The Boy and The Beast || JinGyeom

15. Deprimido

El invierno seguía cayendo sobre la ciudad pero para Park JinYoung el sol estaba empezando a salir. Sí, empezando a salir dentro de él, algo totalmente nuevo y diferente brotaba muy dentro de él, algo que lo hacía sentirse como otra persona, como la persona que debió ser hace años atrás. Un sentimiento viejo pero que a la vez se sentía tan nuevo lo hacía ver todo de manera distinta ahora. Era como si hubiera despertado de un sueño profundo después de largos años, JinYoung abrió los ojos pesadamente mirando su reloj despertador a un lado de su cama, sobre la mesa de noche, gruñó unos segundos antes de ponerse de pie para empezar su día.

-¿En serio? ¿Tanto tiempo? -JinYoung escuchó la voz de YuGyeom desde la cocina.

-Parece mucho pero nosotros lo sentimos como si fuera ayer. -respondió YoungJae.
JinYoung recordó que un día antes había contratado al muchacho para ser el nuevo ama de llaves de la casa.

-¿Qué estás haciendo acá? -interrogó JinYoung a su joven esposo viéndolo sentado en la pequeña mesa de la cocina conversando entretenidamente con YoungJae, la repentina cercanía entre los dos hombres provocó una punzada de celos dentro de él.

YuGyeom se congeló al ver la imagen de su esposo frente a él. JinYoung estaba ya arreglado para ir a trabajar, las marcas en su rostro de la pelea de ayer aún se veían muy frescas dándole una imagen más intimidante.

-¿No te dije que tenía que guardar reposo por dos días? -se dirigió esta vez al ama de llaves.

-Lo siento Señor Park. -se disculpó YoungJae inmediatamente.

-¿Y no te dije también que la cocina está prohibida para él? -volvió a regañar.

-Me disculpo, no volverá a suceder. -volvió a disculparse YoungJae haciendo una reverencia.

-Regresa a la cama. -JinYoung tomó el brazo de su esposo, pero éste lo esquivó mirándolo con temor.

-Solo te voy a llevar a tu habitación. -JinYoung trató de calmar el sobresalto de su esposo.

-N-no me toque, no me toque. -susurró YuGyeom con la voz entrecortada. YoungJae observó el rostro pálido del muchacho.

JinYoung permaneció de pie observando a su esposo. -YoungJae llévalo a su habitación. -JinYoung se rindió finalmente retirándose de la cocina.

-¿Estás bien?, estás temblando. -escuchó JinYoung decir a YoungJae mientras llevaba a su esposo a su habitación.

JinYoung quería gritar y maldecirse, la expresión de temor de YuGyeom hacían que algo dentro de su pecho doliera, era su culpa y lo sabía.

Como también sabía que tenía que hacer algo para curar ese miedo de su esposo.

***

- Buenos d... -la secretaria de JinYoung se quedó muda al ver pasar a su jefe rápidamente sin siquiera dirigirle una mirada.

JinYoung dejó su maletín sobre su escritorio y encendió su laptop mientras las imágenes del rostro asustado de YuGyeom seguían pasando una y otra vez en su mente. Todo lo que quería era que su esposo dejara de tenerle miedo, que podría hacer para remediar la situación.
El incidente de días antes había dejado grandes marcas en su joven esposo, y no solo marcas físicas. JinYoung se maldecía una y otra vez por lo que hizo, por primera vez en mucho tiempo admitió que realmente se había convertido en una especie de bestia, que no sabía hacer nada más que lastimar a todos los que lo rodeaban, y esta vez había lastimado a YuGyeom, la persona que acababa de descubrir amaba con todas sus fuerzas.

JinYoung sentía ese dolor en su pecho intensificarse con el solo recordar el llanto y las súplicas de su esposo. Que estúpido fue en aquel entonces, cómo pudo lastimar de esa manera a alguien tan preciado para él, si pudiera se castigaría así mismo por semejante error, pero el rechazo de YuGyeom ya era suficiente castigo para él, en estos instantes.
Mark había accedido a darle una oportunidad, a dejarlo intentar remediar todo el mal que le había causado a su esposo, pero ¿cómo lo haría? JinYoung estaba tan confundido sobre como iniciar su estrategia para ganarse el perdón de su esposo, para que dejara de tenerle miedo, para que lo dejara tocarlo libremente sin rechazarlo de la manera que lo hacía.