El camino de Flagstaff estaba lleno de autos los cuales estaban abandonados, algunos con las puertas abiertas, estos resaltaban la obscura ciudad la cual estaba envuelta en una nube grisasea e incluso había algunos Eerends caminando por ahí.
-Miren!- exclamó Alex señalando una barrera de coches, como si estuvieran protegiendo algo, estos formaban un semicírculo y casualmente concordaba con el circuito de calles que rodeaban la universidad; de seguro pensaban que el poner carros detendría a los eerends y a los carros que venían con posibles sobrevivientes.
-Bien, aquí bajamos- di la orden y, enseguida Verónica y Alex bajaron de la camioneta. -Tengan cuidado- advertí mientras ellos bajaban las armas blancas que traíamos con nosotros. -Ten cuidado, por favor- dije con un notorio tono de preocupación a Veronica.
Verónica Newman
-Lo tendré- dije dedicándole una sonrisa a Hero, esto hizo desaparecer casi por completo su ceño fruncido. -Tu también tenlo- añadí antes de bajar de la camioneta.
Alex ataba sus agujetas unos cuantos pasos más adelante, justo cuando llegue se levantó y sonrió amable.
Comenzamos a caminar por la carretera de Flagstaff, debíamos parecer cansados ya que de seguro ahí, había un refugio. El plan era conseguir armas y darles algo a cambio, comida, agua, material, lo que fuera.
-¿Nervioso?- pregunté a mí compañero para aligerar la tensión de la caminata.
-Algo- me contestó Alex mirando a su alrededor, algo alterado.
-¿Seguro?- insistí, el nerviosismo con el que volteaba constantemente a todos lados, me demostraba todo lo contrario.
-Si- dijo distraído. -¿Tu lo estás?- inquirió volteandome a ver.
-No, creo que será sencillo- hice un ademán restándole importancia, unos pasos más adelante ví como una mujer corría siendo perseguida por unos chicos, ellos la atacaron por detrás y la mujer cayó al piso.
-Que mie...- la mano de Álex cubría mi boca, el me llevo tras de uno de los edificios que estaban enfrente de la universidad.
-¡Déjenme! ¡Déjenme ir, ya les di todo lo que tenía!- gritaba la mujer suplicando a los chicos.
-Me parece que no, Cariño- contesto uno y los demás comenzaron a reir, el llanto desesperado de la mujer llenaba todos los alrededores y era totalmente horripilante.
-¡NO!- Grito la mujer al ver que uno de los chicos saco una pistola, la empuñó hacia el cuerpo de la mujer y le dijo:
-Aun tienes algo que realmente no nos conviene- preparo la pistola - Tu vida- en ese instante disparo, mis ojos se cerraron al momento del disparo y los sollozos iban disminuyendo.
-¿Por qué la mataste?- uno de sus compañeros empujó al chico de la pistola.
-Se iba a largar y lo más seguro es que iba a advertir a los que pasaran por aquí- El chico regreso el empujón y señaló una entrada. -Es momento de regresar- dijo finalmente y comenzó a caminar, dejando el cuerpo de la mujer en el suelo.
-Alex... Debemos de irnos ya- dije caminando hacia atrás con cautela, tome el woki Toki y lo acerque a mis labios -Hero! Hero!¿Dónde estás?- espere respuesta suya pero no llegó.
-¿Que pasa? - una voz masculina llegó a mis odios.
-Hero no me....- al levantar mi campo de visión me había dado cuenta de que Alex ya no estaba a mi lado, en cambio estaba un chico lleno de tatuajes.
-¿Hero es tu nuevo novio, Veronica?- desenfunde el cuchillo que me había dado Alex y la mirada burlona de aquel chico se dirigió a ella . -Cariño, ¿sabes usar eso? -Pregunto el chico apunto de reír. ¿Que le hacia tanta gracia?
Apunte hacia él.
—Lo hago muy bien— dije orgullosa y entonces todo cambio en cuestión de segundos: El chico se abalanzó a mi quitándome el cuchillo de la mano.
—Ultimas palabras— alzó el cuchillo y lo levanto para apuñalarme, cerré los ojos aceptando mi destino; luchar ahora era inútil, las lágrimas calientes bajaban por mis mejillas, me sentía inútil ya que no había tenido tiempo de hacer nada.
—Vete a la mierda, Jack— dijo una voz femenina tras nosotros, tras de esto se escucho un golpe mudo y el cuerpo de Jack había caído sobre el mio.
Entonces abrí los ojos, encontrándome con mi salvadora..., una chica morocha, con las cejas bien arregladas, pómulos marcados y una mirada sería.
—El hecho de que seamos mujeres, no significa que no sepamos pelear—dijo algo temblorosa y extendió su mano. —Mi nombre es Brigitte — trato de recomponer su tono a uno serio pero falló.
—Verónica— contesté tomando su mano —¿Has visto a dónde se llevaron a el chico que estaba conmigo? — dije sacudiéndome la ropa.
—Esta adentro de la U; si queremos salvarlo tenemos 20 minutos— algo extrañada la mire y ella reaccionó —Mi hermana está ahí dentro, su nombre es Sarah; nosotros somos estudiantes de aquí y de hecho al principio si era un refugio, pero desde que llego aquel pelirrojo esto se ha convertido en una trampa —
—¿Como dices?— dije de una manera torpe.
—Son sobrevivientes, ellos atraen gente asegurando que es un refugio y una vez aquí los desaparecen haciéndose de sus pertenencias para su beneficio, Es algo normal últimamente— dijo lo ultimo casi en susurro.
-Debemos salvarlos y salir de aquí - asegure recogiendo el cuchillo y el woki toki —Te sigo—
Ella asintió y comenzó a trotar para llegar al otro extremo de aquel edificio. —Debemos de correr hacia la entrada, una vez ahí iremos hacia la izquierda, en ese pasillo se encuentra algo de armamento y comida en la aula 3, al final del pasillo es donde están los presos— me miro sonriente. —Justo ahora están cazando por afuera, y el chico que vigila aprovecha para dormir, tardaran aproximadamente 15 minutos mas— dijo mirando el reloj en mi muñeca, el cual marcaba 4:55 pm.
Brigitte comenzó a correr y yo tras ella, entonces entramos al establecimiento el cual estaba adornado con blanco y la luz que se filtraba por los vidrios formaba un ambiente cálido y cómodo , entonces brigitte giro a la izquierda, una vez ahí dijo —Ve por las municiones, yo iré por ellos— asentí para mi misma y trote hacia la aula 3, abrí la puerta y era cierto, había cajas con municiones de pistolas enteras, armas de fuego en los escritorios y cajas de comida enlatada de la cual coloque 2 aparte que serian las que me llevaría, 3 paquetes de agua, y pase a ver las armas que podía llevar para nuestra protección.
—¿Te gusta algo, rata?—
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The Start | The Eerend Virus #1
RomanceVeronica Newman podria ser una chica californiana de 19 años normal, que va a la universidad, sale con sus amigas y va de fiesta cada que surge la ocasion, pero ella no es asi, desde pequeña su vida ha estado en el ojo publico, incluso después de qu...