Midnigth ✓ → [Edward Cullen]

[ XV ]

☾

Romina había llegado en tiempo récord a la casa Cullen, le había exigido tanto a su motocicleta que muchos pensaron que un rayo negro había cruzado la carretera.

El llamado de urgencia de Carlisle la hizo prácticamente teletransportarse hacia allá.

Sin embargo, al llegar lo primero que sintió fue el tono lúgubre que había en la vivienda.

Lo primero que hizo al llegar a la sala y verlos, fue contarlos, era una costumbre que tenía desde siempre.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis... —¿En donde está Eddie?

El hecho de que Emmett no reaccionará en el apodo de su novio, la hizo temer y ponerse lo más seria de lo que era capaz.

—¿Qué sucedió con Edward? -Pregunto viendo directamente al rubio de la familia.

Sin embargo la que optó por tomar la palabra fue Alice. —Ed se fue huyendo. -Explico, pero ante la mirada severa e interrogante de Romina prosiguió. —Estaba huyendo de Isabella Swan, para ser más exactos de la sangre de Bella.

—¿Bella? -Cuestiono ante la ridícula abreviación. —Alice, ya que tú todo lo ves ¿A dónde fue después de conocer a su tua cantante?

—Lo más seguro es que se haya marchado a Alaska. -Explico Carlisle. —Estaba aterrado con la idea de matarla frente a todos.

—Lo único que recuerdo es ver por la ventana el coche irse a toda velocidad sin nosotros. -Farfullo con molestia Emmett.

—Pobre Edward, debió ser muy fuerte para resistir semejante tentación. -Hablo lastimeramente Esme.

—¿Y qué tendría de malo que no se hubiera resistido? Es nuestra dieta básica.

—Romina no vayas a comenzar.

—¿Iniciar qué? Tan fácil hubiera sido que Edward esperara a la muchacha y tomara su sangre, o bien la siguiera a su casa.

—¡Romina recuerda que eso no es lo que les he enseñado a mis hijos!

—Pues ya quiero verte a ti soportar ese tipo de sed. -Desafio molesta. —No es nada fácil Carlisle, y menos saber que la puedes tener pero no poder hacerlo por culpa de terceras personas, conozco a Edward y sé que si se marchó fue para no decepcionarte a ti.

—¿Es mi culpa que él se marchará? Sabes muy bien cuáles son las reglas de está casa, nada de sangre humana, si tanto te molesta esa idea ¿Por qué sigues aquí?

Por un momento todo se quedó en silencio, los ojos de la joven se tornaron de color negro prácticamente al instante de escuchar aquellas palabras. —Claro está que no sigo aquí por ti, Carlisle.

Romina estuvo a punto de decirle unas cuantas cosas más al doctor, sin embargo pronto una repentina calma llegó a ella.

No pudo reprimir la mirada mordaz que le lanzó a Jasper.