Alfa: El gran lobo blanco©

CAPITULO XXIX

A la luz

––¿Qué pasa después?–– pregunta con nerviosismo y preocupación.

Los labios de la joven se separan ligeramente, esperando que las palabras salgan de su boca, pero antes de poder hacerlo el ruido de cristales rompiéndose llega a sus oídos. Las personas que antes bailaban ahora corren con terror mientras sueltan gritos llenos de pánico.

Hazel agranda los ojos y comienza a buscar a su mejor amiga entre la multitud que huye despavorida del lugar. Comienza a adentrarse a la habitación, yendo en dirección contraria a la multitud, recibiendo varios golpes en el camino, llenandolo de dificultad. Chris le sigue los pasos de cerca, intentando entender un poco lo que pasa, sin embargo su mente no logra formular ninguna respuesta.

Una vez que las personas van saliendo, el lugar queda con mucho más espacio, permitiendo a Hazel ver a Nathan colocado frente a Helen de manera protectora. Su mejor amiga parece confundida, pero no hay ningún rastro de pánico en ella.

De manera instintiva, Hazel coloca su brazo en el abdomen de Chris, deteniendo su andar y protegiendolo de una forma. Él chico permanece en su lugar viendo a sus amigos varados al centro de la pista, siendo amenazados por un enorme lobo negro y ojos rojo brillantes.

El animal detiene su amenazante andar y levanta las orejas como si se percatara de algo importante. Los brillantes ojos del lobo se detienen en Hazel y su hocico parece formar una sonrisa aterradora.

El lobo retrocede unos pasos y comienza a retorcerse, el pelo que cubre su cuerpo comienza a desaparecer y su forma cambia a la de un humano. Rápidamente se acerca un lobo pardo con un par de prendas en el hocico y las coloca junto al hombre, quien rápidamente comienza a vestirse.

Los adolescentes a excepción de Hazel y Chris, sienten un golpe en el pecho ante la sorpresa, pues jamás pensaron que su ex-maestro de matemáticas sería la bestia desalmada que busca robar el poder que corre a través del cuerpo de Hazel.

––¿Como...–– suelta Nathan con sorpresa.

––Has hecho un excelente trabajo Hazel–– dice él hombre.

Sus amigos rápidamente la miran con confusión, a lo que ella sólo baja la mirada, intentando no ver como los ojos de sus amigos la juzgan.

––¿De qué habla?–– pregunta Nathan.

Luego de unos segundos en un debate interno, levanta la mirada ––Tuve un encuentro con él... hace unos días–– confiesa.

Frunce el ceño y baja la guardia ––¿Porque no lo dijiste?.

––Oh vamos Nathan–– interrumpe la áspera voz del Alfa ––Sabes perfectamente que no es la única que oculta cosas.

Hazel rápidamente dirige su vista al hombre que parece disfrutar el momento con cada segundo y cada palabra. Lo disfruta como un niño lo hace al comer su helado favorito.

––¿Cierto Hel?–– vuelve a hablar.

La joven siente un escalofrío recorrer su espalda al recibir una pregunta directamente del asesino desquiciado del pueblo. Sus amigos la miran con confusión, esperando una respuesta, sin embargo, esta no llega.

––Creo que todos están un poco perdidos–– vuelve a hablar mientras camina lentamente rodeando a todos los adolescentes ––Ninguno debería confiar en ninguno. Todos mienten... todos SE mienten.

––Eso es mentira–– dice Hazel rápidamente.

––¿En serio? O es sólo que no quieres creer que tu mejor amiga, casi tu hermana, te a mentido. No quieres creer que él hombre a quien tanto quieres también lo hizo.