CAPITULO XII

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Un poco de pasado

––¿Madeline?–– pregunta Hazel, pero inmediatamente se siente estúpida, pues es obvio que la mujer parada frente a ella; es Madeline.

Sonrie aún más y los hace pasar. Hazel es la primera, luego la sigue Chris y por último Nathan, quien ya a visitado la casa antes. Hazel observa la casa con curiosidad, la imaginaba diferente, la imaginaba como la casa de su abuela, la cual visita cada año, sólo en Navidad.

El color claro en las paredes hace parecer que el espacio es más amplio. La sala es amplia, con un sofá en escuadra color chocolate que abarca dos paredes de la habitación, una enorme pantalla plana cuelga de la pared. En cada esquina hay una pequeña mesa al mismo color que el gran sofá, con una pequeña maseta en cada una. Debajo de la televisión hay un mueble con varios compartimentos. Unos tienen libros, otros adornos o masetas con plantas más pequeñas.

Madeline los hace tomar asiento, y todos lo hacen, sin embargo, Hazel aún no entiende que es lo que hacen en este lugar.

––¿Les ofrezco algo?–– dice Madeline con amabilidad.

Chris y Nathan, niegan agradeciendo por su ofrecimiento.

––Solo un poco de agua–– pide Hazel.

Madeline asiente y sale de la habitación para ir por la petición de la chica.

Hazel inmediatamente mira a los chicos ––¿Qué hacemos aquí?–– pregunta en un susurro.

––Ayudarte–– responde Christian.

Nathan solo se mantiene en silencio, mirando fijamente el piso de madera brillante. En su mente aún hay miles de dudas, ¿Está haciendo bien al convertir a su hermana en un animal?. Es claro que aún hay una parte humana en ella, sin embargo, un Alfa siempre es más animal, que humano.

––¿Ella como va a ayudar?–– vuelve a susurrar.

––Te sorprenderá saberlo–– dice Madeline con calma, entrando de nuevo a la habitación con una botella de agua en la mano.

Abre los ojos con sorpresa y siente pena, pues no esperaba que ella la escuchara, mucho menos que piense que ella no puede ayudarla.

––Yo...–– dice Hazel avergonzada.

––Tranquila–– se acerca y le brinda la botella, Hazel la toma con pena y agradece ––. En tu situación, creería que nadie puede ayudarme, sin embargo, siempre hay alguien que estará dispuesto a hacerlo.

Toma asiento junto a Nathan, pero su mirada no se despega de Hazel.

––¿Sabes sobre el tema?.

Asiente ––Es un mundo, completamente increíble, hay muchas cosas buenas, pero también malas–– se encoje de hombros ––. Como en el mundo humano.

––¿Quiere decir que hay más especies?.

––Personas sobrenaturales, personas con dones.

––O maldiciones–– agrega Chris.

Madeline sonríe y asiente ––El submundo es inmenso, hay muchas diferencias, como también en el mundo humano, sin embargo, no hay muchas personas sobrenaturales, al menos... ya no.

––Se de los cazadores–– agrega Hazel con un tono neutro.

––Así es, por eso, todos están ocultos, ya no existe posibilidad de ver algún vampiro rondando por ahí, o algún otro ser sobrenatural.

––¿Los lobos...? ¿Son los más comunes?.

Suspira ––Los lobos somos de los pocos que podemos vivir entre la sociedad sin ser percibidos tan fácilmente. Usamos una pantalla con nuestros estudios, trabajos, amigos, fiestas. Aceptamos vivir de esta manera, para sobrevivir, nos adaptamos para eso.

Alfa: El gran lobo blanco© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora