Midnigth ✓ → [Edward Cullen]

[ XXIX ]

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La tensión era latente, Romina podía sentirlo, ella acababa de regresar de dejar a Elian en su colegio, pero al volver se encontró a los tres vampiros con rostros que expresaban su incredulidad y nerviosismo. 

—Lo que sea que tengan, hablen ya. 

Apenas la tarde anterior sintió algo extraño, como si fuera un presentimiento, y el que ahora ellos se vieran y comportarán así, no la ayudaba a mejorar. 

—Se trata de Bella. - Habló lentamente Lucifer mostrándose completamente serio. —Ella cayó de un acantilado y creemos que ha fallecido. 

Su mirada pasó por cada uno de los vampiros ahí presentes, quienes no estaban en mejores circunstancias que ella, el problema era con Edward más no con Bella, y el saber que está podría estar muerta no era algo bueno. 

—¿Cómo que cayó de un acantilado? ¿Se suicidó? 

—No, nada de eso. - Hablo Rose rápidamente quitándole el peso a esa declaración. —Alice ha estado al pendiente el futuro de Bella, pero este ha sido muy borroso, sin embargo la vio tropezar y caer, creemos que alguien estaba con ella en el momento. 

—No es seguro que Bella muera, recordemos que las visiones de Alice no son certeras. - Ahora fue turno de Emmett. —Por eso mismo ha ido a comprobarlo por sí misma. 

La mirada azulada de la vampiresa se posó en la carmesí de Lucifer quien comprendió su pregunta sin siquiera oírla. —Alice le ha avisado a Edward, él está esperando porque ella desmienta o confirme la situación y bueno, él no lo ha tomado bien. 

Romina asintió, poco después tomó su bolso y sacó una cajetilla de cigarros para más tarde tomar uno y llevarlo a su boca, comenzó a subir para su habitación al tiempo en que comenzaba a prender y apagar el encendedor una y otra vez, pero sin prender el cigarrillo. 

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—Tenemos que apresurarnos, Leah y Seth deben de estar con los ánimos por los suelos. - Hablo Isabella quien bajó rápidamente de su camioneta con la intención de entrar a casa.

Pero Jacob se le adelantó, de un rápido movimiento la tomó del brazo y la puso tras él, la temperatura corporal del licántropo comenzó a subir con rapidez, casi escapa un gruñido de sus labios, su instinto estaba hablando por él.

¿Cómo lo había hecho Sam todo este tiempo?

—Jacob ¿Qué ocurre?

A penas y fue capaz de controlar el temblor que amenazaba con nublar sus sentidos.

—Un chupa sangre.