[ XXXVI ]

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Aquella camioneta roja se iba adentrando poco a poco en el patio de aquella vivienda, se hizo un lugar entre el Mustang mal acomodado y la casa del perro.

Una vez bien estacionado el vehículo, aquel niño salió corriendo de él para saltar a los brazos del vampiro cobrizo. —¡Lucifer! - Le saludo con emoción Elián.

Romina salió por completo del auto, llevando consigo la mochila del menor, al tiempo en que su mirada observaba el gesto entre aquellos dos. Una sonrisa se formó al ver el cuadro frente a ella.

Sus ojos "verdes" captaron como el menor se había soltado del vampiro para después darle un leve abrazo a Leah y por último saltarle encima a Seth, segundos más tarde Seth se convirtió en un perro gigante.

Apolo salió corriendo de la vivienda con Tomato en su lomo, el reptil alcanzo a saltar a la pierna de Leah, antes de que el perro saltara sobre el chucho y el menor derribandolos al instante.

—¿Qué tal el día? - Preguntó tranquilamente el demonio, al ver cómo Romina estaba vistiendo ropa deportiva y se veía bastante despeina. —¿Te está agobiando el rol de la maternidad? ¿Es momento para que peleé por la custodia de Elián? Por que créeme que tengo buenos abogados.

—Tus abogados me harán lo que el viento a Juárez. - Una leve risa escapó de ella al ver cómo ni Leah ni su novio captaron la referencia. —En fin, hoy fue el reality de madre e hijo.

—¡Y ganamos! ¡Romina es una fiera! ¡Tiene una puntería excelente! - Alegó el niño antes de ser derribado por Apolo.

—¿Cómo no va a tener una excelente puntería? Se la pasa practicando contigo cada que te avienta su chancla.

Romina ignoró por completo el comentario de Lucifer, y comenzó a caminar hacia Leah para darle un abrazo de bienvenida. A estas alturas del partido, la chica lobo ya se había acostumbrado a las muestras de afecto a de la castaña.

—¿Recién llegaron? - Les pregunto amablemente para después tomar una liga que tenía en su muñeca y comenzar a recoger su cabello el cual ya le llegaba casi por la mitad de sus omóplatos.

—Hace un par de minutos. - Explicó el vampiro quien frunció el ceño ante un rayo de Sol que le pego en el rostro. —Se supone que este es un lugar nublado.

—Tiende a ponerse así antes de que una tormenta se desate. - Informo Romina.

Ya habían transcurrido un par de meses desde que se habían sumido en aquella rutina familiar. Cada fin de semana Lucifer se presentaba con el par de lobos, solo el día del cumpleaños del menor, se presentaron entre semana arrastrando con ellos a Rose, Emmett y Jasper.

Elián estaba más que feliz de estar los fines de semana con ellos, a parte de que entre semana Romina se encargaba muy bien de él, cómo si fuera realmente su verdadera mamá, al igual que Lucifer.

Midnigth ✓ → [Edward Cullen] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora