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Cuarenta y ocho horas, ese era el tiempo faltante para que cada uno de los inmortales en esa tierra se reunieran cara a cara con los italianos. Solo era cuestión de dos días para llegar a un destino incierto donde marcaría o bien, terminaría con la vida de los vampiros que estaban ahí para atestiguar a favor de los Cullen.

Aquello solo provocaba que todos se mantuvieran ansiosos y nerviosos, ya que una pregunta era la que rondaba por la mente de cada uno de ellos "¿Hasta aquí llego mi inmortalidad?" No importaba cuantos años tuvieran viviendo, así fueran seiscientos, o dieciocho, todos estaban con la duda de si ahí iba a terminar todo.

—Los Volturi no se supone que son los villanos, de la forma que les parece a ustedes. Ellos son el fundamento de nuestra paz y la civilización. - Aporto Carlisle.

—¡Já! - Se mofo Bakú. —Oí esa mama... ¡Auch! - Se quejo del golpe que le soltó su esposa por su "falta de respetó"

—Eso no quita el hecho de que sus intenciones en este momento no sean las mejores. - Le contradijo Rose.

—Cuando Aro quiere a alguien de un Aquelarre. – Comenzó Eleazar. En esa noche se encontraban todos los inmortales en la comodidad de la casa Cullen. —No se tarda mucho en encontrar pruebas de que ese clan ha cometido un crimen.

—¿O sea que ya lo ha hecho antes? – Pregunto Bella quien estaba atenta a lo dicho por el único que había sido parte de la guardia italiana.

—Ocurre tan pocas veces que no había pensado que esto era un patrón. – Admitió el vampiro.

—Al parecer solo perdona a una persona que, según él, se arrepiente.

—Sí claro...como no. – La burla en el tono de Lucifer llamo la atención de los que se encontraban perdidos. —Perdona solamente a los que le conviene.

—Esa persona siempre tiene un don. – Afirmo Eleazar ante lo dicho por el demonio. —Y siempre toma un lugar dentro de la guardia.

Romina estaba sentada en soledad en un rincón de la sala, su mente comenzó a trabajar hasta que recordó el suceso de la entrega de Edward a los italianos, él no estaba solo, afortunadamente llego Bella en compañía de Alice para salvarlo. Un momento... ¡Alice! —Todo esto es por Alice, por ello quiere acabar con noso... ustedes.

—No tiene a nadie como ella. – Confirmo Edward dándole la razón a la castaña.

—Por eso se han marchado. – Musito Bella un tanto sorprendida.

—Pero... ¿Por qué necesita testigos? – Cuestiono Emmett sin comprender.

—Para que corran la voz de que se ha impartido "justicia" – Ladro de mala gana Garrett desde el otro extremo de la habitación. —Después de masacrar a todo un aquelarre.

Midnigth ✓ → [Edward Cullen] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora