Wilmer trataba de aflojar aquella tubería, pero esa acción solo evidenció su extrema debilidad. Estaba deshidratado y casi famélico por todos los sucesos de los últimos días. Al final, utilizando todo su peso, se colgó del tubo. Pasó a lo sumo un minuto que a él le parecieron siglos, entonces la acción de la gravedad más la oxidación del metal hicieron el resto.
El hombre cayó sentado en el fondo de la bañera, mientras un torrente de agua fría terminó por empaparlo haciendo que se sobresaltara debido a lo gélido del líquido. Esperaba ocupar el trozo de cañería como arma contundente, pero este cayó en medio de un resquicio entre la bañera y la pared. Era inalcanzable. Apenas se despabiló, caminó hacia la puerta del baño, iba trastabillando, tratando de no resbalar en el piso que para ese momento estaba hecho un desastre por la cantidad de agua derramada.
El detective se asomó, observando la habitación contigua, pero debido a que el ruido de la pelea continuaba, se dirigió con celeridad hacia la fuente de aquel estrépito. Cuando salió del cuarto, llegó a una sala interna donde lo primero que vio era que el tipo del cuchillo trataba de apuñalear a alguien que estaba caído.
Debido a lo que sucedía, Wilmer sintió cómo la adrenalina inundaba su sistema nervioso; y sin pensarlo, corrió para embestir al viajero. En su breve carrera, su atención se galvanizó en la visión que la víctima alzaba una mano para protegerse del ataque y la filosa hoja del cuchillo del asesino le cortaba dos de sus dedos los cuales quedaron colgando por una extensión de piel.
Había sangre por todos lados, el homicida bufaba de furia, mientras el otro tipo berreaba y maldecía. Wilmer, simplemente, se tiró sobre el psicópata tumbándolo en el piso. En el momento vio como el arma blanca que este portaba, cayó cerca de unas escaleras que descendían hacia un primer piso. Parecía una pelea de escuela porque ambos rodaban abrazados por el suelo mientras se conectaban un par de golpes entre sí. Debido a que estaba mojado, Wilmer fue incapaz de retener al viajero y este se libró de su abrazo mientras avanzaba gateando hacia la escalera en un intento de alcanzar su navaja.
El detective ya ni pensaba, al ver la acción del sujeto, lo siguió y cuando este casi alcanzaba su arma, volvió a arrojarse sobre él para detenerlo. El impulso hizo que ambos continuaran con su abrazo mientras rodaban por la escalera.
Fue una suerte que esa parte de la casa estuviera alfombrada, y mientras caían, los golpes que sufrían eran amortiguados por la superficie acolchada. Eso no evitó que Wilmer se lastimara la cabeza, espalda y brazos, pero debido a la acción de la adrenalina ni siquiera lo sintió. Durante la breve caída, conectó un par de puñetazos al psicópata que también intentaba golpear al investigador. Cuando ambos llegaron al final de la escalinata, cayeron al piso separándose debido al impacto. Wilmer estaba conmocionado, pero intentaba ponerse de pie. En el instante en que se incorporó se dio cuenta que el viajero estaba de espalda mientras buscaba algo en el piso...quizá el cuchillo.
Toda la acción ocurría con una lentitud extraña. Pero de repente, el detective se percató que tenía algo en su mano derecha. Sostenía un objeto. Con lentitud abrió el puño notando que apretaba eso con fuerza. Era el pedazo de vidrio del collar del asesino. Lo observó con fascinación. Era hermoso, de una transparencia extrema, amplificaba las líneas de su mano al punto de parecerle una superficie inusitada casi de otro mundo; pero al observar en el interior de la roca, podía notar unas vetas de colores en su interior...líneas azules y púrpuras que parecían emitir reflejos de luz desde su núcleo.
Lo más extraño era que el trozo de roca estaba frío, parecía un pedazo de hielo. De repente empezó a vibrar, era parecido a un estremecimiento sutil que lo sentía en toda la palma de su mano, y entonces percibió aquella sacudida en el centro de su cabeza, era algo atemorizante y terrible.
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LA MARCA DEL VIAJERO
Mystery / ThrillerUn crimen sin pistas, reabre los casos sin resolver atribuidos a un asesino en serie. Una pareja de detectives deberán armar aquel rompecabezas , corriendo contra el tiempo, ya que el viajero está empeñado en dejar su marca.