias rubio. - La cantarina voz de la castaña se hizo notar. —Pero Lucy tiene razón, te doy muchas explicaciones. - Arrugó su nariz con diversión, tratando de aligerar el ambiente. —Yo no soy tu hija Carlisle, tus hijos son todos ellos, bueno casi todos. - Tomo con rapidez al grandote del brazo y lo jalo hacia ella. —Este es mío. - La brillante sonrisa de Emmett afirmaba lo que la castaña decía.
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Midnigth ✓ → [Edward Cullen]
FanfictionYa era demasiado tarde, ya no había vuelta atrás y de eso estaba segura. Siempre, ha tenido la valentía de afrentar las situaciones difíciles con la cabeza bien en alto. Sin embargo, en esta ocasión era totalmente diferente, porque la situación esta...