REVELACIONES Y MAS

45 5 2
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Siempre me he resistido a creer en la idea del destino o la suerte, me parece algo propio de mentes inferiores que se solazan en explicar la realidad con una visión mitomágica; pero a veces, podría decir que hubo momentos donde "algo" me asistió, o me brindó la oportunidad de salir adelante...pudo ser el azar o una serie de casualidades que se conectaron para que yo esté hoy hablando frente a ti... Cuando salí del hotel estaba firmemente convencido que debía iniciar de cero, crear una nueva vida a partir de los cambios que había experimentado, por ello decidí volver a la ciudad. No estaba muy seguro de que iba a hacer acá, pero eso no me preocupaba...Cuando estaba en la terminal de San Julián, conocí a alguien. Era un muchacho de un pueblo cercano que iba a estudiar medicina en la Universidad Estatal, su nombre era el que ahora yo ostento, porque cabe mencionar, que ni siquiera recordaba el mío. Era un sujeto muy agradable, pero bastante ingenuo. Sin razón aparente, entablamos una conversación muy animada. Me cayó bien desde el principio, me contó todo acerca de su vida, su padre, sus parientes...el señor era un ganadero de la zona y el chico iba a vivir donde su tía a quien no veía desde que era un niño...Fue tan elocuente y vivaz al describir todo aquello, que de repente le tuve envidia... Entonces tuve una idea...cómo se me ocurrió ni me lo preguntes....Bueno, tal vez fue el hecho que alguien en la terminal nos mencionó que parecíamos parientes, lo que quiero decir que él y yo, teníamos rasgos físicos similares.

Y en ese momento alzó la hoja de su cuchillo para admirar su rostro, luego dijo:

— Y creo que era cierto...por eso...mientras en tipo hablaba de todos sus planes para el futuro, yo urdía una estrategia... Tuve la buena suerte que el autobús tuviera un desperfecto mecánico en un pueblo cerca de las montañas del este. Yo recordaba haber pasado por ahí en mi viaje, por lo que decidí invitarlo a recorrer el sitio mientras reparaban aquel cacharro en el que íbamos. Con astucia lo llevé a las afueras con la promesa de enseñarle algo que jamás olvidaría en su vida... Una vez nos adentramos en los bosques aledaños, tomé el cristal y tuve el deseo de parecerme a él. Como no tenía un espejo, lo único que te puedo decir es que el chico casi se muere del susto al ver que me transformé frente a sus ojos...pero no perdí el tiempo, mientras parecía petrificado, lo apuñalé y luego que falleció, me deshice del cuerpo. Al cabo de un rato regresé al pueblo, y esperé que el autobús fuera reparado. Ya cerca de la noche, llegué a mi destino, ahí me esperaba un coche que me trajo a esta casa. La dueña era la tía del sujeto, ella me acogió con amabilidad, y luego empecé a vivir la existencia prestada que me brindó aquel infeliz...fue difícil en algunos momentos, pero nadie notó nunca el cambio...Bueno, hubo alguien, pero eso ya no es importante....Estudié medicina, me gradué...En los descansos que tenía me dedicaba a lo que más deseaba, y hasta hace unos meses puedo decir que he llevado una vida bastante feliz y tranquila...

Wilmer escuchó aquella extraña historia con un dejo de curiosidad y morbo, y en su fuero interno, se alegraba que su exnovia le hubiese compartido mucho de su conocimiento de la carrera que ella cursaba.

LA MARCA DEL VIAJERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora