Midnigth ✓ → [Edward Cullen]

[ XXXXIV ]

☾

Su vida ha sido tan larga, tan longeva, monótona, aburrida, agobiante, siempre llevo una vida cansada, llena de recuerdos tormentosos que lo llevaron a causar masacres inimaginables.

Una vez que naces, creces y vives toda tu existencia como humano, siendo un "demonio" o un ser "maldito" sabes muy bien que no puedes confiar en nadie, en nada, que el amor no existe, la amistad tampoco y mucho menos la lealtad.

Lucifer maldijo su suerte por años enteros, pero nunca se quejo, ni siquiera cuando se enteró que su madre murió siendo víctima de una de las peores torturas.

Él supo que su vida estaba maldita, así que lo único que le quedaba hacer era sobrevivir.

Y se dedico a eso durante años, huyendo, deseando con todas sus fuerzas parar todo, parar a las personas que lo juzgaban, detener a los sacerdotes que yo tachaban como un demonio, congelar las piedras que los aldeanos le tiraban a la cara, detener las manifestaciones que se levantaban en su búsqueda con el fin de mandar su cuerpo a la ahorca.

Su más grande sueño de niño, o de adolescente, siempre fue detener todo a su alrededor, que nadie se moviera para que él pudiera al menor tener una noche tranquila.

Dormir en paz.

Afortunadamente su suerte cambio cuando conoció a aquel ángel de ojos rojos, aquella mujer que de encapricho con él y dejo de lado su sed con tal de convertir a un buen amante.

Fueron casi 72 horas de dolor, pero el no se quejo, no grito, no se removió, no lloro. Peores cosas le habían hecho como humano que el dolor de la conversión para él fue como pasearse en un campo de flores.

Y cuando se despertó, se sintió más fuerte que nunca, poderoso, invencible, el se sintió como un verdadero demonio, un demonio que iba a buscar venganza.

Pero después de congelar todo a su alrededor, de pasar tranquilamente entre las calles, se dio cuenta de que ya era demasiado tarde, muy tarde. No importaba si los paraba, él ya no podría dormir tranquilo porque no dormía, tampoco podría beber cerveza hasta la muerte porque no tendría un buen sabor, y ni se diga de la comida, le repugnaba el olor que antes lo tenía loco de deseo.

Así que solamente disfruto de crear terror en el lugar, y atormento los pueblos, y quemó las iglesias, juro venganza, y en eso se convirtió.

Un verdadero demonio, la leyenda más tenebrosa de España, porque dejó vivos, personas vivas que contarán toda la masacre.

Y así vivió bien durante muchos años, busco cosas en qué distraerse, afino su educación, aprendió arte, música, idiomas, tuvo muchas empresas, aprendió a vivir entre humanos pero algo le faltaba, le faltó durante mucho tiempo.