[ XXXI ]

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—Disculpe ¿Acaba de decir que la culpa es de mi hijo? 

—Bueno ¿Qué educación le puede brindar usted a su hijo? Sí claramente se puede observar el tipo de mujer que es. 

Lucifer estuvo tentado a sostener a Romina quien estaba más que furiosa en ese momento.

Elián había tenido una fuerte pelea en su escuela, lo cual provocó que rápidamente llamaron a los papás de los implicados. Por ese motivo, Lucifer y Romina se encontraban ahí, pero ahora el demonio temía por la vida de la mamá del otro menor, ya que lo único que está hacia era tentar la paciencia de la vampiresa. 

—Y según usted, ¿Qué clase de mujer soy? 

—Bueno, pues por su edad, dudo mucho que sea alguien decente y con clase. 

Lucifer se quedó con las ganas de golpear su frente con la mano, aquella señora no sabía en lo que se había metido. 

—¿Qué podía esperar yo de su pobre criatura? - Comenzó la vampiresa dándole una mirada de pena al gigante niño regordete que estaba escondido tras esa señora. —No puede tener educación de una persona como usted, que lo primero que hace es juzgar por la apariencia de los demás. 

—¡En primera…!

—Guarde silencio que estoy hablando. - Le interrumpió la vampiresa. —Mi edad no me impidió darle una buena educación a mi hijo, y no solamente me refiero a sus estudios, me refiero a sus valores, modales y principios. ¿Qué hizo su hijo, señora? Recuérdamelo si es tan amable. 

—¡Mi hijo no hubiera llegado a los golpes si su hijo no lo hubiera provocado!

—Profesor. - Romina rápidamente se giró al maestro que se veía cansado con la situación. —Ya escuchamos la versión de Elián y la versión de Robert, ahora me interesa escuchar la suya, ya que ambos menores son imparciales. 

—¡Pero si mi hijo ya dijo lo que …!

—Señora Smith, la señora Fabela tiene razón, las palabras de nuestro docente cuentan ya que él fue testigo de la situación y puede desmentir a los implicados o en dado caso corroborar lo que han dicho. 

Romina sonrió con levedad al ver la cara indignada de aquella señora, aunque ella quería aniquilarla junto con su monstruito.

—Bien. - Comenzó el docente. —Estaba impartiendo mi clase de física, realice un problema en la pizarra para explicarle a mis alumnos un problema sobre movimiento rectilíneo uniforme, sin embargo tuve un error en el cálculo, así que Elián me interrumpió para decirme que lo corrigiera antes de seguir avanzando. - Relató tranquilamente el docente. —Estuve desconcertado por un instante ya que no veía mi error, en ese momento Robert comenzó a replicar en contra de Elián ya que a su parecer "se creía más que los demás" a lo que Elián le respondió "que lo creía, que era más" 

Midnigth ✓ → [Edward Cullen] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora