C a p í t u l o 9
«You make me feel better.»
Cuando llegué a casa me di cuenta que soy una estúpida adolescente que es controlada por sus pensamienos y por más raro que se escuche... hormonas. Éste último pensamiento me aterra. Ya arreglaré las cosas con Chris. Yo no puedo ser más que una amiga para él. Él es mi psicológo, es muy grande para mí y... ¡No lo sé!
—Emma, ¿a ti cuándo te gustaría tener un novio? —preguntó mi hermano, lo miré con cara de asco.
—Ew, los niños apestan —dije negando con la cabeza. Él rió.
—Hace días me dijiste que había un niño por ahí —dijo mamá levantando ambas cejas. La miré.
—Mamá, él es sólo un amigo. Los niños apestan —repetí sacando la lengua.
—Ya verás que un día dejarás de pensar lo mismo cariño —explicó mamá.
Mamá siempre tuvo razón en todo, pero yo era muy pequeña para comprenderlo. Quizá ahora debería de ser menos inmadura y pensar mejor las cosas. Pero yo no tengo la culpa de ser una completa loca que no puede olvidar su pasado, el cual la aterra todos los días y a todas horas. Quizá me dejé llevar porque Chris es creo la única persona que me entiende y sabe como aconsejarme de la mejor manera, además que se preocupa por mí.
Después de ponerme mi pijama, que es una enorme camiseta color negro que me llega a los muslos y mi ropa interior, bajé a la cocina. Tengo una hambre horrible. Bajé las escaleras y me dirigí a la cocina, mi parte favorita de la casa, además de mi habitación claro. Abrí la nevera y encontré helado, papas para freír y pollo. Tendré que hacerme de cenar.
Liam siempre ha dicho que soy como un amigo para él, ya que siempre lo golpeo, tengo un mal vocabulario y además mi forma de vestir. Dice que lo bueno de que yo sea así es que si me vistiera "femeninamente" parecería una perra a la cual todos los chicos siguen sin dejar respirar. Para él mi único lado femenino es que cocino. Liam ama mis comidas, por eso no le gusta llevarme a restaurantes, prefiere que yo cocine ya que dice que lo hago como toda una profesional. Yo creo que en realidad es porque no quiere gastar dinero.
Terminé de cocinar y me senté felizmente a comer, mi estómago rugió mientras tomo un bocado. Soy todo un cerdo a la hora de comer, además de que como mucho, no tengo unos muy buenos modales que digamos. Mamá siempre me regañaba porque usaba mis manos todo el tiempo, pero a mí me daba igual. Niall llegó a la cocina olfateando, cuando me miró se sonrojó, reí.
—Lo siento creí que ya estabas...—dijo apuntando levemente a las escaleras, me encogí de hombros.
—Tienes hambre por lo que veo —dije concentrada en mis papas fritas llenas de catsup. Él asintió apenado—. Ahí hay más.
—Oh gracias, Emma —dijo y comenzó a servirse.
Niall tiene el mismo apetito que yo o quizá es mayor.
[...]
Llegué al instituto junto a Niall, el cual está muy sonriente. Yo tengo las comisuras de mis labios levantadas, dándo una pequeña sonrisa, pero mis ojos reflejan miedo, de eso estoy casi segura. Tengo miedo por lo que pasó con Chris, no quiero salir con nadie y no quiero hacerle falsas ilusiones. Tengo miedo porque eso es lo típico en mí, nunca puedo arreglar las cosas, siempre llega algo a impedirlo y termino empeorando las cosas. Quizá Chris sea la persona que me ha comprendido y ayudado por años, al que conozco muuuy bien y él conoce todo de mí también, pero yo siempre termino lastimando a las personas. Y no quiero lastimar a Chris.
—¿Pasa algo? Estás muy callada —dijo el rubio con una voz suave, yo bajé la mirada y la subí rapidamente para sonreírle.
—No pasa nada, no te preocupes —dije mirándolo, él asintió no muy convencido, pero aún así con su simpática sonrisa.
—Que bien porque... quería invitarte un helado ésta tarde y no me gustaría estar con una chica amargada acompañandome —dijo haciendo una pequeña mueca, arrugando su nariz, lo miré un poco sorprendida.
—Oh, eh, claro Niall —dije esquivando su linda mirada azulada por un momento ¡Vaya ojos los que se carga el rubio!
Seguimos nuestro camino hacia el salón de clases y me di cuenta de algo... ¡Cielos, éste chico es un perico! Bueno, realmente a mí la mayoría me han dicho que no soy de mucha habla, a excepción de Chris claro, casi siempre termino callando a las personas que son de mucho hablar pero con Niall no pasó esa idea por mi mente. Quería que siguiera contándome sus lindas anécdotas y chistes, mientras yo escuchaba con mi boca cerrada, asintiendo de vez en cuando o riendo en otras ocasiones. Niall me hizo olvidar mis problemas por un momento, me hizo olvidar los recuerdos que todo el tiempo pasan por mi cabeza, me hizo querer escuchar y no sólo que me escuchen a mí. Sonó egoísta lo sé, pero yo siento que debo ser comprendida, sino me volveré más loca de lo que estoy. Llegué junto con Niall al salón de clases, él con sus mejillas sonrojadas me siguió hasta el último asiento, justo en la ventana. Se sentó a mi lado, ignorando los murmullos sobre "la chica del cabello blanco" que está sentada a su lado, o sea yo. Le tendí uno de mis auriculares y él gustoso lo aceptó, puse play a la musica y sucedió lo que más odio. Me puse a pensar.
La fiesta más grande del año ha llegado. Es el baile de graduación de secundaria y están a punto de mencionar el nombre de la reina del baile. Escuchamos un sonido ensordecedor que proviene del micrófono y todos miramos el escenario.
—Emma Jones —dijo una voz mediante un micrófono. Una luz cegante de color blanco apunta hacia mí. Volteé al escenario, que yo sepa mi nombre no está en los papeles. Miré la sonrisa de satisfacción que tiene la chica arruina vidas que mencionó mi nombre—. Deberías de darte cuenta que por más que uses maquillaje y tacones altos, seguirás siendo la misma chica gótica y patética que todos conocemos —dijo esa estúpida voz que ha arruinado mi vida durante toda la primaria, y ahora secundaria. Todo el gimnasio estalló en carcajadas. Yo sabía que venir no me iba a traer nada bueno—. Ahora si, la ganadora es...
¿Alguna vez te haz sentido vacío? ¿Como si no tuvieras a nadie o simplemente estuvieras solo en el mundo? Así es como me siento ahora, por más que tenga a Niall a mi lado y esté compartiendo un auricular con él, yo siento que no tengo a nadie. ¿La razón de estos pensamientos? No lo sé.
Estoy atormentada, perdida en mis pensamientos, y estos son tan terribles que me asustan. Aún cuando son cosas que verdaderamente sucedieron. No sé cuándo fue que comencé a recordar mi pasado todo el tiempo, estos pensamientos de un día a otro se apoderaron de mí. No sé como sucedió. Solo sé que pasó. Quiero que se vayan de mí. Ya no quiero tenerlos. Ni escucharlos. Ni hacer lo que me digan. ¡Ya basta!
—Ya basta —susurré apretando mis parpados. Haciendo que una ola de pensamientos malos llegue a mi cabeza.
N i a l l
He estado mirándo a Emma de reojo, casi toda la clase. Se nota asustada, como si tuviera a su peor pesadilla frente a ella, aunque claro se ve que no está prestando atención a su alrededor. La vi apretar sus parpados, mientras se toma la cabeza entre sus manos.
—Ya basta —susurró, está asustada, lo puedo notar en su tono de voz. Parece una niña pequeña con un enorme perro gruñendo frente a ella. Se ve indefensa, como si en cualquier momento se fuera a soltar a llorar. Su rodilla está temblando, al igual que su labio y sus ojos brillan pero no por algo bueno.
Me dan ganas de abrazarla y decirle que todo estará bien, pero no puedo asegurarle algo cuando no sé qué está pasando.
- - - - - - - - - - -Hey - - - - - - - - - - - -
Soy yo otra vez!
Espero que mi -extraña- novela te esté gustando y que disfrutes mucho los capítulos que salen nada más y nada menos que de mi cabeza, así es mi cerebro funciona.
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Bye bye
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INSANE || n.h.
Hayran Kurgu-Eres muy fría algunas veces, te quedas callada, fuera de éste mundo. Te vuelves como... demente -dijo con su mirada concentrada en mí. Pero yo no lo estoy mirando, estoy perdida, tal y como él lo dijo. -El recordar es lo que me hace demente. Y yo r...