39. Los 10 pasos de un buen conquistador. 2ª Parte.

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YuGyeom abrió los ojos lentamente pestañeando seguido varias veces hasta regular su visión a las luces de la nueva mañana que caían dentro de su habitación. Al tratar de reincorporarse y salir de cama, notó un peso extraño de uno de los lados, impidiendo sus movimientos fuera de la cama. Y fue cuando notó el rostro de su esposo apoyado sobre el lado de la cama, con su cuerpo de rodillas, tocando el piso. Lo último que recordaba de la noche anterior, era el calor que emanaba del cuerpo de su esposo mientras lo mantenía abrazado.

–¿JinYoung-ssi? –llamó débilmente. –¿JinYoung-ssi?... ¿estás bien? –volvió a llamar YuGyeom perdiendo el control de sus movimientos, al notar una de sus manos colocada delicadamente sobre el cabello de su esposo.

El rostro dormido de JinYoung se veía sereno y apacible. Muy diferente a la imagen de bestia que seguía viviendo en sus recuerdos. Una vez más la mano de YuGyeom decidió moverse por su cuenta, acariciando ligeramente el rostro de su esposo.

"quiero creer en usted"

–¿Mmh... YuGyeom-ah?... Despertaste. –JinYoung abrió los ojos, dirigiéndose a su joven esposo con voz débil y rasposa. YuGyeom retiró su mano con rapidez del rostro de su esposo, antes que éste se diera cuenta de sus movimientos. –Aún tienes algo de temperatura. –murmuró JinYoung colocando una mano sobre la frente de su esposo.

–Me siento mejor... –habló YuGyeom tratando de levantarse de la cama, pero fallando terriblemente por el mareo que le sobrevino hasta casi hacerlo caer contra el piso.

–Aún no estás bien, lo mejor será que te quedes en cama el resto del día. –sujetó a su esposo entre sus brazos, volviéndolo a acurrucar entre las mantas.

–Pero... ¿y mis clases?

–Eres un alumno modelo, no creo que sea problema si pierdes un día... –argumentó JinYoung retirándose de la habitación.


YuGyeom durmió unos minutos más, hasta que el sonido de la puerta de su habitación abriéndose, hicieron que sus ojos volvieran a abrirse, notando a YoungJae que estaba ingresando con una charola de comida en las manos.

–¡Buen día!... ¿Cómo te sientes? –el ama de llaves tomó asiento en la cama, revisando la temperatura de YuGyeom. –Aún hay algo de fiebre... come esto y  luego toma la medicina, estarás mejor para el final del día. –aseguró YoungJae colocando la charola de comida sobre el regazo del muchacho.

–Ya me siento mejor... aún tengo tiempo de ir a la universidad. –argumentó YuGyeom con voz débil.

–No, el Señor Park ordenó que permanecieras todo el día en cama... –respondió.

YuGyeom hizo un adorable puchero rindiéndose en su pelea. –Pero nadie sabrá que me dejaste salir un rato, ¿cierto? –habló, luego de unos minutos de haber terminado su desayuno.

–¿Estás loco?... ¡Me regañarán si te dejo salir enfermo! –regañó al menor.

–¡Nadie se enterará! Prometo regresar antes del almuerzo. –negoció YuGyeom no se daba por vencido en su afán de poder salir.

–El Señor Park está abajo en su despacho, ¿crees que no se enterará si sales de la casa?

–¿JinYoung-ssi está aquí? –interrogó YuGyeom sorprendido.

–Sí, se quedó para cuidarte mientras hago otros deberes de la casa... Será mejor que te portes bien porque subirá en cualquier momento. –respondió YoungJae con voz despreocupada.

YuGyeom aún no salía de su sorpresa ¿JinYoung había faltado un día al trabajo sólo para cuidarlo por su resfriado? Esto era algo que ciertamente no se esperaba.

The Boy and The Beast || JinGyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora