Capitulo 25

499 28 1
                                    

Hola chicasss, bueno he aquí la noticia... Just you cambiará de nombre por "The start", como creo que ya lo habrán notado y por qué ya hay una portada nueva hecha por anabel_styler, A quién de verdad agradezco muchísimo su dedicación para nuestra nueva portada 🧡, también agradezco mucho su apoyo hacia la novela.
Dicho esto, empezamos 😊👻

………...…....

Hero Fiennes

El murmullo de una animada conversación llegó a mis oidos, solté un gruñido y gire en la cam.... El impacto de mi cuerpo contra el suelo y el sonido sordo que esto trajo hizo que en automático abriera los ojos.

—Mierda— susurré sobando el costado de mi cuerpo, con los ojos casi cerrados debido a que el sol que entraba por el ventanal lástimaba mis ojos.

—Hero, ¿Estás bien?— una silueta femenina se atravesó entre el sol y yo, agradecí mentalmente a la persona mientras asentía repetidas veces, hasta que al levantar la vista me encontré con  Verónica y una sonrisa burlona que adornaba su lindo rostro.

—¿Te estás burlando de mi?— Entonces sus carcajadas comenzaron, lo cual hizo que me sonrojara. —Nadie se burla de Hero Fiennes— Acto seguido la tomé del brazo jalandola hacia mí y causando que ella cayera también, en ese momento su cara había cambiado drásticamente a una mueca de sorpresa, la cual me hizo reír a mi. En ese preciso momento mi mano se posó en su mejilla acariciándola y mirando con atención su rostro: cuando reía o sonreía se le formaban hoyuelos, los más lindos que había visto hasta este momento.

—Eres hermosa— sus ojos azules se llenaron de emoción al escuchar mis palabras y entonces me acerque a sus labios tal como ella lo había hecho anoche y la besé. La intensidad de este beso fue menor a la de ayer pero tenía la misma dulzura. —Vaya forma de comenzar el dia— comenté burlón y ella soltó una pequeña risita.

—La mejor—contesto ella después de que coloqué uno de sus mechones rebeldes tras su oreja.

La chica que ahora estaba sentada en mi regazo, volteo a ver tras el sillón y dirigió un gesto algo incómodo.

—Vamos a desayunar— susurro señalando con la cabeza la dirección y se levantó; sacudió sus regazo y camino en dirección a la cocina, yo imite su acción y entonces los vi: Ainhara y Alex había presenciado TODA nuestra escena.

—Buenos dias— fruncí mis labios y estire mi mano a manera de saludo.

Lo incomdo que estaba Alex se notaba a kilómetros, ya que solo hizo un movimiento con la cabeza y volvió a lo suyo, Ainhara ni siquiera me volteo a ver estaba demasiado concentrada en su waffle.

—Hero...— la voz de Verónica lleno la estancia e hizo que Alex y yo voltearamos. —Antes de que despertarás, Alex y yo platicábamos acerca de lo que debíamos de hacer hoy— un gesto burlón apareció en mi rostro y señale a Álex.

—¿De verdad estás pensando en ayudarlo?— la risa roca que broto de mi  garganta sonó más falsa de lo que pretendía, la cara de Verónica parecía indicar que no era algo de lo cual debía de reírme.

—Si— orgullosa comenzó a comer su desayuno sin dirigirme una mirada. — El día de hoy nos iremos de aquí, entre más rápido salgamos de California mejor, seguiremos la ruta de mi hermano— tomo el vaso de cristal que tenía en su interior jugo y siguió —Debemos de encontrar un auto para seguir... Armas blancas y por supuesto de fuego— la cara de Álex tenía un gesto ligero de angustia mientras miraba su brazo derecho donde tenía una pequeña pulsera azul marino con una peculiar piedra color rojo —Y si tú no aceptas venir con nosotros, nos iremos solos— El jugo de naranja, salió ligeramente disparado de mi boca, ante las palabras de Verónica quién  trato de sonar lo más sería posible pero su voz denotaba nerviosismo, nerviosismo ante mis palabras. Enseguida limpie mi boca con una servilleta, miré a Álex y a Verónica.

—Ire con ustedes... Pero — la mano de Verónica estaba encima de la mesa, ella me estaba prestando atención; entonces Alex puso su mano encima de la de ella y mi sangre comenzó a hervir— No seguiremos la ruta de tu hermano... No del todo— Respira, Idiota, respira — Si en algún momento sabes que corremos peligro, ¡Te largas!— Señale sin menor preocupacion a Álex, Al parecer Verónica noto el gesto de Álex y quitó su mano con amabilidad, con una sonrisa falsa los miré a ambos. —Nos vamos en 2 horas—.Terminé de tomar mi jugo y camine hacia el baño para ducharme, sin dirigirle una mirada a los chicos.

(...)

2 golpes en la puerta habían sido suficiente para que me terminara de atar las agujetas de mis notas y me levantará a abrir.

—Hero no has visto unas botas...— Verónica había entrado campante a la habitación pero freno en seco al verme, específicamente al ver que no traía camisa; sus mejillas tomaron un lindo color carmesí, haciendo que mi sonrisa aumentara su tamaño.

— ¿Unas botas?— pregunté divertido el ella asintió torpemente, tome su barbilla entre mis dedos y ella trato de apartar la mirada, sonreí tiernamente y besé su mejilla. —Eres tan tierna— susurré en su oído —Estan debajo de ese estante— pude sentir como si cuerpo se estremecía antes de que ella volviera a asentir de la misma manera, camino directa a dónde le indique mientras que yo me volteaba a tomar mi playera.

—Gra... Gracias— mire sobre mi hombro dedicándole una sonrisa, ella tímida, correspondió a la sonrisa y salió rápidamente de la habitacion hacia el baño.

Al terminar de ponerme la playera camine fuera de la habitación en espera de todos los demás, tome uno de los mapas que estaba en la mesa y me puse a inspeccionar nuestra ruta, la cual no debía de incluir las Vegas, ni ciudades grandes, debido a que literalmente solo éramos 3 los que nos podiamos defender y no podíamos cargar tantas armas.

Comencé a trazar nuestra ruta, poner notas mentales y algunas en mis manos; lo primero que haríamos sería salir.

—Listo— la voz de Verónica hizo que yo subiera la vista.

Una sonrisa animada y un par de ojos azules me veían divertidos.

—Me gusta cómo te ves concentrado— la chica se acercó a mí y pude analizar mejor su atuendo, una playera de tirantes negra pegada, unos leggins negros y las botas negras que fue a buscar a la habitacion, hacían que su cuerpo se viera realmente fabuloso, logrando que por segunda vez ella me dejara boquiabierto.

—Te ves fantástica— ella coloco un mechón tras su oreja izquierda y tomo el mapa.

—Gracias— contestó sin dejar su sonrisa de lado. Enseguida llegó Ainhara, con una mochila rosa en su espalda y su muñeca Dalia en su mano.

—Alex saldrá en un momento— señaló y tomo su muñeca con las dos manos para acomodar el cabello de la muñeca.

Asentí con una sonrisa la cual desapareció cuando se comenzaron a escuchar golpes provenientes del baño.

—Alex— grito la pequeña niña asustada, antes de echarse a correr a este.

Y ahora a este idiota... ¿que le pasa?

The Start | The Eerend Virus #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora