The Start | The Eerend Virus #1

Capitulo 22

Un escalofrío recorrió mi cuerpo e hizo que de manera inmediata abriera los ojos, la obscuridad me rodeaba, me recargue de mis manos para poder observar mejor el lugar, pero no sé veía nada, a excepción de una pequeña luz que se encontraba afuera de la habitación, quite la sábana de mis piernas y sentándome en la cama, busque mis zapatos.

-¿Veronica?- la voz de Hero venía de la parte exterior de la habitación.

-¡Hero!- exclamé aliviada mientras el chico abría la puerta, acompañado de una linterna, enseguida corrió a la cama para abrazarme.

Sus fuertes brazos rodeaban mi cintura

-¿Donde estamos?- Hero se alejó de mi y aclaro su garganta.

-A las afueras de California- el lugar parecía que era un pequeño departamento, debido a que el cuarto era reducido y el hedor a humedad impregnaba toda la estancia.

-¿Cuanto tiempo estuve dormida? - Hero parecía estar perdido, distante por alguna razón, su mirada estaba dirigida a la sábana verde que ahora estaba totalmente hecha bola en un rincón de la cama.

-Solo un día entero- la grave voz del mismo chico castaño que ví antes de desmayarme, llegó a mis oidos, estaba recargado del marco de la puerta; con esa oportunidad lo observé mejor, su cabello era técnicamente rubio, sus ojos color miel y sus pómulos eran marcados. Voltee a ver Hero, quién ahora veía en la dirección en la que yo veía.

-Eso es verdad- Hero sacudió su cabeza como tratando de alejar sus pensamientos y lo señalo. -Él es Alex- el chico inclinó su cabeza en forma de saludo y yo le correspondí con una sonrisa.

-Un placer señorita Newman- Alex volteo a ver tras de el y llegó una pequeña niña, con unos pequeños rizos y unos grandes ojos verdes, la pequeña se puso tras Alex para ocultarse.

-Ella es Ainhara- La niña me observaba tímida.

-Hola Ainhara , mi nombre es Veronica-puse detrás de mi oreja un mechón rebelde; ella se acercó a mí y extendio su mano con la misma timidez de antes, una vez que estrechamos la mano, sonrió dejandome escuchar su risa traviesa.

-Hero, vuelve conmigo, debemos de darle más té a coby- su mirada se dirigió a Hero, quién le dedicó una pequeña sonrisa.

-Deberias invitar a Verónica - la niña me miró y después a Hero.

-Pero ella no quiere ir- dijo alargando la palabra, Hero alzó una ceja y bajo de la cama con la mano tomada de Ainhara.

-Seguro estás hambrienta- Dijo Alex quién veia como Ainhara y Hero salían de la habitación, después de verlos salir el me miró. -Ve a bañarte, en lo que veo que te puedo preparar- señaló el cajón que estaba debajo de la cama, después se alejó en la misma dirección que Hero y Ainhara. -La puerta a la izquierda- grito por última vez y asentí aunque ya no me podía ver.

Al abrir el cajón me encontré con una muda de ropa y una toalla; me agache para sacar aquella muda, al sacar la ropa me di cuenta que abajo de estas habia unas botas negras parecidas a las de la colección ND de hace un año, al igual que la muda, las saque y con ellas me encamine al baño.
Al salir de la habitación me encontré el resto de aquel departamento y efectivamente era estrecho aunque tambien lujoso por qué frente a la habitación había un gran ventanal que daba a la calle, la habitación en la que me. se encontraba en el fondo del pasillo, en el mismo había 3 puertas mas, 2 a la izquierda y una a la derecha, al recorrer el pasillo habia en el piso un par de vidrios tirados que al recibir el tenue reflejo del sol parecían ser estrellas dentro del casi obscuro departamento. Junto a estos había un cuadro, al observar mejor el pasillo logré interpretar la última escena que habían vivido los que estaban aquí, puesto que Alex y Ainhara no debian de tener mucho aquí, además tenían cosas más importantes por las cuales preocuparse.
Los antiguos dueños del departamento salieron corriendo, sin importarles nada, aunque solo tomaron un poco de ropa que tenían a la mano.

Dejé salir un profundo suspiro que resonó por el departamento, agite la cabeza y camine hacia la puerta donde debía de estar el baño.

(...)

Al salir del baño me agache para subir el cierre de las botas, me levanté y puse un mechón mojado tras mí oreja, camine por el pasillo y al salir me encontré con un lindo espacio, adornado de manera sencilla pero linda, dicho espacio estaba divido en 3 partes: sala, comedor y cocina.

Al aparecer en este espacio las 3 miradas estaban en mi:
Hero quién estaba jugando con Ainhara, tenía una taza en las manos, al verme su mirada era neutra, por un momento pensé que había una sonrisa en sus labios pero... No era así.

La mirada de Ainhara solo estuvo un momento en mi, pues al ver que Hero ya no le prestaba atención volteo a verme y después regresó la vista a su juego de té.
Decidi apartar la mirada de Hero y Ainhara, pasando a el dueño de la tercera mirada Alex, este tenía una sonrisa en sus labios y estaba recargado de una silla.

-Espero que hayas disfrutado tu baño, he decidido prepararte algo sencillo- señaló el plato en la mesa, un poco sorprendida miré el plato que contenía pure de papa.
-Gracias- jale la silla para poderme sentar en ella -Si... Realmente lo disfrute- un silencio incómodo comenzó a invadir el lugar, así que decidí romperlo. - Exactamente ¿qué pasó? - lleve una parte del puré de papa a mi boca y miré a Álex.

El chico pasó su mano por el cabello blanco y miro un momento a través del ventanal.

-Un chico te trato de secuestrar...-
-Pero...- Estaba apunto de decirle que era totalmente tonta su argumento pero en ese momento me interrumpio
-Se que hay millones de personas a las que les importa otra cosa ahora mismo... Pero hay una en especial a la cual le interesas tú- me señalo. -Tiene un grupo de chicos que te están buscando y están siguiendo tus pasos- entonces miré de igual manera por el ventanal y logré ver la gran cantidad de Gente y Eerends que estaban afuera corriendo por sobrevivir o por matar.
Tome un poco de agua del vaso y miré a Álex.

-¿Quien...?- el chico de ojos esmeraldas no apartaba la mirada del ventanal. Entonces escuché la voz de Hero.

-Stefan Lincer-