Capitulo 20

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—¡Veronica!— me había quedado estática al ver las características de los Eerends, tenían sangre en su boca... —Veronica!— volvió a repetir la voz de Hero, al ver que no había respuesta, tiro de mi para subir las escaleras.

Una gran cantidad de Eerends estaba invadiendo mi casa, corrimos hasta el final de corredor, escuchando como los pasos de aquellos seres de acercaban a aquí.

—Veronica— Hero desesperado me tomo de los hombros —¿Donde está el cuarto de servicio? —me miro a los ojos y yo en ese momento me bloqueé, Genial, Verónica, GENIAL, susurro la vocesita en mi cabeza. Frustrado miro una de las que era completamente de cristal y corrió hasta a ella, se asomó y regreso la mirada a mi. —Tenemos que atravesarla— los Eerends habían llegado a la planta alta y corrían hacia nosotros. Hero tomo mi mano y corrio hacia la ventana, justo antes de llegar a la ventana cerré los ojos y busque inmediatamente el cuerpo de Hero, logré rodear su cintura y en unos segundos sentí mi cuerpo mojarse, habíamos caído en la alberca que tenía la parte trasera de la casa, al entrar en contacto con el agua, perdí contacto con Hero, trate de llegar hasta la superficie y ahí abrí los ojos.

Mi casa estaba totalmente rodeada por Eerends que al escuchar nuestro gran chapuzón, ahora se dirigían hacia acá.

—¡Corre!— El cabello de Hero estaba pegado en su frente al igual que su ropa, acababa de salir a la superficie y volvió a tomar mi mano para nuevamente tirar de ella. Salimos de la alberca perseguidos de una buena cantidad de Eerends, comenzamos a correr hacia donde estaba la reja de mi casa, la cual ahora ya estaba en el suelo, era impresionante la cantidad de Eerends que había en los jardines de mi casa, justo al cruzar el arco de mi casa recordé a mi hermano.

—Ian— Hero volteaba de un lado a otro de la calle, buscando una ruta. —Hero... Ian— estaba demasiado angustiada que voltee a ver a la gran cantidad de Eerends que estaban tras nosotros.

—Perdóname Veronica— Dijo Hero mirando una última vez a la casa y comenzó a correr en dirección contraria al centro junto a mi, no me quedo otra opción que correr junto a él, aunque la angustia no disminuía ni un poco, cada paso que dábamos me ayudaba a darme cuenta en la condición en la que estábamos: el día era nublado,  el viento era frío y nosotros estábamos mojados finalmente llegamos al último cruce de avenidas que había en la ciudad, en este  había carros abandonados por todos lados, personas corriendo de un lado a otro perseguidos por  varios Eerends, Hero quedó totalmente impresionado al ver aquel escenario.

—Por aqui— ahora yo tire de su mano al ver un callejón que parecía estar despejado, al menos eso creía, por qué al entrar en este vi el cadáver de un policía, quién tenía una gigantesca mordida en la parte del cuello.

—Esto no me da buena espina— Comento Hero agitado, rápidamente ambos alzamos la vista en busca de un lugar para subir., Voltee a ver la entrada del callejón por la cual ahora entraban unos 4 Eerends, un ruido tras nosotros también me llamó la atención, el policía se había levantado.

—Hero..— Susurré a mi acompañante, el cual veía lo mismo que yo.

—CORRE— grito, lo que hizo que los Eerends se alterarán y ellos igual comenzarán a correr, Hero me guió a una escalera trasera que correspondía a un edificio, comenzamos a subir esta con los Eerends detras nuestro, mis piernas ahora ardian, pero no podía dejar de correr.

Los estruendosos pasos de los Eerends y sus quejidos me hacían saber qué aún seguían tras nuestro, aunque no eran demasiado rápidos y su condición física era peor a la mia, finalmente cuando llegamos arriba del edificio ya casi ni un Eerend nos seguía, así que nos detuvimos a tomar algo de aire.

—¿Estas bien?— me preguntó Hero quién había volteado a ver abajo, después regreso la mirada a mi y su gesto de alivio apareció.

—Eso creo— le conteste sentándome contra la pequeña base en la cual estaba el contenedor de agua, desde aquí se veía casi toda la ciudad, la cual estaba envuelta en una nube gris, y si era cierto que la gran cantidad de nube gris se debía a que  había diferentes humarolas en las partes de la ciudad, desde arriba se podían escuchar gritos desesperados e incluso disparos, opte por alejarme de la orilla del edificio, así que voltee a ver a Hero, este tenía un desarmador en la mano  y quitaba las tuercas de las escaleras.

—¿Que estas haciendo?— Hero frunció el ceño mientras aplicaba fuerza en el desarmador, finalmente las escaleras se desplomaron aplastando a una gran cantidad de Eerends.

—Buscando que esté sea nuestro refugio temporal— Su mirada era sería y solo estuvo en mi algunos segundos, de ahí paso a la vista que teníamos de la ciudad. —Las películas no se veían asi— comento mirando las nubes.

—Algunas si lo hacían— respondí mirándolo de perfil, el arrugó la nariz un momento y negó.

—No hablo de los paisajes, hablo de los Eerends— nuevamente su mirada se posó en mi, la bajo hasta mis pies y recorrió mi cuerpo lentamente, lo que causó mi sonrojo.

—¿Cómo? — Entonces recordé que la ropa que ambos traíamos estaba totalmente adherida a nuestra piel, mi sonrojo aumento y aparte la mirada.

—La mayoría de zombies en las películas suelen ser torpes y caminar lentamente, estos no...— sentía su mirada —Son como animales, pero tienen una debilidad— escuché un gran suspiro de su parte y continuo —Debido a la condición de su piel no pueden avanzar demasiado— señaló un par de Eerends que avanzaban tras una camioneta y después de ciertos momentos paraban y daban gritos de dolor.

—Vaya— dije al final, Hero se acercó un poco más a mi y tomo con cuidado mi barbilla, las llamas de sus dedos estaban frías, movió mi rostro hasta tenerlo defrente y continuo.

—Me alegra que estés bien— su sonrisa apareció.

—Perdon por bloquearme— dije angustiada —Yo.. no sabía que hacer y... Todo pasó muy rápido, de repente me perdí.. perdí de vista a Percy...— mi diálogo fue interrumpido debido a que sus labios ahora estaban pegados a los míos y sus brazos nuevamente en mi cintura, Cuando Hero se separó de mi y susurro en mi oido

—Lo entiendo, aún así eres valiente— Sin dudarlo rodee su cintura, apegandome a el.

—Gracias Hero—

The Start | The Eerend Virus #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora