Veronica Newman podria ser una chica californiana de 19 años normal, que va a la universidad, sale con sus amigas y va de fiesta cada que surge la ocasion, pero ella no es asi, desde pequeña su vida ha estado en el ojo publico, incluso después de qu...
Mi alarma me despertó y en verdad se lo agradezco, rodé hasta el otro lado de mi cama, saque el brazo buscando mi pequeña alarma, cuando por fin la logre apagar, abrí un momento mis ojos, suspire y mire el techo de mi habitación.
5 minutos no harían mal, dije para mis adentros y me volví a cubrir con las sabanas; Justo en ese momento entro el hombre más odioso de este sistema solar, es decir: Mi hermano.
-Buuuuuen diaaaa - Dijo con ánimos y abriendo las ventanas de mi cuarto, aunque era en vano por que aún no salía por completo el sol. Escuche que sus pasos se aproximaban a mi cama y se metió en ella. -Veronica....- dijo tiernamente acariciando mi barbilla, de mi parte recibió un quejido -Hoy debes de ir a la Universidad...- acabo con el mismo tono, abrí los ojos encontrándome así con un Ian sonriente.
-Buen día bobo- dije sonriendo y él se levantó, aun llevaba pijama.
-Alístate para que te pueda llevar- camino a la puerta y la cerró.
Entre a mi extenso closet , elegí una blusa negra con tirantes y unos jeans de mezclilla con unos converse; salí de ahí y camine hacia la puerta francesa que dividía las dos partes de mi cuarto, en la primera parte estaba mi cama, vestidor y baño, y a continuación estaba una pequeña sala, junto a mi escritorio; tome mi mochila la cual estaba en uno de los sillones, Camine hacia la puerta y salí de mi habitación.
Creo que no me he presentado, Mi nombre es Veronica Sophia Newman Gill, tengo 19 años y soy dueña de Newman D, una prestigiosa marca de ropa. Mi hermano es Ian Newman Gill famoso doctor, este con 26 años, dueño de Center of Investigations Newman. Importante en todo el país.
Baje las grandes escaleras de mi casa, caminando hacia le comedor donde ya me esperaba un rico desayuno preparado por Diana nuestra cocinera.
Al entrar un delicioso olor lleno mis fosas nasales y escuche la chillona voz de Diana.
-Buen día niña!- sonrió al verme sentada y comiendo - Y ¡Buen día joven Ian!- miro detrás de mi viendo a mi hermano con un traje y sin afeitar.
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-Que linda te ves hoy, Vero- se sentó enfrente de mi, relamió sus labios y comenzó a comer. Clásico de Ian.
-Tú no te ves nada mal, Ian- solté una risita y seguimos desayunando pacíficamente.
7:30 am
En la radio sonaba High Hopes de Panic at the disco!, Ian y yo cantábamos muy felices en su Audi Negro, hasta que llegamos a St. Jude, mire a mi hermano y el me dio un beso en la mejilla.
