29. Un terrible malentendido

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El tiempo pasó rápidamente. Sin darse cuenta, JinYoung y YuGyeom celebraron su primer aniversario de casados, si es que se le podía llamar celebración a la cena que sostuvieron ese día en su departamento, con la compañía de sus amigos cercanos y por supuesto la no presencia de JaeBum, quien ahora tenía prohibido, una vez más, hablar con YuGyeom, después de haberle dicho que JinYoung se olvidaría de él luego que se cumpliera el plazo del testamento de sus abuelos. Por esta razón y otras más, YuGyeom había pasado el día de su aniversario encerrado en su habitación, llorando de rato en rato por su terrible realidad.

Para JinYoung era difícil lidiar con los cambios de humor de su joven esposo, pero la idea de que dentro de él, YuGyeom estaba luchando con sus propios sentimientos, le hacían sentirse optimista y hacer a un lado los desplantes que ocasionalmente le hacía el muchacho.

JinYoung no sabía cómo, pero iba a vencer esas dudas que YuGyeom llevaba por dentro y demostrarle que su amor era sincero.

Así, JinYoung pasó los últimos ocho meses, haciendo su mejor esfuerzo por ganarse a su esposo, y aunque YuGyeom a veces parecía bajar la guardia, todavía quedaba cierto temor dentro de él.

Las clases en la universidad terminaron exitosamente y esto le daba oportunidad a JinYoung de planear unas cortas vacaciones, sólo para él y su esposo. Pero sus planes fueron arruinados, cuando YuGyeom insistió en tomar un curso de verano dentro de la universidad. Largas horas de súplicas, hasta que finalmente JinYoung cedió y YuGyeom terminó pasando el verano, enterrando sus pensamientos en la biblioteca de la universidad.

Muchas veces JinYoung sentía celos de la universidad. Celos por cómo se iluminaba el rostro de su joven esposo, cada vez que lo dejaba en la puerta para iniciar sus clases. Celos porque sabía que YuGyeom estaba interactuando con otros jóvenes de su edad y no sabía hasta qué punto estos muchachos podrían ser "inofensivos" para él. Después de todo, su joven esposo no era alguien a quien se podría ignorar, YuGyeom era hermoso, JinYoung lo sabía muy bien. Sabía que tenía un esposo que cualquiera envidiaría fácilmente.

El tiempo pasaba y el plazo se acortaba. Cada día JinYoung parecía dar pequeños pasos hacia adelante. Pero aún no era suficiente para asegurarse que YuGyeom permaneciera a su lado después que el plazo del testamento venciera.

– ¿A qué hora te recojo hoy? –pregunto JinYoung con voz serena, tomando un sorbo de su café, mientras leía su periódico como de costumbre.

–A las 3pm... Hoy sólo tengo dos exámenes finales. –respondió YuGyeom colocando su tenedor sobre su plato vacío.

–Bien, te recogeré a esa hora, ve por tus cosas. –YuGyeom se puso de pie y fue a su habitación por su mochila y libros. Mientras esperaba por su esposo, JinYoung dio instrucciones a YoungJae para la cena.

YuGyeom regresó con sus cosas en manos y ambos salieron del departamento.

Era el último día de las clases de verano de YuGyeom, JinYoung estaba agradecido que al fin pudiera tener a su esposo para él, por unas semanas antes que iniciara el siguiente semestre en la universidad.
Había pasado noches planeando actividades diarias con su joven esposo, y por qué no, quizás un pequeño viaje para huir de la intoxicante ciudad.

JinYoung no podía esperar a que el reloj marque las 3pm y entonces tendría a su esposo las 24 horas para disfrutar de su compañía y seguir demostrándole cuánto lo amaba.

–YuGyeom, ¿Qué te parece si hacemos un viaje corto la siguiente semana? –habló JinYoung antes que YuGyeom saliera del auto.

YuGyeom se quedó quieto unos segundos, contemplando la propuesta de su esposo. –No lo sé... No lo creo. –respondió finalmente con voz débil.

The Boy and The Beast || JinGyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora