The Boy and The Beast || JinGyeom

25. Un paso adelante

YuGyeom se encontraba sentado la cama mientras YoungJae terminaba de empacar las maletas.

Sus pensamientos seguían repitiendo una y otra vez la escena de la noche anterior.

"Déjame demostrarte que puedes confiar en mí, voy a cuidar de ti con toda mi vida y haré que nunca te quieras separar de mí... te lo prometo"

Las palabras de su esposo hacían eco en su memoria ¿Debería confiar en JinYoung? ¿Qué tan seguro sería para él, confiar en alguien que tanto daño le causó? Lo último que recordaba YuGyeom de la noche anterior era estar mirando el fuego dentro de la chimenea antes de quedarse dormido y amanecer al día siguiente recostado en su cama acurrucado entre las cálidas mantas.

–Estás muy pensativo. –las palabras del ama de llaves lo sorprendieron, haciéndolo dar un salto repentino.

–Estoy bien. –respondió titubeante.

–¿Te puedo hacer una pregunta? –habló el ama de llaves, acercándose a YuGyeom con cuidado hasta sentarse a su lado.

–Claro. –respondió el muchacho, todavía tratando de recolectar sus pensamientos.

–¿Cómo sabías que Jae... Tu ex novio... tiene novio? –preguntó tratando de no quedar en evidencia. La pregunta lo había estado comiendo por dentro desde que oyó a YuGyeom hablar con JaeBum.

–Casi al año que JaeBum se fue, me envió una carta disculpándose por haberse ido sin despedirse y me explicó que en aquel entonces estaba confundido y que sólo me veía como un hermanito, me dijo que estaba empezando una nueva vida con alguien que realmente amaba... –YuGyeom sonrió recordando aquella carta enviada por JaeBum. El ama de llaves quedó en silencio unos segundos sin saber qué decir. –Yo le envié otra carta en respuesta diciéndole que estaba bien, que yo también había confundido mis sentimientos y que me sentía muy alegre de que haya encontrado a alguien que realmente amara y que lo ame como se merece... –continuó YuGyeom sin dejar de sonreír.

–Así que sabías todo este tiempo de su novio... –susurró YoungJae más para sí mismo.

–Esa fue la última vez que supe de él, antes de encontrarnos en la fiesta de ese hombre... –agregó YuGyeom cambiando su sonrisa por una expresión sería al recordar el nombre de JinYoung.

En la habitación, permanecieron sentados sobre la cama, ambos con el pensamiento perdido.

***

–¡Yah! ¡Park JinYoung! ¡¿Se puede saber por qué rayos no me avisaste que le diste el día libre a todos en la compañía?! –entró Mark furioso al departamento.

–¿Eh?... ¡Oh, lo siento! Olvidé pedir que te informaran. –respondió JinYoung tranquilamente, regresando a leer su periódico.

–¡Yah! Quita esa cara de idiota, no me ignores. –continuaba vociferando Mark.

–¿Mark?... ¿por qué estás molesto? –pregunto YuGyeom saliendo de la cocina vistiendo un adorable delantal color naranja.

Mark se quedó mirando a YuGyeom por unos segundos, algo no estaba bien. –¿Acabas de salir de la cocina?... ¿Y por qué llevas puesto eso? –interrogó Mark al menor.

–Me levantaron el castigo. –dijo YuGyeom saltando de alegría, sonriendo adorablemente.

Mark pestañeó un par de veces para asegurarse que estaba escuchando bien y que no fue arrastrado en una especie de dimensión desconocida, miró a JinYoung en el sofá, leyendo su periódico con una inmensa sonrisa impregnada en su rostro. Y Mark recordó que esa misma sonrisa la había visto hace unos días, desde la mañana que regresaron de sus accidentadas vacaciones.