The Start | The Eerend Virus #1

Capitulo 7

Martes 17 de Agosto de 2021
6:30 am

Hoy debía de llegar más temprano de lo normal por que  todo el salón tenía que presentar una exposición, como si de presentar una nueva línea se tratara.

El cielo aun estaba obscuro cuando llegue a St. Jude; al llegar a donde normalmente Aarón me dejaba, me encontré con una linda sonrisa esperando por mi.

—Buen día— escuche que Hero me dijo con su acento británico, al bajar me ofreció su mano y su sonrisa no se iba.

—Gracias y buen día— dije sacando mi maqueta, la cual consistía en un maniquí con ropa de los 90's, cerré la puerta y me despedí de Aarón.

—Escuche que hoy harán una exposición— me pidió mi mochila para cargarla y se la entregue.

—Así es— señale con la mirada mi maqueta —A mi equipo le tocó moda de los años 90's— Hero contempló la maqueta y sonrío.

—Te quedó muy bien— dijo —Sobre lo de tu hermano...— asentí, Hero me miraba nervioso —¿Debo de ir formal?— solté una pequeña risa.

—Si quieres Hero, ve como quieras a mi me seguirá gustando— dije eso antes de que lo analizará, a Hero le subió un poco de color a la cara. —Que vayas, nunca es malo tener visitas— a menos de que sean los Lincer —Casi siempre como sola— me encogí de hombros.

—Vaya— se limitó a decir Hero cuando entramos a St. Jude.

Comenzamos a avanzar a sociales, por los pasillos iluminados, cuando el acento que estuve aguantando toda la noche de ayer volvió a aparecer.

—¡Sophia!— Voltee temiendo a encontrándome a Stefan, y ahí estaba; venía con un pantalón color beige, una camisa azul claro y unos mocasines cafés; Stefan vio de pies a cabeza a mi acompañante, ambos eran altos aunque Stefan le ganaba por pocos centímetros, vio que traía mi mochila y a continuación dijo: —Gracias por ayudarla, se me hace algo muy caballeroso— sonrió falsamente a Hero, mientras él lo veía confundido  —Yo la llevare— técnicamente le arrancó la mochila y trató de tomar mi mano.
Evite que la tomara y en su lugar tome la de Hero, si los ojos de Stefan fueran balas , Hero ahora estaría descansando en paz.

—¿Te veo al rato?— sonreí a Hero y él asintió, depositó un dulce beso en mi mejilla y se marchó a medicina.
Subí con un ruidoso Stefan a mi planta, el llamaba la atención de varias de las chicas, por su peculiar acento Italiano.

—Aquí es mi salón— ¿Puedes callarte, ya? , habíamos llegado a el salón de actos de sociales —Dame mi mochila— él asintió y me la entregó.

—Te vendré a buscar para el almuerzo, te llevaré algo delicioso— acaricio mi barbilla y estuvo apunto de besarme si no reaccionaba rápido, me aleje de él y entre a mi salon.

—Hero, tiene competencia?— me pregunto Roger y yo negué.

—Hero, no me gusta— Negué rotundamente y le entregue a Roger la maqueta.

—Aja— dijo cómplice — Y yo soy heterosexual y me gustas tu—

—Concéntrate— rodé los ojos. —Que la mejor exposición no se hace sola—
Él asintió y comenzamos a preparar nuestro puesto, más tarde llegaron Alice, Julia y Alex.

10:00 am

—Vaya, buen trabajo chicos— dije de frente al puesto donde daría nuestra exposición.

—Si..., me encanta que tu marca nos patrocine esta exposición— Sandy señaló la pequeña maqueta que había traído. Sandy era pelirroja, alta y algo sería.

—Es muy divertido trabajar contigo— me dijo Alex, un chico que no era gay, de la misma altura que Roger , Rubio, ojos verdes, inteligente.

—Pensé que eras "especial"— me dijo sincera Alice, chica morocha y ojos del mismo color.

—Chicos ya empieza— nos aviso Roger y eso era cierto, habia una multitud en la entrada del salón por que era el receso; pude ver que Hero estaba en primera fila para pasar, note que traía una bolsa de Subway.
El profesor empezó a dar su corta plática y cuando por fin termino y los dejo libres Hero se dirigía hacia nosotros; junto a gran parte del grupo.

—Hola— miro impresionado nuestro puesto, Roger me dio un codazo. —Y ¿bien?— metió sus manos a su chamarra y espero nuestra explicación.

—Oh si...— mire a todos los chicos y comenzamos a hablar sobre la situación que había en los 90's la cual definiría la moda, todos quedaban impresionados con el detalle de nuestra exposición, cuando terminó la primera ronda de explicaciones , Hero se acercó a mi.

—Que buena exposición, ha sido la mejor de todos— acomodo un mechón de mi cabello, observó mi rostro, sentí el color carmesí subir; baje mi rostro.

—Solo has estado en nuestro puesto, ¿cómo puedes asegurar que es el mejor?—  regresé mi mirada a él y este tenía una sonrisa.

—Por que eres la mejor de todas, lo haces mejor que todos aqui— Volví a bajar la mirada, por qué cada vez se ponía más rojo. Este chico me va a matar —Me gusta cómo hablas con pasión de lo que te gusta, te hace ser... única— con su mano subió de nuevo mi rostro y sonrió, enseguida me enseñó la bolsa y saco un Subway. —Supuse que ser la mejor da   hambre y te compre uno— saco aquel emparedado y me lo entregó.

—Gracias, Hero— Mire unos de los prendedores clásicos de los 90's, que eran solo exposiciones, puesto que esas piezas eran únicas y totalmente originales de Newman D, tome uno que decía Hero en un globo como el de los cómics; he de admitir que ese prendedor lo había diseñado hace algunas semanas para él y tome otro que era una estrella. —Esto es para ti— se los entregue y él los contempló por un momento.

—Vaya... son demasiado lindos— su mirada era totalmente de asombro —Gracias— me dijo de una manera tan sincera que sus ojos brillaron.

—No es ....— empece a decir cuando fui interrumpida por Alex.

—Vero.. ya llego el segundo grupo— abrió los ojos como platos al ver a Hero. —Ay perdóname— nos dio la espalda y Hero soltó una ronca risa.

—El deber te llama— asentí —¿Te veo en la salida?—me preguntó un emocionado Hero.

—Claro— sonreí, el no había quitado su sonrisa todo este tiempo, el comenzó a caminar hacia la salida y yo hacia mi equipo, después de llegar comenzamos con la exposición.

Todo iba bien, Alice y Sandy habían expuesto bien hasta que llegó mi turno y alguien gritó.

—Ya entendimos, ahora puedes venir a besarme— esa voz era de Stefan, comenzó a abrirse la gente y efectivamente era aquel italiano; traía una ensalada en sus manos; sabía que mi cara había tomado el color de un tomate gracias a la pena y a la ira.
Maldito, Lincer