«Pardon me.»

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                 C a p í t u l o  2 4

                   «Pardon me.»

—Resulta que ahora eres una borracha, já. No me esperaba más de ti —dijo una voz de una forma tan dura que sentí como unos afilados cuchillos se clavaban en mi corazón. Robert. Abrí un ojo mirándolo con indiferencia.

—Yo me esperaría mucho más si fuera tú —murmuré aplastando mi cara contra la almohada, como si no me importara lo que él dijiese. Aunque duela.

—Vístete, hoy es día de visita —Un portazo fue lo último que escuché de su parte. Los abuelos.

«Ellos me odian.»

Cuando mis abuelos se enteraron de la muerte de mis padres no reaccionaron muy bien, se enteraron que todo había sido mi culpa. Es por eso que ellos me odian. No dejaron que les diera explicaciones, simplemente tomaron un mapa y buscaron el lugar que estuviera más lejos de mí.

Me puse mi respectiva vestimenta negra, después de darme un baño. En cambio no le hice caso, me quedé sentada en un esquina de mi habitación, pensando en las personas a las que más me dolió decepcionar. Ahora un dolor de cabeza no duele tanto como los recuerdos.

—¡Emma, llegaron los abuelos! —gritó mamá desde la planta baja. Sonreí y bajé las escaleras con emoción, hasta que algo me hizo detenerme.
—No madre, ella aún cree en el gordo panzón de Claus —dijo mamá entre risas, pero en un tono bajo. Entré a la sala justo cuando ella mencionó a Santa, sentí mi barbilla temblar y mi labio inferior sobresalir—. Oh, no.
—¿Santa no existe? —pregunté yo a mis ocho años de edad. Mamá tragó saliva con dificultad. Ahí fue cuando lloré más y corrí a mi habitación.
—Emmy, no puedo creer que hayas crecido tan rápido —dijo papá, en un tono suave, entrando a mi habitación.
—¿Por qué dices eso papi? —dije levantandome de la cama. Él sonrió.
—Porque Santa pertenece a los niños,cuando un niño deja de creer en él es porque ya ha crecido. Y eso quiere decir que ahora mamá y yo iremos en su representación todas las navidades que vienen —explicó él con una sonrisa, sonreí mostrando la falta de uno de mis dientes.
—¿Y yo podré ir con ustedes? —pregunté entrelazando mis pequeñas manos, él asintió y corrí a abrazarlo— ¡Sí! Gracias papi.

Me entristece saber que ya nunca pasaré una Navidad al lado de mi familia, ni siquiera con Robert, él ahora me odia y no entiendo porqué, yo soy la que debería estar molesta.

Escuché la puerta principal cerrarse y el motor de un carro arrancar. Robert se ha ido.

Son las ocho de la noche y Robert está en su habitación, yo no he salido en todo este tiempo. Salí de casa y ajusté mi gorro en la cabeza, al igual que mi abrigo. Caminé por las oscuras calles, iluminadas por unas pequeñas farolas y por las luces de algunos autos. Hablando con mi cabeza.

No hagas una estupidez. No lo haré. Ve a tu destino. Podría ir con Travis... ¡No te desvíes! No te desvíes Emma... Piensa bien las cosas. Necesito un cigarrillo. ¡No pierdas la cordura!

Llegué a mi destino. El cementerio. Ahí están las tumbas de mis padres, una al lado de la otra. Ellos siempre fueron muy unidos. Me senté en una banca de piedra, frente a ellos.

—Hola mamá, papá —susurré con la voz quebrada, aclaré mi garganta y cerré mis ojos. Esto es difícil—. Tenía ganas de visitar a alguien, pero no a los abuelos, ellos me odian. Te necesito madre, no se qué hacer. Quiero tus consejos y compañía, Robert me odia, al igual que los abuelos y... Chris. Liam es el único que me ha ayudado a salir adelante en estos momentos, al igual que Niall —suspiré—. Niall... Él me entiende ¿sabes? Y es más de lo que yo pensé, creí que me tacharía al contarle sobre mi pasado. En cambio, él me apoyó. Creo que estoy empezando a sentir algo por él. Algo muy muy fuerte.

Me quedé en silencio por un momento, recordando los rostros de las personas que tanto quiero. Mamá; con una sonrisa resplandeciente y sus ojos azules. Papá; con su rostro serio, su ceño siempre fruncido y esos ojos grises siempre brillando con diversión. Robert; con esa mandíbula bien marcada, una sonrisa en sus labios y esos ojos llenos de preocupación. Annie, con esa pícara sonrisa siempre bien puesta en sus labios rosados y esos ojos verdes que resaltan en su cabellera achocolatada. Chris; sus ojos grises llenos de interés, su sonrisa tranquilizadora... Y Niall; esos ojos azules mirándome de una manera que me hace sentir en completa confianza, amada, su hermosa sonrisa con una dentadura brillante... Suspiro.

—Necesito apoyo y teniendo a alguien que me desprecia tanto en casa, es difícil. Perdóname papá, por no ser la hija vestida de rosa que tanto apreciabas, aquella chica tierna a la que llevabas al trabajo y hacía reír a tus compañeros. Perdóname mamá por no haberte tenido la confianza como para contarte mis problemas y mis penas. Perdónenme, yo no quería herirlos, yo no quería su partida. Yo debería estar en su lugar. Perdónenme.

Tapé mi cara con mis manos, mientras las lágrimas se deslizan por mis mejillas y empapan las palmas de mis manos. Sentí una punzada en mi pecho, como si algo malo hubiera sucedido, es una corazonada. ¿Debo preocuparme?

Corrí a casa con todas mis fuerzas, sin parar. Cada vez siento que estoy más cerca de la tragedia y eso me asusta. Una cuadra antes de llegar noté unas ambulancias y algunas policías estacionadas fuera de mi casa. Oh, no.

- - - - - - - Hey there!! - - - - - - -
Se viene algo que no te esperaaaas... Me mato deooh!!
Subiré cap prontooo bye byee
-PS

INSANE || n.h.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora