Alfa: El gran lobo blanco©

CAPITULO XV

Revelación

Después de un mes de innumerables y cansados entrenamientos, Hazel logra controlar su temperamento y sus sentidos mejorados, sin embargo la fusión con el lobo, aún no le es posible.

Junto a Chris logró controlar su explosivo temperamento, incluso a usar sus garras y colmillos sin necesidad de perder el control y convertirse en un inmenso lobo de casi dos metros.

Helen también a progresado en su entrenamiento como cazadora, tanto que hoy se llevará a cabo su primer ceremonia como cazadora nata. Ahí recibirá una marca distintiva y será nombrada como cazadora novel.

Layla se a integrado más al grupo de amigos de Hazel, pero guardando el secreto aún de la razón de su aparición en el pueblo. Luke, él nuevo integrante del equipo de Nathan también a tenido más comunicación con ellos, sin embargo su popularidad lo hace ir de un lado a otro.

Durante este mes las cosas en Lynking Wolf han estado en paz. Sin muertes, sin desapariciones, sin hombres lobo asesinos. Lo cual le a dado más tiempo a Hazel, quien ahora pone mucho más empeño en ser una verdadera Alfa.

La fiesta del cumpleaños de Helen también se llevará a cabo esta misma noche y debido a su aumento de popularidad, gran cantidad de alumnos de su secundaria han hablado sobre su fiesta desde que la noticia salió a la luz.

Es sábado por la mañana, y Helen ya está lista para su ceremonia de cazadora nata. Le emociona saber que es buena en algo, que sigue los pasos de su familia y que a válido tanto esfuerzo y empeño que a puesto por conseguir ser una excelente cazadora.

Su pasión por el arco la llevo a practicar durante horas, haciéndola así; una profesional en arqueria en sólo cuestión de días.

Como su madre lo ordenó, viste completamente de negro y con una blusa mangas cortas. Una vez lista, se mira al espejo con seguridad, pero una sensación de nerviosismo se esconde en lo más profundo de su pecho.

Dos golpes resuenan en la puerta y luego está se abre. Su madre sonríe ampliamente mientras camina directo a ella. Helen también la recibe con una sonrisa.

––Feliz cumpleaños cariño–– la abraza.

Helen rápidamente corresponde la acción.

––Gracias mamá.

Concluyen el abrazo y su madre retrocede unos pasos para examinar a su hija. Su atuendo negro la hace ver más delgada, pero también ruda. El orgullo que siente es grande, pero también la preocupación.

Suspira ––¿Estas lista?.

Asiente ––Si.

––Excelente... ya es hora.

Helen junto a su madre entro al sótano, donde tres de los más grandes cazadores la esperan. Al centro hay una mesa metálica y una silla. Su padre también está presente, en un rincón de la habitación. Su esposa se une a él de inmediato, dejando a Helen sola, dándole un poco de independencia, aceptando que su hija comienza a crecer.

––Adelante–– habla él hombre que parece más viejo, quien está al centro de sus compañeros y señala la silla metálica frente a la mesa.

Helen camina con decisión y toma asiento. Sus ojos no se apartan de los tres hombres frente a ella, quienes lucen exageradamente serios.

Uno de ellos coloca una caja de madera vieja sobre la mesa, mientras otro toma un pedazo de tela y lo coloca sobre la mesa, cubriendo gran parte de ella.

––Debes prometer honrar nuestra causa y defender nuestra más grande ley. Si aceptas esto, aceptas ser una cazadora, aceptas cumplir con nuestras normas bajo cualquier circunstancia.