Capitulo 6

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El Aeropuerto era un punto donde siempre habría paparazzis cosa que odiaba y odiaba más esperar a una familia totalmente falsa: Los Lincer.

Naia, Patrick y Stefan Lincer eran las personas más hipócritas que podías conocer; Naia y Patrick eran amigos cercanos de mis padres, ellos fueron de los últimos que los vieron vivos; había rumores de que Naia odiaba a mi madre por lo linda que era y por qué mi padre la había elegido antes que Naia y a pesar de que no lo habían confirmado, había un tenso ambiente entre ella y yo.

Mis pensamientos se pausaron  cuando vi la cabellera pelirroja de el hijo de los Lincer: Stefan Lincer, el tenía 2 años más que yo, al igual que Hero; tenia una linda sonrisa..., no lo negaré, era guapo, pero todo un Don juan.

—La lindisima Veronica Newman— me dijo con su acento italiano y su sonrisa coqueta.

—Stefan— sonreí incómoda y el llego a abrazarme. Tras de el venían sus padres: Naia y Patrick Lincer.

—Veronica— ambos me sonrieron amablemente, haciendo que su hijo por fin me soltara. 

—Bienvenidos a Los angeles; ¿Que tal estuvo su viaje?— Naia rodó los ojos al ver un paparazzi.

—Te lo contamos en el trayecto querida— acomodo el bolso de mano y camino junto a su esposo, dejándonos atrás a Stefan y a mi.

El pelirrojo trato de tomar mi mano, así que yo lo evitaba. No era para nada un secreto que los Lincer querían que Stefan se casara conmigo, para así obtener por lo menos toda la empresa de Newman D y la fortuna que herede de mis padres.

—Querida...— El irritante tono falso de Naia llegó a mis odios  —He de admitir que la nueva línea me encanto— alzó su brazo y ahí tenía uno de los brazaletes.

—Gracias— dije seca, suspire al ver a los paparazzis fuera de el aeropuerto,viendo esto Stefan volvió a tratar de tomar mi mano también y yo no tuve más remedio que acceder.

Así caminamos hasta mi Audi y Aarón subió todas las maletas rápidamente mientras que nosotros nos acomodábamos.

Patrick iría al frente con Aarón, Naia, Stefan y yo atrás; Los Lincer venían casi cada año pero había rumores que esta vez se mudarían para estar más cerca y conseguir su objetivo, el cual les sería difícil de conseguir puesto que Stefan no me atrae.

Después de un trayecto  largo, (lleno de críticas a toda la gente que pasaba por la acera), logramos llegar a la mansión, las luces de el jardín estaban prendidas y dejaban ver el bello jardín que a Ian le encantaba tener ya que le recordaba a mi madre; Naia soltó algunos comentarios acerca del lindo jardín y sobre la arquitectura de la mansión; al estacionarse el auto estaban Ian y Carolina tomados de la mano, con una sonrisa forzada.

—¡Ian Newman!— dijo gustoso al bajar Patrick, Naia y Stefan se acercaron a ellos, yo baje sin ayuda de nadie y pensé sarcásticamente Que buen esposo serias... Stefan, de un momento a otro llego el recuerdo de como Hero me había ayudado a bajar y como el color de sus ojos me había atrapado, camine hacia donde se establecía la reunión.

—...tu madre estaría orgullosa de ti, Ian— decía Naia, felicitando a mi hermano; pero no sabía por que, cuando me vieron enseguida callaron y note un color carmesí en las mejillas de Carolina.

—Si..., bueno adelante— dijo Ian incomodo y subió las escaleras junto a Carolina a pasó apresurado.

Camine tras ellos y alguien tiró de mi brazo.

—He escuchado que St. Jude es una de las mejores universidades de por aquí— Stefan alzó una ceja, yo decidí seguir caminando y no contestar —Entre en St. Jude— frene en seco y sabía que él tenía una sonrisa en su rostro.

—¿Que?— esas tres letras eran lo único que podía articular, Stefan se puso delante de mí y continuó.

—Hice mi cambio de universidad, así que me verás en Arquitectura; así podremos pasar más tiempo juntos— se acercó demasido a mi rostro y lo último lo susurro cerca de mis labios; de inmediato me aleje de el.

—No lo creo— lo desafíe, seguí caminando hacia las escaleras.

—Ya lo veremos— dijo en un tono triunfante.

Rayos

El resto de la noche no logre articular ni una palabra, realmente no quería que Stefan estuviera cerca de mi, no me agradaba, era hostigoso, pesado y tonto. Después de terminar la cena más horrible que he tenido en mi vida, subí a mi habitación; me prepare para dormir y cuando ya estaba acostada alguien tocó la puerta.

—¡Pase!— grite y enseguida la puerta se abrió, era Ian; cerró la puerta y comenzó a caminar hacia dónde estaba mi cama.

—Hey— me dedico una sonrisa triste.

—Hey—conteste sentándome en mi cama.

—¿Te pasa algo?, en la cena no estuviste activa — el igual se sentó en la cama y me miró preocupado.

—No...— dude en decírselo —No me agradan, mucho menos Stefan— rodé los ojos.

—A mi tampoco...— dijo con una breve risa Ian.

—Además, sabes lo que dicen de ellos... quieren que me case con Stefan...— él asintió - y yo no quiero, me desagrada pensar en que ese sea mi único futuro-

Ian suspiró y acaricio mi mejilla.

—No te casarás con el, yo te lo aseguro— sonrió —El no es el tipo de tontos que es para ti— bromeó, comenzamos a reírnos y de repente mi teléfono que estaba en la cama sonó, vi el nombre de Hero; era un mensaje de él, deseándome buenas noches. Comenze a recordar lo que le había propuesto y era hora de decírselo a Ian.

—Oye— llame su atención, el dejo de ver la pantalla de mi teléfono —Hay... un chico- arqueo una ceja y me dejo ver una sonrisa cómplice— No seas tonto Ian— reí con el —Ese chico estudia medicina y quiere trabajar..., por diferentes razones; pense que sería bueno siendo tu ayudante— el me miraba con mucha atención y sonrío.

—Dile que el viernes venga a comer y veré si lo contrató o no— me guiñó un ojo, ahora en mi cara había una sonrisa gigante, me lancé a abrazar a mi hermano.

—Gracias— cerré lo ojos; permanecimos así por unos minutos más, hasta que se tuvo que ir a dormir puesto que ya era tarde.

Envié un mensaje a Hero que decía

Vero Newman: Espero que leas este mensaje mañana; Mi hermano te acaba de invitar a comer el viernes, para hacer la entrevista de trabajo, así que terminando clases... puedes venirte conmigo; Linda noche o Buen día Hero <3.

Bloquee mi teléfono y me acomode.
Definitivamente tenía al mejor hermano y lo amaba.

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galería: Stefan Lincer

The Start | The Eerend Virus #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora