El final de un comienzo

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Hinata suspiraba de alivio por haberse graduado de preparatoria. Ya no tendría que soportar las humillaciones de cierta persona, y eso para ella era lo mejor del mundo.

Sus compañeros tomaban cerveza en la fiesta que Sasuke Uchiha había organizado para celebrar otro logro más.

Había pensado en un momento no asistir, no quería ser molestada una vez más por Naruto Uzumaki.

  Desde aquel encuentro donde accidentalmente arrojo una malteada de fresa a la camisa del rubio y todos en la cafetería se burlaron, él juro hacerle la vida imposible.

Y lo hizo.

Ella trató de ayudarle, pero Naruto no era una persona que aceptase la ayuda de nadie. Era un ser arrogante al ser de un estatus social alto. Su padre era dueño del mejor despacho de abogados en New York; y por ser su sucesor, debía de hacerse de una imagen.

Así que no aceptó que una chica inferior a él lo hiciera quedar mal. Desde entonces Hinata juró a no volver a tropezarse jamás.

Luego de los ruegos de su amiga Sakura Haruno la ojiperla aceptó. Se había enterado que Naruto se había ido del país esa misma tarde, asi que no habría problema si iba y pasaba un rato. Después de todo era su graduación.

Dos horas después y cinco cervezas Hinata se encontraba ebría en un sillón de la sala. Sakura jugaba a la botella con sus compañeros de clase. Sería la última vez que los vería así que disfrutaban el momento.

En una momento, a Kiba Inuzuka le toco lamer el suelo por un reto de su amigo shikamaru.

Hinata en su mundo se había burlado de él como si hubiese sido la mejor broma del mundo. Incluso aplaudío y alabó cuando a Sakura la retaron a bailar en una mesa y se formó un grupito de chicos a verla bailar. La ojos de plata la hubiese detenido para no hacer un escandalo, pero era más feliz silbando y aplaudiendo.

Riéndose y algo mareada, Hinata se dirigió al baño del piso de arriba. El olor a cigarrillo y tal vez a marihuana comenzaba a molestarle.

A pesar de su falta de equilibrio, o su interés por preocuparse de las cosas. Al fin estaba disfrutando ser una chica de preparatoria graduada.

Estuvo mucho tiempo cuidándose para no ser molestado por el rubio; y gracias a eso sintió que no había disfrutado sus estudios como lo debió de haber hecho.

Naruto.

Pensó en él y sus mejillas se incendiaron de repente. Culpó al alcohol y maldijo  sus efectos en ella. Con mucho trabajo consiguió llegar a un baño libre.

Luego de un rato se miraba en el espejo. Fea no era, claro; tenía caderas anchas y senos grandes. Su trasero era un enorme corazón y su cintura ni hablar. Incluso Sakura le envidiaba de buena manera su cuerpo, siempre alegando que debía lucirlo en lugar de ocultarlo. Pero ella sentía mucha vergüenza, por eso vestía con sudaderas anchas y pantalones flojos.

Lavó su cara con agua fría para refrescarse.

— Estúpido Naruto.

Empezó a hablar sola en el cuarto.

— Estúpido por ser tan arrogante.

Tocaron a la puerta y ella ignoró el sonido de la persona detrás de ella.

— Estúpido Naruto por ser arrogante. Estúpido Naruto por ser tan guapo.

soltó una risita.

— Estúpido por tener un cuerpo de ensueño. ¿Por qué tenías que ser tan guapo?

Dímelo dos veces |Naruhina|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora