—¿Alex?— grite golpeando la puerta con mis puños —Abre— dije con un tono autoritario.
—Todo... Todo está bien— su voz se escuchaba agitada, pero los golpes no dejaban repetirse.
—¡Mierda, que no lo está!— volví a golpear la puerta con tanta fuerza que está se agrietó, Verónica preocupada trato de apartarme de ella y simplemente por ser Verónica cedí.
—¿ALEX?— La voz de Verónica sonaba angustiada, se acercó a la puerta y pego su oído en la puerta —¿Qué está pasando? —
—Nada— su voz sonaba más agitada , enseguida se escuchó una maldición y los golpes pararon.
—¿A..Alex?— Ainhara llamo a su... Diablos no sabía que era Alex de Ainhara , su emmm ¡compañero!, después de que los golpes pararan.
—Ya... Ya voy— puse mi brazo entre Verónica y la puerta, haciendo que ella retrocediera. La manija de la puerta giro y un Alex enrojecido por el esfuerzo físico, apareció.
—¡Alex!— la niña soltó su muñeca y corrió a el, como si no lo hubiera visto en meses; este tenía la mano izquierda haciendo presión en la muñeca derecha, fruncí el ceño y pregunté.
—¿Todo está bien?— el chico no podía soltar ni una palabra así que cuando le dió un beso en la frente a Ainhara, solamente asintió.
—¿Estamos listos?— Verónica pregunto como si de un campamento se tratara, pero la imagen que tenía de un campamento era demasiado buena como para lo que nos esperaba.
—Vamonos— tome la mochila que había preparado anteriormente, del suelo; levanté la mirada para verificar que todos estaban listos y así era.
Verónica antes de salir beso mi mejilla y tomo mi mano en señal de apoyo.Una vez fuera del departamento miré a Álex.
—Sera mejor salir por las escaleras de emergencia, las normales las llenamos de cosas para evitar el paso de los eerends— Sugirio y asentí, abrí la boca para preguntar algo más y el contestó —Las escaleras de emergencia fallaron aquel día, asi que son seguras— por alguna razón mi pequeño Hero que estaba encerrado en mi mente, no podía confiar en él, así que saque uno de los cuchillos de cocina que había guardado en mi mochila.—Mas vale prevenir— explique. —Si aparece uno ustedes solo corran yo me haré cargo de él— los tres asintieron ansiosos.
Comenzamos a caminar hacia la puerta que daba a las escaleras con cierto cuidado.—Una vez afuera...?— Verónica parecía una chiquilla asustada.
—Corre hacia la camioneta blanca, corran lo que más puedan, ellos no son tan rapidos— señaló Alex.
—El virus es fuerte pero no inteligente, así que no pueden correr tan rápido— termine yo.
Todos respiramos profundamente.una vez que estábamos afuera de la puerta.
—1..2...3— tome la manija y tire de ella abirendo por completo la puerta.
El denso aire de la ciudad llegó a mi, y la real imagen de ella estaba frente a mi, había diferentes humarolas en diferentes partes de la ciudad, gritos desesperados y gruñidos acompañaban el ambiente.
—Mierda— escuche el susurro de Álex tras de mí.
Busque rápidamente una salida, encontrando un callejón aparentemente libre, aunque el problema eran los Eerends que estaban al otro lado de la pequeña calle a la que saldríamos.
—Bien... Este es el plan— volteara a verlos —Esperaremos a qué los eerends salgan de aquel callejón, Bajaremos lo más rápido posible las escaleras y correremos a la camioneta de Álex, no miren atrás solo corran—un recuerdo vino a mi cabeza después de decir esas palabras que en realidad correspondían a mi entrenador de atletismo antes de cada competencia.
Vi como los Eerends comenzaban a salir e hice una seña con la cabeza para que comenzaramla a bajar con sumo silencio.
El último en salir fue Alex quien incluso cerró la puerta sin que está hiciera ruido, la escalera de metal solía producir mucho ruido, pero a la velocidad y el cuidado de nuestros pasos apenas y se producía un sonido.—Hero...— Ainhara hablo por primera vez.
—Shhh— susurro Alex y escuché un sonido negativo.
—Ese señor... Me asusta— en automático pare en seco, voltee a ver a Ainhara quien señalaba hacia arriba de nosotros.
Justamente dos pisos arriba de dónde salimos nosotros había un par de Eerends que simplemente nos observaban, como un leon que observa a su presa.
—¡Ay no!— susurro Verónica.
—No están solos— trago duro Alex y voltee a ver a los eerends que estaban a punto de salir de el callejón.
—Corran— segundos después de dar la indicación todo giro en torno a la presión y angustia.
Bajamos a toda velocidad por las escaleras haciendo que gracias al ruido causado, los Eerends que estaban al final del callejón notarán nuestra presencia y ahora "corrieran" a nosotros al igual que los que estaban arriba de nosotros.—Alex, las llaves— grite una vez que estaba abajo y el me las arrojo, mientras seguía bajando. —Corran— dije alterado mientras corría tras las chicas, apreté el botón para abrir las puertas y ellas subieron rápidamente. Pero no había señal de Álex, este técnicamente corría de una manera extraña como... Cojeando.
.
.
.No me putas digas que es cojo.
—Arranca— Alex gritaba desesperado tratando de escapar, así que obedecí su instrucción y subí a la camioneta.
—Alex— la voz casi quebrada de Ainhara, llegó a mis oidos.
Encendí el motor y abrí la puerta del copiloto, meti la reversa hasta que Alex tuvo la oportunidad de subir, este trato de subir lo más rápido posible pero se salvó de que un Eerend lo tomara por el.brazo.
—Sueltalo— mi voz se había escuchado como un niño jugueton y tirando de Álex, saque una vez más el cuchillo y lo enterré en el cuello del Eerend, este dejo salir un horrible chillido después de soltar a Álex.
—Rapido— ordenó Verónica, en lo que Alex cerraba la puerta del copiloto, en menos de 3 segundos la camioneta estaba rodeada por Eerends, así que esta vez cambie de velocidad y pise el acelerador a fondo para lograr salir del callejón, aunque algunos Eerends salieron atropellados, esto en realidad era lo mínimo que importaba, ya que por lo menos otros 10 resultaron atropellados antes de salir de California con éxito, afortunadamente.
—Y ¿ahora donde?— la respiración agitada de todos era lo único que se lograba escuchar en este ambiente tan tenso.
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The Start | The Eerend Virus #1
RomanceVeronica Newman podria ser una chica californiana de 19 años normal, que va a la universidad, sale con sus amigas y va de fiesta cada que surge la ocasion, pero ella no es asi, desde pequeña su vida ha estado en el ojo publico, incluso después de qu...