—¿A qué te refieres con eso? — mi gesto de confusión ante la sorprendente acusación de Hero causo que diera un pequeño brinco hacia atrás golpeándome la cabeza.
—Pues tu hermano...—
— ¿De que hablan? — Pregunto Roger asomando la cabeza, causando que Hero se sobresaltara y volteada a verlo.
—Nada— dijo secamente.
Roger alzó la ceja mientras que pasaba la mirada de Hero a mi. Hero por su parte solo rodó los ojos y negó.
—Deja de hacer teorías tontas— pude ver cómo el rostro de mi mejor amigo cambiaba a una expresión ofendida, mientras que se colocaba la mano en pecho —Iré por Ainhara— puntualizó sin mirar atrás.
—¿Que rayos le pasa?— pregunto Roger mientras que subía a la camioneta y solo me encogí de hombros, su cambio de humor repentino tambien me habia sorprendido a mi.
—¿De que han hablado?— pregunté para cambiar de tema y no preguntará más de Hero.
—Esta es la parada final, técnicamente hemos llegado a Maine— una pequeña sonrisa emocionada apareció en su rostro.
—Aun falta para llegar a Portland— Dije no tan emocionada.
—En la tarde nos encontraremos en tu antigua casa— entonces tuve la sensación de que un balde de agua fría caería sobre mi.
—Tan pronto— dije en un susurro apenas audible, Roger ni siquiera lo noto y seguía viendo tras de mi, dónde estaban reunidos los Cassey con mi hermano. Sin pensarlo dos veces baje de la camioneta y camine directo a ellos.
—...gang, ya se encuentra ahi— decía Rowan a mi hermano, cuando llegue a su pequeño, pero privado círculo, los Cassey me voltearon a ver.
—Perfecto, estamos a nada de estar ahí tambien— parloteo mi hermano mientras que escribía algo en el mapa. Al no recibir respuesta subió la mirada, encontrando mis ojos. —¿Todo bien?— dijo amargamente.
—Necesito hablar contigo— murmure mientras me cruzaba de brazos y dirigía una mirada a los Cassey para que nos dejarán solos.
—Debemos irnos— grito Rowan Cassey para que todos subieran a la camioneta y después, ambos se alejaron de nosotros, segui su trayecto con la mirada, cuando Percy volteo a verme con un notorio gesto de preocupacion.
—¿Que quieres, Sophia?— Ian estaba furioso, siempre que me llamaba por mi segundo nombre cuando lo estaba., Los frios ojos de Ian se encontraron con los mios, en ese momento no habia ni un gesto de compasion en su mirada.
—Yo... no quiero ir ahi— dije mientras que lo miraba directo a los ojos. Su expresion cambio por completo, parecia que habia recordado nuestra razon para mudarnos a la casa de mi padre en California y nuestra separacion.
—Me temo que...— en ese momento pegue un pequeño grito.
—Ian!, no puedo!; no es tan facil para mi— mi hermano bajo la mirada, sabia que lo habia recordado, Ian habia recordado quien habia sido el primero en entrar a la sala de la casa de Portland.
Ian levanto la mirada y toco mi hombro, acariciandolo, como aquella noche...
—Sabes que ambos tenemos que entrar es parte del...— su voz temblaba, conocia a Ian y sabia que muy dentro de el, el tampoco queria volver a la pesadilla que nos atormento durante años.
—Protocolo, lo se— Ian me atrajo hacia el y las lagrimas fueron incontenibles los recuerdos de aquella noche en Portland regeresaron a atormentarnos —No quiero Ian, No quiero— susurraba mientras que el me tenia en sus brazos, haciendonos recrear la misma escena de hace 14 años.
Las calientes lágrimas de Ian caían en mi frente.
—Prometo que no entraras ahi— susurro sobre mi cabeza y después beso mi coronilla.
Ambos sabíamos que este momento llegaría, debíamos de regresar a Portland.
(...)
—Hmmm, probablemente los atardeceres—Aseguro Hero mientras trazaba pequeñas figuras sobre mi muslo.
—¿Que te gusta de ellos?— pregunte mientras veía atenta sus ojos esmeralda, los cuales estaban en dirección a la ventana y causaba un brillo en ellos, un brillo realmente hermoso.
—La tranquilidad que transmiten, además lucen perfectos para las fotos— murmuro sonriendo—Todos los colores que se mezclan hacen una perfecta explosion de color que... —
—Es magnifica— El chico asintio mientras que me veia.
—No tanto como tu lo eres— susurro a pocos metros de mi rostro. Hero y yo estabamos sentados juntos en la parte posterior de la camioneta, estabamos acurrucados junto a la ventana mirando la vista que Maine nos ofrecia.
— Yo creo que las noches también suelen ser magnificas cuando no estas en la ciudad— opino Hero mirandome.
—Oh! Si!— dije intentando recordar alguna vez que había estado fuera de la ciudad, pero fue en vano, yo no solía salir mucho.
—¿Jamas las has visto?— pregunto sorprendido Hero y yo asenti rapidamente.
—¿Las estrellas?— hice un gesto restandole importancia y asenti —Todo el mundo las ha visto, Hero—
—Hablo de las estrellas fuera de la ciudad, en un bosque por ejemplo— su mirada se paseaba por mi rostro en busca de respuestas.
—Una vez mi madre me llevo a Irlanda, a el rancho de mi abuelo; recuerdo que ahi mi padre señalo al cielo y dijo algunos nombres...¿ El cinturón de la osa mayor?— pregunte arrugando la frente, intentando aclarar mis nublosos recuerdos de cuando era una niña.
Hero y todos los que iban con nosotros explotaron en carcajadas, menos yo, yo estaba del color de un tomate.
—Cariño! Lo que sabes tu de astronomía lo se yo de matemáticas— dijo roger y para mi mala suerte todos se echaron a reír, Hailey nos había contado ayer que a Roger lo habían hecho repetir tres veces matemáticas, y en la cuarta tuvo que pagar a su profesor para que lo pasara. -¿Tan mala soy?-.
—O lo que yo se de labiales— bromeo Rowan mientras que iba al volante.
A mi lado Hero iba riendo a carcajadas, siendo sincera jamas había visto a Hero de esa manera, riendo así..., en sus ojos se habían formado algunas lineas que normalmente no estaban ahi, tenia una mano en la boca evitando que su risa fuera demasiado sonora, pero el sonido de su risa me parecía la melodía mas angelical que había escuchado, era tan fresca y agradable.
—El cinturón de Orion, querras decir — dijo después de que su episodio hubiera acabado. Estaba a punto de decir algo pero el sonido de una ambulancia me interrumpió. Mire hacia a enfrente habíamos llegado finalmente a Portland aunque el mismo escenario que había en California el día que salimos estaba aquí; Rowan había tomado la radio y dijo alertado.
—Portland ha caído—
Hero y yo nos miramos confundidos.
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The Start | The Eerend Virus #1
RomanceVeronica Newman podria ser una chica californiana de 19 años normal, que va a la universidad, sale con sus amigas y va de fiesta cada que surge la ocasion, pero ella no es asi, desde pequeña su vida ha estado en el ojo publico, incluso después de qu...